Lágrimas pensantes son estrés, son sobrecarga.
lágrimas pensantes son lágrimas que te salen justo cuando llegas a casa y empiezas a sobre pensar todo lo que te ha pasado, todo lo que has aguantado en el día.
Lloras, lágrimas pensantes, de pensar. Llueve, tienes una tormenta interna que duele más que mil cuchillas sobre tu piel, llueven tus ojos y se nubla tu vista, llueven cristales llenos de dolor e impotencia, llueves.
mientras te secas esas lágrimas van saliendo más y más, no paras de llover, te miras al espejo y te preguntas ¿en qué me he convertido? y ahí es cuando echas de menos todo, echas de menos tu alegría, echas de menos tu sonrisa, echas de menos esos momentos donde no te importaba nada malo, eras feliz y no te dabas cuenta. Ahí te das cuenta de que ya nada volverá a ser como antes, te das cuenta de que te duele que no puedas volver a estar con mucha alegría, te das cuenta de que esa bonita sonrisa no volverá, te das cuenta de que todo lo malo ha llegado y te importa demasiado, estás triste, y te has dado cuenta.
piensas, piensas, piensas, y vuelven a salir lágrimas por tus ojos, gotas por tus nubes, y duele, duele mucho. Vuelves a pensar, y te vuelve a doler, sientes mucha presión en el pecho, tu cabeza empieza a dar vueltas y vueltas, sientes como si te fuese a explotar la sien.
Es por la noche y tienes que comer algo, no has comido nada en todo el día, pero se te ha quitado el hambre y te vuelven a llegar pensamientos, de cuando te dice "¿no vas a comer más?" "has comido muy poco" "todo lo que hay en el plato te lo comes" y vuelves a sentir presión en el pecho y también en la sien, no puedes más. Y lo vuelves a hacer, vuelves a lloras, lágrima y lágrima, cada una duele más que la anterior, irritante.
Después de un rato te duelen lo ojos, tienes la cara roja, los ojos hinchados y estás con un tono de piel muy pálido, decides ir a dormir, en un charco de lágrimas, y te das cuenta de que eso han sido lágrimas pensantes, lágrimas llenas de recuerdos que atormentan.
Esas lágrimas pensantes se quedan en tu almohada, y piensas "mañana será otro día".
