🍡ೖ◌ུ̫ ყoᥙ ᥲɾᥱ ρᥱɾƒᥱᥴtﾞ̥ំะ♡̸

sorry. . .

Kazuha había vuelto del trabajo, estaba realmente agotado. Esta mañana no pudo desayunar ya que se despertó demasiado tarde, de hecho, si no fuera por una gata con hambre no se hubiera despertado.

Al llegar a casa podía escuchar unos gritos de enojo venir del piso de arriba, ya sabía de quién eran. Subió por las escaleras lentamente mientras tambaleaba un poco, abrió la puerta de la habitación y se encontro con su novio, frente la computadora, comiendo papitas.

El sonido de la puerta abriéndose alteró al más alto, se volteó a ver quién era y sus ojos se abrieron como platos al ver a su novio. Se levantó para ir a abrazarlo a lo que su novio correspondio al instante.

— Ah... lo siento, debes estar cansado... -dijo Tomo, sonaba muy nervioso- iré a... prepararte la comida...

Se soltó del abrazo y se sacó sus auriculares con orejas de gato para luego ir rápidamente hacia el piso de abajo, donde estaba la cocina.

Kazuha soltó una risa silenciosa para luego volver a bajar de las escaleras, ahora le costaba menos. Al llegar a la cocina vio como su novio corría de un lado a otro buscando ingredientes, este volteo a verlo y un leve rubor coloreo sus mejillas.

— ¿Qué quieres comer?

— Lo que te salga.

Su respuesta dejo más nervioso a Tomo, ¿Qué podría salirle si una vez casi quema agua?

Se sentó en una de las sillas, apoyando su mejilla en la fria mesa. Veía como su novio pensaba en que cocinarle hasta que se le ocurrió una idea, volvio a ver cómo este corría para buscar los ingredientes.

— ¿Qué cocinarás?

— Panqueques.

— ¿Eso no es para un desayuno?

— Bueno... si, pero es lo único que se hacer.

Kazuha soltó una risa al escuchar lo último, Tomo bajo la cabeza en respuesta.

Aproximadamente una hora después, Tomo ya habia terminado los panqueques, los sirvió en la mesa y sirvió leche en un vaso para luego dárselo a Kazuha.

El más bajo empezó a comer lentamente los panqueques, saboreandolos. Debía admitir que si sabían muy bien, se notaba que Tomo se había esforzado.

— Yo... perdón...

Dijo su novio con una voz muy suave, Kazuha lo miro como dejándolo terminar lo que quería decir, Tomo hizo una mueca.

— Debí haberte esperado con la comida lista... Yo... -su voz se empezó a quebrar, hizo silencio por un momento para suspirar profundamente- perdón... perdón por ser así...

Kazuha se hacerco a la cara de su novio, plantandole un beso en la nariz para luego acariciar su desordenado cabello.

— Aprecio que hayas dejado tus cosas solo para venir a atenderme.

— ... pero hice un desastre...

— Pero te esforzaste, tu mismo dices que la intención es lo que cuenta ¿No?

Kazuha volvió a darle un beso a su novio, está vez en la comisura de sus labios, Tomo sonrió y abrazo fuertemente a su contrario.

— En serio te amo... Prometo que haré lo posible para cambiar...

— Ya estás cambiando, al menos conmigo, eso me hace feliz...

Unieron sus labios en un corto pero dulce beso. Tomo dejo que Kazuha terminara de comer para cargarlo y llevarlo de nuevo a la habitación.

— Oh...

— ¿Qué pasa?

— No corté la llamada con mis amigos...

Kazuha soltó una risa viendo cómo Tomo volvía a sonrojarse.

— No es gracioso...

Dijo Tomo intentando defenderse, Kazuha le pellizco una mejilla y se bajó rápidamente de los brazos de su novio. Fue hacia el escritorio, donde estaba el celular de su pareja, lo agarro y corto la llamada sin persarlo.

— Ahora no podrán interrumpirnos.

Dijo Kazuha, en un tono burlón, Tomo le respondió con una risa avergonzada mientras se rascaba el cuello, empujó al más bajo hacía la cama, causando que caiga en esta.

— ¿Ya te he dicho que te amo?

Dijo para ponerse encima de su contrario, el cual le empezó a acariciar la espalda con cariño.

— No es necesario que lo hagas.

Cerraron sus ojos y volvieron a unir sus labios en un beso dulce, sin intenciones de subir de nivel. Estuvieron un tiempo dandose besos y caricias, hasta que el peliblanco soltó un bostezo.

— Deberías dormir.

— Tienes razón.

Dijo para luego acomodarse en la cama, el peli rubio apagó los luces y lo tapo con las mantas para luego acostarse junto a él.

Dormir con Kazuha era algo que le encantaba, ver su rostro tan calmado y escuchar su respiración tan suave le resultaba tan adorable. Lo abrazo fuertemente y planto un beso en su suave cabello.

— Te amo...

Susurro, para luego el tambien cerrar los ojos y caer en un sueño profundo.