Cita

Planeación

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"Por favor, móntame, habibti..."

El hacerlo con ella ya era una experiencia placentera, pero verla tener el control mientras lo hacían, apreciarla montada y rebotando encima de él, le causaba un gran placer  que nunca se hubiera podido imaginar antes.

Por otro lado ella, un poco molesta ante las palabras de él, dejó que diera las últimas estocadas antes de responder a tal petición.

"Mmmh...Estaba a poco de llegar. Espero me lo recompenses."

"Tenlo por seguro que lo haré."

Comenzó a retirarse poco a poco, hasta que dejó de sentir la firmeza de su abdomen y la calidez de su miembro dentro de ella. No le agradó sentirse vacía.

"Y...¿Cómo lo harás?" Curiosa, giró su cuerpo sobre la cama para quedar frente a él, siguiendo con sus pálidas manos un camino invisible que comenzaba desde la clavícula, subiendo por su cuello y mandíbula, hasta llegar a su nuca. Una vez ahí se encargó de jalar de manera brusca al moreno para acercarlo a sus labios y retomar otra sesión de besos salvajes y descuidados.

"Mañana...mañana tendremos...una cita..." respondió con dificultad al cuestionamiento.

"¿Y qué más?" sus labios se habían aburrido de seguir en el mismo lugar y comenzaban a explorar otros sitios.

"Te...te llevaré a una heladería..." sus manos la tomaron de las caderas y comenzaron a presionar su piel.

"Mmm...continua" comenzaba a succionar el cuello del ojiverde.

"Y te compraré un helado doble de arándano...sé que es tu favorito...joder...¿por qué tardas tanto?" comenzaba a desesperarse.

"Sigo pensándolo. ¿Qué más ofreces?" Sus manos comenzaban a descender de su nuca hacía la parte baja de su cuerpo.

"P-pagaré todos los ingredientes extra que quieras agregarle..." comenzó a sentir cómo las manos de la amatista comenzaban a bombear su longitud.

"¿Todos?" preguntó sabiendo ya la respuesta.

"Todos los que desees" comenzaba a perderse en la sensación que le provocaba con sus manos.

"Y también quiero un pay" agregó con una sonrisa traviesa en sus labios.

"También lo tendrás, amada. Te necesito...te necesito encima de mi. Por favor" comenzó a suplicar.

Sus labios se acercaron a su oído izquierdo susurrando "De acuerdo, habibi".

Sus piernas se enrollaron en su cadera con fuerza mientras sus manos dejaban de lado la tarea que minutos antes habían comenzado a hacer. Aplicó un poco de fuerza para desbalancear ambos cuerpos hacía un lado y lograr caer encima del cuerpo de su amado.

"Sabes, otra ronda de sexo con un buen oral hubiera bastado para recompensarme el cambio de posición, pero no pensé llegar tan lejos" comenzó a frotar su clitoris y sus pliegues contra él. "Sin embargo, una cita romántica contigo en la heladería suena bien. Demasiado".

"Tt, eres una tramposa, habibti" podía sentirla tan húmeda, tan lista para él.

"Un poco" sonrió. "Pero siempre sabes cómo complacerme, hablando de forma sexual o no, así que siempre seré recíproca contigo".

Elevó sus caderas y tomó con su mano derecha su pene, podía sentirlo palpitando, no lo haría esperar más a su amado, lo frotó contra ella en dos ocasiones más, en la tercera pudo sentir esa cálida y rígida sensación de nuevo, como se volvía a llenar completamente su interior.