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Miami, el infierno en la tierra, bueno para mí lo era cualquier lugar donde la temperatura era tan alta y el clima terriblemente caluroso.

El convertible de mí padre se deliza con tranquilidad por las calles ya transitadas del lugar, podía ver desde aquí la playa, no mí estilo en general.

“Pareces agotada” señala Richard mirándome, mí padre de solo tiene treinta y nueve años, se ve bastante joven, el realmente me ama solo que nunca podría perdonarle dejarme con la mujer inestable que era mí madre.

“Es el calor” miento descaradamente mirando alrededor, varias villas con varios autos caros mostrándome que no pertenecía aquí.“ No entiendo porque no dejaste que me quedara en Londres”

“Solo tienes 17 años, Cygnus” dijo mirando al frente, no podía creer que me dijera esa mierda“ Además, no quería dejarte sola, con su muerte y todo lo demás”

“Lo que te haga sentir mejor, Richard” le sonrei con ironía, dejándole claro que no le creía una mierda sus palabras.

Llegamos a una bonita villa, de tres pisos, pintadas de un bonito blanco y de tejas naranja oscuro, había un bonito BMW fuera, seguro pertenecía al hijo de el con Carla.

Tomo mí maleta sin dejar que el la tomara, no estaba en buenos términos con el hombre y su ayuda era inecesaria. Tomé mí mochila en un hombro y luego arrastré mí valija por el bonito patio delantero de su lujosa casa de en los suburbios.

Bastardo presumido.

“Cygnus”grito Matthew en su casual saludo rompe costillas, mí aire se me escapaba.“ Es tán genial tenerte aquí”

“Lo es, aún que mí esposo lo niega seguido” dice una voz sueve, me giro para ver a mí madrastra, cabello castaño claro de ojos verde oscuro y piel bronceada, todas las curvas perfectamente en su cuerpo“ Te compre ropa, claramente todas tus cosas son de invierno, lo donaremos a algún lugar"

“Richard es una persona fácil de ignorar” comienzo mirando a la mujer que se pavonea por la inmaculada sala blanca“ Y gracias por la ropa, estoy segura que me encantará”

“Lo se querida” Carla sonríe despreocupadamente, señala a su hijo con un dedo “Lleva a tu hermana a su habitación”

Hermanastra agrego para mí misma en mí cabeza, sigo a Matthew por las escaleras tratando de ignorar su charla incesante sobre basketball.

“ Mamá está feliz de tenerte aquí, Cyg” dice deteniendo su paso en una habitación con mí nombre en letras doradas“ Puede que padre no te quiera aquí, pero yo y mamá estamos felices de que lo estés”

“Me acostumbraré ” le respondí al final, mis dedos acariciaron su mejilla bronceada“ Y estoy feliz de estar contigo y Carla aquí”

“ Mamá” corrige mirándome con una sonrisa

“ Mamá” pronunció repitiendo sus palabras“ Es la costumbre”

“Lo se.” musita con una mirada pérdida“Es bueno que no te irás de nuevo, estarás con mamá y conmigo aquí desde ahora… no volverá a pasar lo de hace años”

Un escalofrío recorre mí columna y fuerzo una sonrisa en mí rostro abriendo la puerta“ Por supuesto, ahora todo cambiará” Para mejor o para peor. No se dice pero ambos saben lo que quería decir.

No puede cambiar nada a partir de ahora, pero los comienzos siempre son difíciles.

Citas con Lucifer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora