Capítulo Único

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Hace pocos meses que los días se habían vuelto monótonos, aburridos y grises, sumando el hecho de que el vacío que Bakugou sentía en su pecho era imposible de borrar.

Cada noche que no podía dormir o cada que tenía una pesadilla se acordaba de él.

Cada acción que hacía le recordaba a él, su voz ya no era más que un simple eco y su rostro no era más que un vago recuerdo que con el tiempo se volvía más borroso de lo que ya era.

Se le rompía el corazón con solo saber que jamás volvería a verle.

Así que sin poder evitarlo dejó caer sus lágrimas, a decir verdad se sentía tan cansado.

Algunos días no tenía fuerzas ni siquiera para poder levantarse de la cama.

Se aisló completamente de todo y de todos, había dejado su trabajo como héroe ya que no se sentía capaz de poder llevarlo a cabo en su estado, así que comenzó a trabajar en una cafetería, la cuál apenas le daba el dinero necesario para pagar la renta de su apartamento y para poder comer, ya que nunca logró tener la casa que quería compartir con él.

Katsuki siempre había escuchado que las personas que se suicidan dan señales antes de hacerlo, hoy en día se arrepentía por completo de no haberlo notado antes, si solamente el se hubiera dado cuenta mucho antes nada de esto estaría pasando y en este momento estaría disfrutando de sus días junto al amor de su vida.

Últimamente le costaba demasiado trabajo llevar a cabo cualquier actividad que necesitara esfuerzo, su madre de vez en cuando lo visitaba pero nada opacaba el dolor que sentía.

Seguía pagando la renta de su departamento que compartía con él aunque ya no viviera ahí, por el momento vivía con Kaminari.

No quería regresar a casa porque sabía que aunque las luces estuvieran encendidas no habría nadie en casa esperándolo y eso le partía el alma.

Había dejado de cuidarse, la ropa que anteriormente usaba le quedaba grande por todo el peso que había perdido, tenía ojeras demasiado marcadas y el cabello lo tenía quebrado y maltratado.

Pocas veces se tomaba el tiempo de pensar en él.

Había visitado a un psicólogo que le había recomendado Hanta, pero jamás sintió ningún cambio.

Todo esto le agotaba demasiado.

Era cruel ya que parecía que todos lo entendían pero la realidad era otra.

Su madre siempre le decía No eres demasiado sensible y tampoco estas exagerando. Si duele, duele, no lo minimices solo porque otro no lo entienda.

A veces deseaba poder pronunciar su nombre sin tener que llorar pero era casi imposible, se sentía incompleto y perdido.

Ese día estaba en su apartamento ya que de vez en cuando iba a ver que todo estuviera en orden ahí.

Apenas y podía probar un bocado de su comida ya que al instante lo devolvía todo, no importaba que estuviera muriendo de hambre, Bakugou muy bien sabía que él se pondría triste si lo viera de esa manera pero no podía hacer nada.

Deslizó su plato de comida lejos de él sobre la mesa y sin poder dejar de llorar tomó el pequeño cuadro de madera que había puesto junto a su asiento, el cual tenía una foto de quien fue su prometido en él y lo abrazó como si su vida dependiera de ello.

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2022 ⏰

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