857 76 26
                                    

"No hay nada que incremente más la lujuria que lo prohibido."

mientras caminaba con su hermana en su espalda, trataba de pensar el mejor momento para comenzar la primera parte de su proyecto, cuando ya iban a una cuadra de la Iglesia decidió iniciar.

"ay Dios mío, mamá, me acabo de dar cuenta que dejé mi celular en la Iglesia" fingió desesperación

"tranquilo hijo, ve a buscarlo, ¿quieres que te acompañemos?" pregunto mientras veía como el mismo bajaba a su hermana de su espalda

"no, no se preocupen, iré yo y luego puede que me vaya a la casa de Tho un rato y luego les avisaré si me quedaré ahí o no, quedamos de vernos luego de la misa" avisó comenzando a caminar.

"okey, mi cielo, cuídate y que Dios te bendiga" dijo despidiéndose.

camino calmadamente a la Iglesia, no quedaba para nada lejos hasta que notó como alguien iba saliendo dándole la espalda, por precaución decidió esconderse en un arbusto para divisar mejor quien era, notó que era el chico que lo miraba mal por lo que celebró internamente el como su plan iba tal cual lo había imaginado.

espero unos minutos en la misma posición y ya cuando el acólito estaba lo suficientemente lejos, ingreso a la Iglesia.

las puertas no tenían seguro aún por lo que entró fácilmente, gracias a la antigüedad de la Iglesia; las puertas sonaron al moverse, no le importó, era perfecto así.

"ahm... ¡Leo...! deje mi celular aquí por accidente, pasaré a buscarlo y me iré rápidamen-" frenó en seco cuando notó que el celular no estaba.

ahora si iba a entrar en pánico.

"no me jodas, ¿donde mierda habrá quedado?" se acercó para buscarlo en el suelo y en los bancos próximos a donde se suponía que debía estar el celular.

"¿esta buscando algo, señorito?" preguntó con ironía

"mi celular, por accidente lo deje aquí y-" dejó de hablar al notar como Leo estaba vestido con una camisa negra y pantalones rectos del mismo color, se veía increíblemente atractivo.

"tu celular lo tengo yo, suponía que era tuyo ya que la carcasa combina con lo poco que sé de tu personalidad" sonrió extendiendo su mano hacia Fiat dándole la señal para que se levantara.

"oh, ¿donde está? ¿podría entregarmelo?" preguntó el menor

"esta en la Sacristía, acompáñame" lo guió hacia la ubicación nombrada y al entrar, Fiat quedó sorprendido por todo lo que sus ojos observaban, el poco sol que quedaba de la tarde hacia que los cristales de la ventana se reflejarán creando una ilusión óptica magnífica, toda la habitación la cual tenia un gran mesón al medio y en la pared se veía una gran colección de libros, era descripción de lugar puro y santificado.

"este lugar es muy lindo ¿usted pasa mucho tiempo aquí?" preguntó aún observando detalladamente cada rincón de la habitación.

"debo hacerlo, dependiendo de las actividades que tenga en el día, es a que hora llego, por lo general llego a las 2 de la tarde para esperar la misa de las 6, durante todo ese tiempo, leo o estudio, no me gusta perder mi tiempo" explicó Leo caminando por el borde de la mesa con el objetivo de llegar a la parte superior de ella la cual daba la espalda hacia el gran ventanal.

"entonces debería darme mi celular para irme y no hacerlo perder su tiempo, ¿no cree... Señor?" soltó sin más el apodo provocando un escalofríos en el mayor gracias a la manera en la que lo pronunció.

"no eres una perdida de tiempo, Fiat" sonrió sentándose dándole la espalda al ventanal, esta posición hacia que gracias a que Fiat estaba ubicado en la otra esquina, pudiera ver como Leo interrumpía el transcurso de la luz y esta lo iluminará a su alrededor, ¿será que lo veía tan majestuoso gracias a lo tan loco que estaba por él?

The Priest | LeoFiatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora