Me gustas || [Hakkai x Angry]

Me gustas

El incidente de Kanto había causado un gran revuelo en la ciudad y los hospitales se encuentran abarrotados de jóvenes heridos para sorpresa de la sala de guardias, el residente más experimentado suspira mientras comienza a designar las tareas, después de todo estaba acostumbrado a los pequeños revoltosos que jugaban a ser delincuentes. 

- Estamos en la mierda. - Una primera voz llamó su atención, el hombre solo puede aclarar la garganta cuando una mata de azules cabellos llega cargado como una princesa por un joven alto de vistosa cicatriz en sus labios. 

- Buenas noches, ¿En que podemos ayudar? - La voz de la enfermera terminó por congelar a Hakkai quien intercambia miradas con Angry y la mujer una y otra vez. Souya solo suspirar resignado. 

- No siento mi pierna, creo que está rota. - Rindou Haitani bastardo, seguro le había dislocado su pierna.  

Hakkai se sentía fuera de la realidad, no podía dejar de darle vueltas a todo lo que había sucedido en aquel día, desde la muerte de Emma hasta la de Kisaki Tetta. ¿Cómo se habría sentido si algo le hubiera pasado a Taka-chan? ¿Por qué le duele tanto el pecho de solo pensar que algo le pudo pasar a Souya? 

Hakkai Shiba y Souya Kawata eran los hermanos menores de sus familias además de los más mimados por lo que lo comprendía exactamente cómo podría sentirse algunas veces ser débil, ambos habían llegado a la guardia frustrados sobre todo Angry quien llegó llegó lugar en los brazos de su amigo. 

- Traigan una silla de ruedas, vamos a llevarlo a imágenes. - Pronto llegó el camillero que separó a los jóvenes siendo él quien colocó a Kawata en la silla. Hakkai solo pudo inclinarse hasta que sus rostros estuvieron frente a frente, Shiba solo pudo reír cuando sus miradas se encontraron y el ceño de Kawata se intensificó. 

- No pongas esa cara tan angry. - Comentó el chico al mismo tiempo que con sus manos estiraba los cachetes de Souya. - Voy a estar esperándote. 

- ¿Podemos ir por ramen luego? 

- Como usted desee, no puedo negarme a cumplir los deseos de mi héroe. - Si bien Souya siempre conservaba una mirada de enojo es bastante sencillo de leer para Hakkai quien siente ternura cuando un tono carmesí se apodera de las mejillas de su compañero, las pequeñas en el puente de su nariz resaltan aún más.

La enfermera que anteriormente los recibió tomó por el brazo a Hakkai malhumorada, si bien estas escenas eran más comunes de lo que se esperaba en un hospital ambos jóvenes se hallaban bastante malheridos como para estar tan tranquilos. Ambos chicos se terminaron despidiendo con un saludo de manos.

Dos horas más tarde Shiba ya se encontraba deambulando por los pasillos, con analgésicos y vendas se movía cual zombie pero no podía dejar de esperar por Angry ¿Tan grave estaba? ¿Estaba bien? En ese momento estaría necesitando un abrazo de Yuzuha y una chocolatada. 

- ¿Hakkai? - Una voz hizo temblar todo su cuerpo, giró sobre su propio eje para el encuentro, Souya estaba ahí. Aún en la silla de ruedas con férulas en su brazo y pierna. El joven caminó con grandes zancadas a su encuentro, el camillero les había informado que se irían cuando un adulto pasara por ellos. Estaban tan muertos...