Poder (#1 Los 7 Elementos)

CAPÍTULO 2

JAMES

Lunes 13 de Abril, 8:30 a.m.

Siento las gotas de agua impactando sobre mi espalda desnuda, mientras paso la barra de jabón sobre mi cuerpo.

Termino de ducharme, me envuelvo en mi toalla y salgo de la ducha.

Me dirijo hacia el espejo y admiro mi reflejo: piel blanca, ojos de color marrón claro, cabello color rubio , con una nariz chica y labios no tan grandes pero no tan pequeños.

Voy hacia mi habitación y me visto. Salgo de mi habitación bajo las escaleras, y me dirijo hacia la cocina donde mi mamá está preparando mi desayuno.

Me siento en una de las sillas que está en la mesa de la cocina esperando a que mi mamá me sirva mi desayuno.

Mi padre nos abandonó cuado nací, mi madre me ha criado por su cuenta.

-Y ¿Puedo preguntar donde quedó el 'Buenos Dias Mamá' ?- me dice frunciendo el ceño.

-Lo siento, estoy preocupado, se me olvido por completo- le respondo con la cabeza abajo, luego levanto la cabeza con una sonrisa falsa diciendo- Buenos Dias Mamá.

Mi madre me mira entrecerrando los ojos y me dice -¿Qué pasa?

-Nada.

-Vamos cariño, puedes contarme lo que sea, soy tu madre y amiga- me dice mientras sonríe y roza sus dedos con mi mejilla .

La miro y le digo -Es difícil ... - me muerdo el labio -Es difícil sabes.

-¿Qué cosa es difícil?

-Es dificil ser el nerd del colegio. Quiero ser como los demás.

-El mejor consejo que te puedo dar es que tú tienes que ser quien eres, eres una de las mejores personas del mundo  -me da un beso en mi frente para luego decirme- Recuerda que te quiero mucho James.

Me quedo mirando fijamente a mi madre, ella es bonita, aunque no se parece mucho a mi. Tiene la piel blanca, ojos marrones oscuros, cabello pelirrojo, cortado hasta la altura de sus hombros, y una nariz un toque respingada.

-Yo también te quiero mamá- le digo con una sonrisa en la cara.

Ella se da media vuelta y regresa a freir los panqueques.

Me levanto de la mesa y empiezo a preparar un vaso con zumo de naranja.

Corto las naranjas en dos con un cuchillo finamente afilado, las exprimo en el vaso hasta llenarlo, lo tomo rápidamente y regreso a la mesa.

Mi madre deposita un plato con panqueques en el centro de la mesa, pincho uno con mi tenedor, con mis manos lo enrollo y lo empiezo a comer.

Despues de comer tres, agarro mi mochila, me despido de mi mamá con un beso en la frente y me dirijo hacia la puerta.

Estaba a punto de salir cuand noté que había un sobre en frente en el piso -probablemente lo deslizaron por debajo de la puerta- lo levanto y leo lo que dice: EXPERIMENTO #70647.

Estaba a punto de abrirlo cuando mi madre me lo quitó de mis manos y me dijo tratando de hacer una sonrisa pero veía su cara de preocupación. -Debieron haberse equivocado de dirección. Bueno, anda a la escuela que llegarás tarde.

Me empujó hacia la puerta y la cerró rápidamente.

No sabía que significaba eso pero sabía que no se habían equivocado de dirección.

Bajé las escaleras del edificio, vivo en el séptimo piso de un edificio, hay un ascensor pero preferí tomar las escaleras. Vivo cerca a la escuela así que no tardo mucho en llegar.

Todo el camino pensé en que significaba esa carta, hasta donde sé mi mamá trabaja en una inmobiliaria, vendiendo casas. ¿Por qué le enviarían esa carta? Si pienso más en eso me volveré loco.

Trato de apartar ese pensamieto de mi mente y sigo la ruta hacia la escuela.

Llego a la escuela y me dirijo hacia mi casillero. En el camino veo a Harry, Caleb y Matt. Esos tres son los "populares". Ellos juegan football y tienen a todas las chicas a sus pies.

Sigo caminando con la cabeza abajo, no me gusta mantener contacto visual con las personas, me da una sensación extraña, como si pudieran verme por dentro.

Matt me golpea con su hombro al pasar y hace que mis libros impacten al suelo y yo caiga de rodillas, Caleb se ríe con Matt pero Harry no.

-Dejenlo en paz, no les ha hecho nada- dijo mientras me ayudo a recoger mis libros.

Me paré y seguía mirando abajo, no quería hablar con él, ni con ninguno de esos chicos.

-Toma- dijo Harry mientras me alcanzaba mi bolígrafo que estaba en el suelo.

-Gracias- dije, lo tomé rápidamente y salí corriendo.

-De nada- gritó y apenas lo pude escuchar, mis latidos del corazón los sentía en mis orejas.

Volteo al final del corredor y me dirigo a mi clase de Literatura.

Cuando entroveo que la mitad de la clase ya está en el salón y el maestro Smith está sentado detrás de su escritorio. El maestro Smith debe tener entre cincuenta a cintuenta y cinco años,  tiene piel blanca, ojos grandes y verdes, nariz aguileña y cabello negro.

-Señor Brent, gusto en verlo- me dice el maestro Smith estrechando su mano hacia mí.

-Igualmente- le digo con una sonrisa.

-Por favor, tome asiento- me dice señalando mi sitio.

-Gracias- le digo y luego procedo a sentarme.

Smith es el mi maestro favorito.

La clase empieza y presto atención hasta que alguien a la mitad de la clase toca la puerta del salón de clases y llama mi atención.

-Disculpen chicos- dice Smith.

Abre la puerta ligeramente y saca su cabeza para ver quien es, luego dirige su mirada a nosotros y nos dice -Bueno, prece que tenemos a un nuevo integrante.

Abre completamente la puerta y cuando levanto la mirada un millón de pensamientos invaden mi mente.