Capitulo uno:
SI NO ES AHORA, ¿CUANDO?[LÁGRIMAS]
•Narrador Omnisciente
Los miembros estaban harto de ello, esos ojos que brillaban y que en ellos se reflejaban las estrellas; estaban llorando. De nuevo. Ellos le miraban con nostalgia, no podían hacer nada al respecto, sabían que esto iba a pasar y tenia que hacerlo, o si no el chico no aprendería a no meterse en tales embrollos.
-Crees que pare en algún momento...?-preguntaba uno de ellos a su Hyung-
-Tal vez, pero no esta noche...-contestó sin dejar de oir los sollozos pelinegro-
-Debemos hacer algo -proponía otro-
-No. Debe ser así, o si no; volverá -contesto nuevamente-
Todos sabían lo ocurrido. El que lloraba había tenido una pelea con una de las personas que él consideraba más importantes para él, ellos dos no son nada realmente, pero todo el grupo sabia que tenían lazos entrelazados, se que saben a lo que me refiero. El chico que lloraba mientras discutían abrió la boca para defenderse a si mismo y a lo que fuera que ellos tuvieran...el contrario le puso los pies en la tierra nuevamente y ahora el pobre estaba herido; tal vez era que las palabras "tu y yo ni siquiera somos nada" no habían sido exactamente las mejores para tal momento de tension entre los dos, el contrario lo dijo y el pelinegro se molesto consigo mismo por haber creído en algo más.
—Debemos llamarlo, debemos llamar al unico que sabe calmarlo—propuso uno-
—No.—contestó el mayor de todos-
—Vamos...no crees que ya ah pasado suficiente...?—defendió él que había propuesto la idea-
—De acuerdo...—otorgó el mayor-
Rápidamente el segundo miembro de la Maknae Line tomo su teléfono para después teclear rápidamente el nombre de aquel en quien todos pensaban.
—Halo? Jimin...?—se escucho del otro lado de la bocina-
—Jungkook...—dijo el rubio-
Esa palabra. Solo esa palabra de 8 letras bastó para que el teléfono se colgara instantáneamente y con ello todos sabían que el llamado iba en camino a donde estaban.
—Viene hacia acá -musito Jimin para cuando todos dieron un pequeño suspiro de alivio-
Entonces todos se colocaron de acuerdo, en lo que el llamado llegaba a la casa, Taehyung iría a ver como estaba el chico y mirar si es que este necesitaba algo mientras los demás prepararían algo de cenar por si aquel [pequeño comelon] como todos le llamaban; por casualidad tuviera hambre despues de haber llorado tanto. En pocos minutos el timbre hogareño sonó haciéndoles saber que a quien había llamado ya estaba en el lugar.
—Hola minie—hablo el recién llegado con sutileza-
—Hola--dijo con una pequeña sonrisa en el rostro—Gracias por venir, Jungkook de verdad...—reafirmó sus palabras y musitó—...él esta en su habitación. Pasa—
El llegado agradeció la hospitalidad y pasó a la casa que ya tanto conocía, saludo con la mano a los demás miembros mientras ellos le saludaban y le miraban también con cautela, como si quisieran saber cual iba a ser su siguiente movimiento. Más bien era que querían ver aquella escena.
—Hola Tae—saludó el llegado a Taehyung al verlo en la puerta-
—Hola...él no abre la puerta...a ninguno de nosotros, nos preocupa, hemos escuchado su llanto por horas y aun no ha cesado—explico el menor con preocupación—