(¡En edición!)
Un libro con un poco de todo, bueno, casi todo.
𝗔𝗻𝗶𝗺𝗲: Dr. Stone
¡La portada fue editada por mí!
INICIADA: 26/12/21
TERMINADA: ???
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Eras un ejemplo a seguir en aquel instituto. Tanto tu belleza física, inteligencia y bondadoso corazón fueron los pilares que te convertían en una estudiante modelo. Con estas cualidades, no fue de esperarse que una o dos personas decidieran confesarte su amor con la esperanza de ser correspondidos; sin embargo, siempre los rechazabas de la forma más amable posible.
Entre los estudiantes se rumoreaba sobre tu posible tipo ideal, teniendo como primer candidato a Shishio Tsukasa, el primate más fuerte de la preparatoria. Aunque no asistía constantemente a la escuela debido a su apretada agenda como figura pública, siempre se le podía encontrar hablando contigo durante los recesos. Mientras algunos se preguntaban quién podría ser el afortunado que ganara tu corazón, otros ya conocían la respuesta.
—¡Senkuu! —gritaste entrando de golpe al club de ciencias- Un pajarito me dijo que te has ido de casa sin desayunar y que te has olvidado tu almuerzo. ¿Quieres explicarme el motivo? —sonreíste inocentemente mientras una vena palpitaba en tu frente.
—Le he dicho a ese viejo que no te ponga como mi niñera, suenas como si fueras mi madre. Además, tengo a mi disposición las máquinas expendedoras que ofrece la escuela —te miró de reojo sin dejar de trabajar en su nuevo invento.
Frunciste el ceño al notar que el científico parecía no importarle en lo más mínimo lo que decías.
—No es saludable vivir a base de bebidas energéticas y emparedados, Senkuu. —dijiste acercándote a él— Entiendo que la ciencia consuma gran parte de tu tiempo; pero aún así no debes descuidarte.
» Hago esto porque te quiero y sé que odias que te lo recuerde, pero realmente me preocupa que no te estés alimentando correctamente.
El peliverde agradecía internamente que fueran las únicas personas en aquella habitación, sabiendo que así nadie notaría el ligero rubor en sus mejillas. La puesta de sol pintaba uno de los paisajes más hermosos que se podían presenciar, y ese día el universo parecía estar de su parte para regalarle una escena sublime.
La luz del sol acariciaba delicadamente la mitad de tu rostro y tu cabello, iluminando suavemente cada detalle. Aunque su corazón comenzaba a latir con más fuerza, él mantuvo la compostura. Con un leve chasquido de lengua, aceptó a regañadientes el bento que le ofrecías, colocándolo con cuidado a un lado de la mesa.
Sin previo aviso, tomaste una de las sillas del club y la acercaste para poder sentarte en ella, algo que sorprendió a Senkuu, pues normalmente te ibas luego de dejarle su almuerzo.
—No creas que no me doy cuenta que no pruebas bocado luego de que me voy, así que me quedaré hasta ver qué te lo comas T-O-D-O, todo —sonreíste triunfadora.
