Soft: 06

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Jay no era una bendición sólo en la vida de los tres mejores amigos de su novio.

Para nada.

La madre de Jake sabía perfectamente que su hijo tenía un carácter de los mil demonios y que parecía ser que sólo Jay Park sabía manejarlo y tratarlo, comprendiendolo y aceptandolo al punto de ser poco creíble como una persona tan dulce y amable como Jay estaría con un ser tan cruel como Shim Jake, si, su mismo hijo.

Por eso, cuando por milésima vez intento convencer a su hijo mayor de que se quedara a cenar con su padre que vendría de Australia a visitar y este se negó no tuvo otra alternativa.

— Te pregunto por última vez, ¿Te quedarás a cenar? –pregunto apoyada en el marco de la puerta.

Jake continúo mirándose en el espejo mientras quitaba la mascarilla que se había puesto hace 20 minutos.

— Nop. –respondió sin mirarla.

Suspiró golpeando sus zapatos en el piso varias veces.

— ¿Y a dónde iras? Porque supongo que no te quedarás.

Se encogió de hombros.

— A casa de Jay, a la casa de los chicos, debajo de un puente, a sentarme en el parque mientras pasa un tornado... –finalmente termino con la mascarilla y la miro.– Dónde sea lejos de ese hombre.

Isabella miro a su hijo suspirando. Entendía que el mayor no se llevará bien con su padre, este la había engañado y abandonado en un país extranjero, embarazada, cuando Jake apenas tenía 9 años, pero el niño nunca había olvidado esa sensación de abandono, así que cuando el hombre volvió redimido queriendo reparar su relación con su hijo no hizo más que mandarlo a la mierda. De eso habían pasado cinco años y Jake no lo había vuelto a ver.

Ella lo había perdonado. O más bien soportaba su presencia por su pequeña hija que se emocionaba por verlo siempre y el hombre ya la tenía desesperada diciendo que quería ver a Jake. Quería salir de el y su ruegos.

— Bien.

Suspiró nuevamente saliendo de la habitación y dirigiéndose a la suya rápidamente. Sacó su celular y entro a su baño privado para poder hablar con su querido yerno.

"¿A cenar con su papá?"

La voz de Jay no se había escuchado para nada feliz con esa petición.

"No lo sé, Jakey nunca habla bien de ese hombre, no creo poder convencerlo."

— Jay, por favor, tu eres capaz de todo cuando se trata de mi hijo. –suspiró cerrando los ojos.– Se que Jakey lo odia pero sólo quiero que lo vea aunque sea 2 minutos para que me deje en paz. –rogó con voz desesperada.

Se escuchó un silencio en la línea por unos segundos hasta que Jay suspiró.

"Solo unos minutos Isabella Noona, luego lo sacaré de ahí porque se que se va a enojar."

— En serio muchas gracias. –la llamada fue colgada y susprió esperando que todo saliera bien.

☁️

Cuando Jake bajo las escaleras a las 7:00 PM dispuesto a irse a dar una vuelta para luego ir a casa de Jay el timbre fue tocado y pensó lo peor, pero como nadie pareció dispuesto a abrir tuvo que hacerlo el, llevándose una sorpresa.

— ¿Que haces aquí? –pregunto mirándolo extrañado.

— También me alegra verte bombón. –sonrío dejando un beso en su frente y cerrando la puerta tras el.

— Hola. –susurro sonriendo de lado.– Pero en serio, ¿Que haces aquí? –pregunto volviendo a su expresión sería.

— Noona me invito a cenar. –se encogió de hombros pasando a la sala.

Jake lo miro con la boca abierta. — No. ¿Acaso no sabes quién viene hoy?

— ¿Eh? –pregunto viendo a su pequeña cuñada correr hacia el.– Ah, tu papá...

— William. Se llama William, no es mi padre. Y si lo veo hoy lo voy a golpear. –dijo apretando sus puños.

La madre del australiano salió de la cocina con una mueca.

— Jake, no puedes hacer eso.

— Mamá. –se quejó.– Si tú en serio no quieres ver cómo lo hago déjame ir, mejor no hagamos el experimento.

— Jakey... –el timbre sonó y su madre suspiró antes de ir a abrir.– Sólo unos minutos.

La mayor se retiró y el se giró a mirar a Jay el cual estaba arrodillado hablando con su pequeña hermana, al sentir su mirada lo miro con una sonrisa.

— Tu y yo hablaremos luego. –susurro rodando los ojos.

La cena estaba siendo de lo peor. Jake no había tocado su plato y estaba con los brazos cruzados mirando a su padre fijamente.

— Entonces... ¿Esté es tu amigo? –pregunto el hombre refiriéndose a Jay.

Jake se sintió feliz por la pregunta, estaba esperando que le dirigiera la palabra, usar cualquier excusa para salir del lugar.

— Claro que no, JayJay y Jakey se besan en la boca. Los amigos no hacen eso. –respondió su inocente hermanita sin siquiera mirarlos.

— No. Es mi novio y si, soy gay completamente gay, no me gustan ni un poco las mujeres, de hecho amo cuando...

— Jake. –lo llamo Jay interrumpiendo cualquier cosa que pudiera decir.

El hombre hizo una mueca aclarandose la garganta.

— ¿Te incómoda? Porque te puedes ir. –continuó encogiéndose de hombros.

— ¡Jake! –su madre gritó llamándole la atención.

Rodó los ojos poniéndose de pie y saliendo de la casa. Jay suspiró pidiendo disculpas.

— Yo... Supongo que me voy, buenas noches. –susurro viendo a la mujer asentir.

Tomo el abrigo de Jake y salió a buscarlo viendo que el chico ya iba más allá de la esquina de brazos cruzados. Corrió hasta llegar a el en cuestión de segundos.

— Jakey...

— ¡Y tú eres un idiota! –le gritó sintiéndose triste y traicionado.– Sabes que lo odio.

— Lo sé, lo sé bombón. Perdóname por favor, ¿Si?

Jay acercó sus manos a sus mejillas para que el mayor lo mirara fijamente.

— ¿Por favor? Vamos a casa, ¿Si? Y te haré de cenar.

Jake hizo un puchero pestañeando varias veces.

— Y vamos a ver Moomin acurrucados, ¿Que te parece?

El contrario asintió lentamente. Jay sonrió tomando su mano.

— Pero me tienes que llevar en tu espalda hasta el auto. –dijo con voz tierna.

Jay no podía negarse a nada que le pidiera Jake. Mucho se preguntaban porque amaba tanto a alguien tan gruñón pero es que ellos no entendían la magia de su relación, lo dulce que se sentía que Jake fuera así solo y únicamente con el.

Nadie nunca entendería y a él le encantaba que fuera así.

Soft [Jayke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora