Snow | Norman x Lectora |

Eleven

11.

Narra ______

Largué un suspiro al terminar de guindar una camiseta.

—Emma, hoy jugaremos a las traes en grupo —avisó Norman.

—¿En grupo? —preguntó Emma confundida.

—si huimos separados, la mayoría morirá —respondió Ray.

—¡Ray! —reprochó Emma al pelinegro.

—pero no lo hacen mal —hablé—. Basta con no dejarlos solos.

—huiremos en grupos capitaneados. —dijo Norman.

—Jugaremos como si fuese la huida real —dijo Ray.

—La real. —musitó Emma.

—Tengo otra propuesta. —habló Norman—Hablemos con Don y Gilda. Se los explicaremos para que sean capitanes.

—¿Y si alguno es la fuente de mamá? — preguntó Ray.

Al oír eso mis manos comenzaron a temblar. No quería que culpen a mis hermanos, no lo permitiría.

—Imposible. —hablé tratando de sonar neutral y no nerviosa—Don y Gilda no serían capaces de ser la fuente de mamá.

—Nada es imposible. —dijo Ray

—No hay problema, les tendí una trampa. —Dijo Norman sonriendo.

—Emma, ______, diré 100 posibles grupos, memorizarlos —Dijo Ray.

—¿De oído? —preguntó Emma.

Ray sonrió con gracia.

—¿No puedes? —Dijo con burlesca en su tono

—Pan comido —soltó Emma con seguridad.

(...)

Estábamos preparados para “jugar”, ibamos a prácticar como si fuese la verdadera huida, no dejaremos a nadie atrás.

—Intenten huir durante 10 minutos. —comenzó a hablar Ray.

Todos estabamos con nuestros grupos.

—Empezamos. —dicho eso pusp el cronómetro en marcha, y todos salimos corriendo.

Mi grupo iba al lado de el de Emma.

Comenzé a guiar a los niños.

—¡Siganme! —sonreí.

Seguimos corriendo, llegamos al bosque, dimos la señal al toparnos con tres caminos. Nos dividimos, con mi grupo nos fuimos a un camino.

—Bien, niños. ¡Sigan así!. —los alente.

Según los líderes deben ir de primeros pero eso deja algo desprotegido atrás, así que me mantuve alerta mientras diseñaba varios planes y escenarios donde nos atacaban por atrás, pero también por los otros lados, donde podría ser fácil encontrarnos.

Iba borrando la huellas de grupo, al menos las más visuales.

Comenzamos a caminar pero alertas.

—¿Por qué hacemos esto, ____? —preguntó una pequeña.

—Oh, es para que no se oiga tanto nuestras pisadas, no queremos que Ray nos atrapé. —expliqué.

Oí algo crujir, me di la vuelta bruscamente, no vi nada, me concentré en el sonido, oí unas pisadas rápidas.

—Ray… —musite.

Fruncí el seño.

—Okey, niños, vamos, cuando le de la señal se dividen, nos encontraremos en las rocas altas. —dije rápidamente antes de correr.