< 𝚄𝚗𝚊 𝚖𝚊ñ𝚊𝚗𝚊 𝚏𝚛𝚒𝚊 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚌𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊 𝚊 𝚕𝚊 𝚟𝚎𝚣 ll >

694 49 29
                                    

En el centro de la ciudad fantasma existe una mansión paraíso y en su interior vivía sus señores amos... y justo esa mañana en una de las habitaciones decorada finamente pero a la vez extravagante de rojo con incrustaciones de oro para resaltar su belleza ahí se encontraba un hua chen buscando a su alteza..

Hua chen usualmente simpre encontraba a xie lian en el jardín, admirando y cuidando cada flor que había en él, para hua chen ver a su Dios todas las mañanas era algo que le daba paz y lo hacía sentir complacido de haberlo esperado por 800 años, era algo hermoso ver a ese Dios de piel blanca como la nieve rodeado de distintas flores mientras las miraba con tanta delicadeza....,

pero esa mañana no lo encontraba por ninguna parte del jardin asi que decidio buscar en las habitaciones esperando encontrarlo en el dormitorio, pensó que posiblemente hubiera tomado un baño pero no fue el caso, cuando pasaba por uno de los pasillos pudo notar como alguien entraba a una habitación, él no necesita ponerse en alerta sabía quién era perfectamente esa persona así que decidió acercarse para ver que hacia y asi poder desayunar juntos...

pero cuando estaba apunto de hablar y decirse que estaba el desayuno en la mesa y que comieran antes que se enfriara, se percató que su alteza no había notado su presencia y decio observar que hacia mientras se recostaba en una esquina de la puerta mientras cruzaba los brazos para poder observar todo tranquilamente, quién sabría que se llevaría una pequeña sorpresa a la vista al ver que xie lian tomaba una pequeña caja de una de las mesitas que estaban cerca...

Alzó una ceja esperando ver la reacción del otro cuando descubriera el contenido y tal como esperaba en el momento que descubrió el pequeño frasco y cuál era su contenido, se sintió complacido al ver como xie lian iba tomando un color rosa pálido a un rosa intenso de la vergüenza de haber descubierto el contenido, queria reir y abrazarlo mientras se divertida y se fascinaba con dicha escena pero mantuvo sus impulsos y mejor decidió ignorar que lo había descubierto,

Justo cuando xie lian planeaba guardar el frasco, llamó su atención haciendo que el otro se diera vuelta para notar su presencia, y con suma atención noto como su alteza trataba de esconder la caja con el pequeño frasco, al verlo le pareció un tanto gracioso como tierno, asi que decidio molestarlo un poco....

                                                                                                ********

—- Después de todo gege este frasco contiene.. algo muy especial

—- San lang por especial te refieres que estas pequeñas pastillas nos podrían ayudar a crear una familia?

— Bueno...si gege acepta, por supuesto que me gustaría!!!

pero gege no tiene porque sentirse presionado si no es lo que desea, está bien este san lan lo entenderá..

— No es eso san lan... es solo que...

—- ¿mmm? es solo que? ¿Su alteza?

—- es solo que nunca ha existido un niño que provenga de un Dios y una calamidad, y si... y si el mundo no lo acepta?

— gege—

— ¿si san lang?

Hua Cheng podía ver la preocupación de su gege en sus ojos, sabe que en toda la historia no ha habido ningún niño que provenga de un Dios y una calamidad, y si intentaban formar una familia nadie podía asegurar que ese pequeño o pequeña no estaría en la mira de todos...

Pero de algo estaba seguro hua cheng no importaba como lo miraran los demás a su primogénito él lo protegería sin importar nada, no dejaría que sufriera como él lo hizo.. le daría todo el afecto familiar como fuera y no dejaría que ningún Dios ni fantasma lo lastimara...eso sería una promesa para sí mismo tanto como para su gege

•𝙻𝚊 𝚋𝚎𝚗𝚍𝚒𝚌𝚒𝚘𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚑𝚞𝚊𝚕𝚒𝚊𝚗•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora