ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟᴏᴠᴇ ☾ ᴋᴏᴏᴋᴠ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜɴɪᴄᴏ

Los rayos de luz se filtraron por la cortina de la habitación, iluminando de a poco al joven azabache que se encuentra frente al espejo ocultando las visibles ojeras que adornan su rostro. Cuando estuvo satisfecho con el resultado, se colocó la chaqueta del traje, para al final girar sobre su propio eje y observar su reflejo, el atisbo de una sonrisa hizo acto de presencia.

Hoy era la boda, con aquello en mente, decidió partir rumbo a la iglesia, bajo de su apartamento y subió a su coche, mientras conducía a la iglesia sintió los nervios recorrer todo su sistema, intentó tranquilizarse y observó el cielo despejado, dejando que los recuerdos invadieran su mente.

— Tal como el día en que nos conocimos. — Los ojos del joven reflejaban añoranza.

Jungkook se sintia frustrado, era la quinta vez que cruzaba por esa calle, llevaba alrededor de 1 hora intentando localizar el campus de su universidad. Siempre creyó era bueno orientándose, pero al parecer ese día su brújula natural había decido fallar.

Suspirando decidió que era un buen momento para preguntar dónde demonios estaba, así que emprendió rumbo entre las poco transitadas calles de Seúl, a lo lejos divisó un chico de cabello castaño y ondulado esperando el autobus, así que a pasos rápidos se acercó y tocó su hombro para llamar su atención, el chico giro y el pequeño azabache creyó escuchar campanas.

El muchacho frente a él era irreal, como alguien podía lucir tan bien sin siquiera intentarlo. No supo cuánto tiempo se quedó admirando el rostro del chico, pero podría hacerlo una vida entera si se lo permitieran. El sonido de una voz grave lo hizo volver en si.

— ¿En que puedo ayudarte pequeño? — Hablo el muchacho, dejando ver una sonrisa de labios sellados .

— Ah, s-si yo, bueno. — Tartamudeo, Jungkook se regaño mentalmente y se obligó a recuperar la compostura para formular una oración coherente.

— Hola, me llamo Jeon Jungkook. — El chico frente a él dio un leve asentimiento, invitándole a que prosiga.

— Yo, bueno, quería saber si me podrías ayudar a encontrar este lugar, es mi primera vez en Seúl, llevo una hora dando vueltas y realmente debes pensar que soy un tonto por no saber orientarme, es solo que estoy nervioso y — No pudo terminar la oración, ya que el chico frente a él lo interrumpió.

— Esta bien, esta bien, si hablas muy rápido no lograre entenderte. Me permites ver que dirección es la que buscas. — El menor extendió hacia el chico un pequeño papel arrugado, con el papel en mano, el castaño sonrió.

— Bien, creo que es tu día de suerte Jeon Jungkook, conozco el lugar, me dirijo para ese sitio ahora mismo, si quieres podemos ir juntos. — Finalizó el castaño, observando como el rostro de Jungkook se iluminaba, — Tierno — pensó el mayor.

— Te lo agradecería eternamente. — Sin más, ambos chicos emprendieron camino, hablaron mucho o mejor dicho el azabache habló mucho, mientras se dirigían a su destino. El chico le menciono a su nuevo amigo que había viajado desde Busan con el fin de cursar su primer año y este a su lado lo escuchaba con total atención.

30 minutos después, arribaron a su destino, el alto muchacho, le menciono que debía acercarse a dirección e informar su ingreso y que luego el personal se encargaría de guiarlo por el campus. Con eso dicho, Jungkook agradeció al chico y se dispuso a marcharse, pero antes de hacerlo recordó un pequeño detalle.

— Disculpa. — El mayor al escucharle se detuvo y giro. — No me dijiste tu nombre. —

El chico desprocupadamente sonrió. — Me llamo Kim Taehyung. — Dicho eso se retiro, dejando a un pequeño Jungkook suspirando.