18° (Minlix opcional)

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5 meses después

Las cosas parecían estar más tranquilas entre todos, los ocho chicos salían juntos y aunque Félix salía poco con ellos Minho intentaba acercarse a él pues de verdad había llamado su atención
-Anda, yo sé que tú sabes cuál es la dirección de su trabajo-pidió por décima vez el mayor
-¿Como piensas que yo lo sé?-Jisung lo miro molesto pues se había pasado toda la mañana preguntado por la dirección de dónde el australiano trabajaba y no le había dejado ver sus caricaturas
-Porque tu haz comprado camarones para la cena y dijiste que era de dónde trabajaba ese chico-el menor lo miro riendo
-Touche-dejo de lado su chocolate y lo miro
-Te doy la dirección con una condición-el mayor asintió
-Esta bien ¿cuál es?-el mayor suspiro mirándolo con atención
-Que seas mi esclavo toda la semana-el mayor abrió los ojos grande negando
-Eso ni lo sueñes Han Jisung-el menor se encogió de hombros sacudiendo su ropa
-Entonces no tendrás la dirección-respondió burlón
-Tres días-
-Una semana-
-Tres días-
-Dos semanas-
-Tres días y...te dejo usar mi moto-
-Hecho-Minho sabía que iba a arrepentirse pero debía conocer a ese chico tan hermoso de voz gruesa que lo había cautivado
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Félix suspira por quinta vez, sacando del congelador un par de atúnes y salmón cargandolos hasta el mostrador sonriendoles a la pareja preparándolos como se lo pidieron
-Listos, serían $200 dólares-cobró despidiendo a la pareja, iban a dar las 10 pero el debía quedarse a hacer el inventario y probablemente saldría de ahí hasta las 11:30 pm, mañana debía llegar a las  6:00 am a la escuela para hacer una exposición
Si, la vida de Félix era complicada pero era mejor darles una preocupación menos a sus padres y trabajar por lo que quería que no hacer nada
-Buenas noches, me puedes dar medio de camarones y tú número ¿por favor?-Félix miró hacia la puerta sonrojandose al ver al chico que le coqueteaba
-Claro, ahora vuelvo-sonrie amable y los saca del refrigerador mirándolo mientras Minho se acercaba
-Hace bastante frío hoy ¿no es así?-el menor asintió pesando los camarones en una bolsa
-Si así es-el mayor lo miro
-¿Tus manos no se congelan cuando tomas los pescados del refrigerador?-el australiano negó
-Hay bastante hielo pero solía jugar con la nieve en australiana y era más frío-el chico sonrió al recordar cómo jugaba batallas de bolas de nieve con sus hermanas, su madre hacia lo posible para mantenerlos abrigados pero al tener pocos recursos ellos jamás habían tenido guantes para el frío por lo que tenían que jugar con las manos desnudas
-¿Hace más frío en australia? Chan hyung es de ahí y dice que si te abrigas bien hace menos frío que aquí-el menor se encogió de hombros
-Bueno, cuando era niño debía aguantarme el frío, no tenía muchos suéteres-el mayor borró su sonrisa al escucharlo
-Lo siento, no debí...-
-Esta bien, no te preocupes aún así siento que es menos frío aquí-el mayor asintió mordiendo su labio, no debió haber preguntado
-Desde que te ví, no he podido apartar mi vista de ti-mencionó el mayor tratando de cambiar de tema metiendo sus manos en su chaqueta
-Eh bueno yo...-
-Y quisiera invitarte a salir-el pecoso lo miro sonrojado
-Yo..n-no puedo...-bajo la mirada sonrojado, aveces odiaba no poder ser como un adolescente normal que tenía tiempo para salir con sus amigos, pero no tenía tiempo ni amigos
-Bueno, podemos ir por un café cuando acabe tu turno-el mayor miro su reloj, eran cinco para las diez y Minho sonrió
-Lo siento, no puedo-repitió pesando los camarones
-Vamos, tu turno acaba en cinco minutos y hay una cafetería cerca
-Debo hacer el inventario y no quisiera que te quedarás conmigo desperdiciando tu noche-suspiro y cerro la bolsa de plástico con los camarones dentro
-Yo decido en que gastar mi tiempo, quiero conocerte Félix-el mencionado lo miro sonrojado negando
-No soy un chico interesante, apenas tengo tiempo de respirar y...-el menor trago tratando de aguantar sus lágrimas
-¿Y?-insitó a qué continuará hablando
-Ya estoy por cerrar, son $50 dólares por favor-el mayor asintió un poco desanimado pagandole
-No voy a rendirme tan fácil-dió la vuelta y se fue mientras el australiano cerraba la tienda llorando en silencio
No era la primera vez que intentaban conocerlo, muchos chicos y chicas de la universidad lo habían intentado pero al tener poco tiempo para ellos simplemente se alejaban sin dar explicaciones y el corazón de Félix no quería seguir sufriendo, aveces se sentía tan solo e incomprendido que quería renunciar a todo pero no podía, había prometido a su familia regresar haciéndolos sentirse orgullosos y eso iba a ser apesar de que su corazón sufriera y se sintiera dentro de un enorme agujero del cual no podía salir

Destino [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora