Por Un Solo Recuerdo Feliz

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Descargo de Responsabilidad: Los personajes de Harry Potter, pertenecen de forma exclusiva a su autora J.K Rowling, yo únicamente poseo la historia

En la sala de estar de Grimmauld Place, Draco Malfoy, solamente suspiraba profundamente, ahora oficialmente, sentía alivio, enorme alivio de, no estar más relacionado con Lucius y Narcissa, es más, estaba que hacia una fiesta a lo grande, pero sabían que Potter y Compañía, no eran precisamente modelos de invitados, además estaba en casa ajena, y él sabe respetar, que la última vez, sus padres muggles, hayan ido a la policia a sacarlo de la cárcel, por invasión en propiedad privada, no tenía nada que ver. Gaya que le leía los pensamientos, ese se pasó, no sabía si sentir lastima por Potter y los demás, ese seguía liberándose, y definitivamente, los Weasley desearan que se hubiera quedado como el imbécil Malfoy, y era mucho que decir.
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-Draco sabes que soy, experta en leer mentes-suspira Gaya

-Y eso que-dice Draco-yo era experto en Oclumencia, y con mi pasado de egocentrista, no me pasee por todo Hogwarts, por una vez, Potter es testigo de ello.

Gaya rodo los ojos, cuando Harry totalmente confundido, asentia

-¡Un momento aquí¡-exclama dramáticamente Draco-estas invadiendo mi mente, y sin permiso-Gaya rodo los ojos, Vigo y Serena rieron a lo grande-eso es crimen donde se vea, invasión a la propiedad, quien te viera Gaya, con tu belleza y eres pura maldad, eso es para no creerlo.

Todos sorprendidos de la actitud del rubio, pero Lily se sorprendió, presentía que no era la primera vez, que escuchaba eso, pero de quien, vio que James, Sirius y Remus estaban en la misma.

-Sabes Gaya-dice Draco-esa necesidad de las mujeres, de meterse en la vida ajena, eso contigo, está más que comprobado.

-Oye-gritan Serena, Lily a la vez

-Pero es la verdad-dice inocentemente Draco-a ver, piénselo señora Potter, yo con el don que tengo, pude entrar a la mente de su hijo, y jamás lo hice, nunca-Harry se sorprendió, Lily asombradamente asintió-bueno si generalice, lo siento, por eso no confié en Gaya, para la defensa de los derechos de las mujeres, con esa-señalando a Gaya-con esa no tienen defensa alguna, señora Lily, no lo digo yo, lo dice los hechos que hemos visto.

Nadie sabía que decir, Harry trago grueso, sentía la furia de Gaya a lo grande.

-Tu-dice furiosamente Gaya-quieres dejar, de sacarme de mis casillas.

-Pero nunca ha sido mi intención-responde Draco-que lo disfrute a lo grande, ya es otra cosa.

Vigo suspiro, ese mocoso, si, ese mocoso sin recordar a sus padres, estaba siguiendo, los pasos de su madre, sin saberlo.

-Draco-dice más furiosamente Gaya, esto era sumamente familiar, cierta bruja fue la única, en sacarla de sus casillas, aun amándola de por vida.

-Gaya-dice inocentemente Draco-ese es tu nombre verdad, y que sea único, otra vez que escuche los cincos nombres del director de una, y sí que huyo de una, y de por vida.

-En realidad-dice Vigo-el mocoso tiene buen punto-Draco lo miro a matar-es decir, quienes se aguantan a Albus, diciendo soy Albus Percival Wolfrum Dumblendore, en serio, que eso es  martirio para todos.

Ahí Gaya le daba la razón, todos se la daban.

-Bien, esto es más largo, que los cuentos de Zabini con la historia funeraria de su familia-suspira Draco-un día a la vez, un día que la pareja de su madre paso a mejor vida, eso nadie lo vio, una viuda negra, en su máxima potencia, esa señora Zabini, esa es asesinar de una, preguntar después.

Nadie decía nada, lo peor es que Harry le daba la razón, eso de lejos era lo peor.

-Entonces Gaya querida-sonríe Draco-pacientemente, sigo esperando, y que yo espere, es un lujo que no todos se pueden dar, siéntete  muy afortunada de ello.

El Renacer del Ultimo DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora