Primer Capítulo

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Domingo 19 de diciembre, sede comando Apruebo Dignidad.


Eran las seis con cinco de la tarde y sólo había nerviosismo entre los miembros del equipo de Gabriel Boric. Muchas personas le acompañaron durante las últimas semanas, sumando color y vida a una campaña que requería unir más que nunca a la fraccionada izquierda, adultos, jóvenes y a todo Chile de norte a sur. 

Las encuestas previas y votaciones internacionales daban resultados favorables, pero no podían confiarse. Gabriel lo sabía, su equipo también. Si no lograban llevar a la gente a que vote, podrían dar el paso al fascismo y eso no se podía permitir.

— Hey, estamos todos contigo, ten confianza. — La voz familiar llega desde atrás, con quien habla tocándole el hombro sólo para hacerse un espacio y sentarse a la par en la silla que estaba al frente. El candidato presidencial había pedido estar solo en uno de los salones, necesitaba un pequeño espacio para pensar antes de enfrentar el resultado, fuese cual fuese. Pero naturalmente su mejor amigo no iba a permitir ello. Giorgio era una de las pocas personas en el mundo que entendía que esas repentinas ganas de alejarse de la gente eran una simple respuesta automática a momentos de nervios y estrés. 

— Lo sé, sólo necesito pensar un poco. — Gabriel responde sin dejar de mirar el suelo a sus pies y apoya las manos sobre sus propias  rodillas, haciendo un poco más de fuerza de la necesaria para esto. Giorgio nota la tensión en los brazos de su amigo y no puede evitar querer ayudarlo, por lo que sin pensarlo mucho acerca sus manos a las del otro, tomando sus muñecas en un toque tranquilizador, suave. 

— Yo creo que no necesitas pensar tanto. — Se encuentran sentados frente a frente, por lo que al levantar la cabeza el candidato se encuentra de lleno con la mirada siempre comprensiva y afectuosa de Giorgio. Ambos sonríen y la tensión en su cuerpo empieza a partir ¿Cómo era posible que sólo una frase de su amigo pudiera dejarlo nuevamente en paz? Sencillamente era alguien indispensable para él. Ambos lo eran para el otro. — Piensa que pase lo que pase hoy, aquí estaré para que tomemos un par de cervezas en honor a la democracia ¿Qué tal eso? ¿Qué te parece? —. Agrega poniéndose de pie y levantando un poco las cejas, mirando a Gabriel desde arriba, quien no tarda en imitarlo parándose también.

— Pues me parece que tienes buenos trucos para convencer a la gente, eh ¿Qué haces desperdiciando toda esa labia con este pobre chascón? —. Es innegable el ambiente de camaradería que puede generarse entre ambos con tan sólo un par de palabras. Ya no habían mesas cerrando, noticieros corriendo por una exclusiva, fallas del transporte ni votaciones al hilo, sólo un par de amigos disfrutando de la compañía mutua en ese pequeño salón. Giorgio suelta las muñecas de Gabriel sólo para subir sus dedos ansiosos de molestar hasta su cabello, intentando desordenar un poco ese nuevo look presidencial de su amigo. 

—¿Qué más voy a estar haciendo? Obviamente me preparo para cuidar de mi presi, ¿no has notado que ya me están ofreciendo el puesto de primer damo? —.

— ¿Primer damo? Yo te quería como vocero, pero si es lo que quieres ¿Quién soy yo para negártelo? — Ambos ríen mientras Giorgio apoya sus manos sobre los hombros de Gabriel, como queriendo tomar estos en una especie de masaje que no llega a puerto. — Gracias. — Se sincera Boric de forma inesperada, deteniendo el actuar del otro. —Gracias por estar siempre conmigo, gracias por todo. No sé qué vaya a pasar hoy pero definitivamente vamos a compartir esa cerveza luego ¿Va? —.

Giorgio pega sus manos bajo la nuca del otro y se acerca un poco. Gabriel siente un dejo de nerviosismo correr por su columna, pero trata de no mostrar ninguna señal por fuera, es su amigo, al fin y al cabo, es normal que sean cercanos. Pero entonces inclina un poco la cabeza y hace que ambas frentes se junten mientras cierra los ojos. —Gracias a ti por dejarme ser parte de este proceso contigo, amigo. — Gabriel deja escapar el aire que por un segundo contuvo y sonríe una vez más. Una sensación extraña se aloja en él. De pronto la palabra amigo en ese ambiente tan cercano estaba de más ¿No? — ¿Sucede algo? —. 

Noche de Elecciones (Gabriel Boric x Giorgio Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora