Único

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Aquel día Jeongin llegó con un invitado que jamás espero ver, no por él, si no por el esposo de este, que parecía ser el tipo de persona a la cual la presencia de su esposo era más que suficiente, sin terceros corriendo por aquí y por allá

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Aquel día Jeongin llegó con un invitado que jamás espero ver, no por él, si no por el esposo de este, que parecía ser el tipo de persona a la cual la presencia de su esposo era más que suficiente, sin terceros corriendo por aquí y por allá.

El peliazul cargaba un pequeño gatito, él contó que Chris lo había encontrado una noche bajo la lluvia, el pequeño estaba tan sucio y delgado que decidió llevarlo a casa temporalmente, pero como era de esperarse, terminó ganándose el cariño de Jeongin, convirtiéndolo en la nueva mascota de los Bang.

Hyunjin escuchaba atentamente la historia, dando caricias de vez en cuando al felino que se encontraba en su regazo que disfrutaba de la atención que recibía.

— Le agradas. —aplaudió Jeongin ante el comportamiento de su gatito, le encantaba la idea de que a su mascota le agradara su mejor amigo.

Los gatos no suelen ser muy afectivos, ni siquiera con sus dueños.

— ¿Eso crees?

Jeongin asintió enérgicamente desviando su mirada por los rincones de la casa. Hyunjin se mantuvo callado, esperando el momento en que su amigo se animara a soltar lo que guardaba en su cabeza. Se preguntó en qué momento su amistad se volvió tan reforzada al punto de que él ya sabía cuando el chico maquinaba algo.

Con la atención en el animalito aparentemente dormido en su regazo, mantuvo la serenidad hasta que Jeongin lanzó la bomba disfrazada de pregunta.

— ¿No han considerado tener una mascota?

El gatito bajo sus manos se removió al percibir el ligero temblor de su cuerpo.

¿Una mascota? Aquella pregunta resonó en la mente de Hyunjin, no había pasado por su cabeza el tener una mascota, y estaba casi seguro que por la de Felix tampoco.

Después de la boda, lo único que tenían pensado era pasar su vida juntos hasta el final de sus días, un tercer integrante no estaba en sus planes, no por el momento.

— Nunca lo hemos hablado. —respondió. La mirada de Jeongin pasó a ser una de asombro, era natural que en toda familia el tema de tener una mascota se haya considerado por lo menos una vez, o al menos él creía eso.

— ¿Pero te gustaría? —preguntó extendiendo sus manos al gatito que ahora buscaba zafarse de las del rubio.

— No lo sé, quiero decir, de niño siempre quise uno. —recordó aquellos días cuando como la mayoría de los niños, deseaba tener un amiguito a quien cuidar y con quien jugar. Con esto no se refiere a que sus tiempos con su hermano hayan sido aburridos, para nada. Solían divertirse mucho en sus tiempos libres, y amaba eso, realmente lo hacía, siempre extrañaría aquellos momentos con su hermano. Pero, ya saben, una mascota siempre es diferente— Es... difícil, supongo.

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La visita de Jeongin dejó a Hyunjin con un tema el cual sabía le estaría rondando por la cabeza por lo menos un par de días. No se equivocó. Es verdad cuando dijo que de niño siempre quiso una mascota, pero debido a la situación que vivía con su familia se le hacía imposible. Además, ahora que lo analizaba mejor, una mascota es como un hijo, conlleva una gran responsabilidad.

・:*  Pet › HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora