Mara, una chica de 17 años decide viajar a algún lugar remoto de la tierra donde pueda tener una vida sencilla y ser nadie.
Despues de días viajando en carretera por un inconveniente se encuentra con Liebe, un pueblito en medio de la nada rodeado de...
-Ya basta abuela- dice el chico que estaba apoyado en el mostrador viendo a una señora que estaba parada al otro lado -No necesito que mi abuela busque mis relaciones sociales-
-Solo digo que me preocupa que no tengas amigos. Tienes 18 y ya terminaste la secundaria. Ni siquiera tuviste una novia. Espera... será que te gustan los chicos... No tengo ningún problema con eso sabes que- el chico la interrumpe
-No me gustan los chicos. Me gustan las chicas y ya basta-
-Sabes que te puedo conseguir alguna noviecita si eso es lo que te cuesta, vienen muchas chicas lindas al restaurante-
-Abuela- le dice casi gritando -Solo vine a leer porque en casa no se encuentra un solo lugar a donde haya silencio. No a escuchar como quieres conseguirme una novia-
-Esta bien, esta bien. Pero- suena la campana del local interrumpiendo su charla -Luego hablamos- el chico pone los ojos en blanco
-Me puedes hacer un licuado al menos-
-Si- le responde y dirije su mirada a la chica que acaba de entrar -Bienvenida a Star- El chico al darse vuelta ve a una joven con un suéter de hilo de color celeste, unos Jean y unas zapatillas con plataforma alta. Se notaba que no era de por aquí, pero no le dio importancia y se fue a sentar en una mesa al lado de una gran ventana con su libro. -Buenas tardes- dice Mara sentándose en una banca frente al mostrador -Me podría dar un menú para...- comienza a hablar pero la señora la interrumpe
-Lo siento linda pero... ¿Cuántos años tienes?-
-17 ¿Por qué...?- le responde Mara con intriga y nervios de que le diga algo feo
-¿No te gustaría sentarte con el chico de allá?- Mara se da vuelta y ve al chico que estaba parado hace un rato, justo en ese instante el chico golpea la mesa pero no tan fuerte. Claro esta que su abuela sabia por que lo hacía, una persona normal no podía haber escuchado su conversaciones pero él sí. Porque él no es del todo normal.
-Mmm... claro- le contesta y se dirije hacia el chico con un poco de nervios -Hola...- dice agachandose a él -Disculpa, pero la señora del mostrador me pidió que me siente contigo- él chico mira a la señora y no le contesta -Pero si te molesta me puedo sentar en otro lado. No tengo problema- se incorpora y empieza a buscar una mesa que sea de su agrado, pero en ese momento el chico la tira de la manga de su suéter.
-Espera. Siéntate, no me molesta-
-Okey- le dice ella y se sienta al frente de él. Llevaba un Jean color azul oscuro y una remera que tenia pintado un bosque en diferentes tonos negros que le convinaba. Tiene el cabello oscuro casi negro y unos ojos claros que no se podia definir en un solo color. Tal vez verdes... o celestes o miel, la verdad no se -Mara- dice extendiendo su mano
-Liam, un placer conocerte- le responde estrechandole la mano
-¿Qué me recomiendas para comer?- le pregunta Mara con una sonrisa cuando agarra el menú que estaba arriba de la mesa
-Todo es muy rico, los licuados en especial- como ella no le contesta ya que estaba concentrada leyendo el menú mientras juguetea con su arito, él agarra su libro y empieza a leer. Luego de unos minutos se acerca su abuela.
-Aquí tiene cariño- dice ella cuando le da su licuado y él aparta un poco su libro -Linda- dirije su mirada a Mara -¿Ya sabes que vas a pedir?-
-Mmm... Unas papas fritas con salsa de queso y- mira al chico que estaba sentado al frente de ella pero él no despega su vista del libro -Un licuado- mira a la señora -De vainilla si puede ser-
-Claro linda. En unos minutos te lo traigo- Mara le da las gracias y la señora se dirije a la cocina. Como Liam ni siquiera la mira, ella decide empezar la conversación -¿Esta interesante?- le pregunta refiriéndose a su lectura
-Si... si- le responde, y como nota que la conversación no fluye agarra su teléfono para distraerse y no molestar más al chico. Lo que Mara no sabe es que él no estaba leyendo de verdad, sino que estaba fingiendo mientras escuchaba a su abuela. Cosas como ~Este chico que no se da cuenta de lo que tiene adelante~ refiriéndose a Mara. O ~No se da cuenta que puede empezar una conversación~ Ya sabia las intenciones que tenía su abuela con respecto a ella. Pero Liam piensa que no es su tipo de chica, aunque ni el sabe cual es su tipo. La ve muy perfecta y delicada, cosa que no funcionaria con él. Por un momento levanta su mirada para verla y sintió algo, algo que no puede describir, algo que hizo que su ritmo cardíaco se viera afectado. La empezó a oler. Si. A oler. Leyeron bien. A través del aroma se puede sentir como se siente esa persona, sus emociones o directamente como es. Pero Liam no olía nada en particular, estaba todo mezclado y no sabía que aroma era. No lo podía distinguir. Olía a.. olía a... -Amor- dice Mara en voz alta casi gritando y Liam se empezó a ruborizar. Porque si. Él había llegado a la conclusión de que Mara olía a Amor aunque nose que aroma sería ese -Upsis ¿Lo dije en voz alta?- pregunta y Liam asiente lentamente
-Pero...- no se atreve a preguntar -¿Qué es amor?-
-Liebe- le contesta Mara y deja su celular a un lado. Liam cada vez estaba más perdido -Liebe. El nombre del pueblo. Es amor en alemán- como él no me contesta ella sigue hablando -¿Nunca te lo habías puesto a pesar?-
-En realidad... no- después de su respuesta hubo un silencio incómodo ya que prácticamente eran dos desconocidos. Pero Mara se armo de valor y decido sacar un nuevo tema para hablar
-¿Cuantos años tienes Liam?-
-18- le contesta seco, para que Liam no sabe como empezar una conversión. En realidad, él ya sabía la edad de ella ya que habia escuchado lo que le habia dicho a su abuela. Pero luego de unos segundos decidió preguntarle de igual forma -¿Y vos?-
-17 y ya termine la secundaria- cuando escucho eso, Liam la miro fijo por un mini segundo y luego dirijio su mirada al libro
-¿Ya sabes que quieres estudiar?- le preguntó y escucho como su abuela decía ~Muy bien Liam. Así se empieza una conversación~ ~Sabes que te puede escuchar no?~ le dice el cocinero ~Shh. Calla. Que quiero escuchar~ pero él no le dio importancia a esas voces o eso intento ya que se sintió nervioso al saber que le estaban prestando demasiada atención.
-En realidad... nose si quiero estudiar. Estaba viajando por carretera cuando mi auto empezó hacer unos ruidos así que termine aquí. Me voy a quedar por tres noche... creo- le responde -Vos sabes que quere hacer con tu preciada vida adulta- le pregunta juguetonamente
-Todavía nose que voy a estudiar. Pero se que quiero estudiar. Tal vez algo que tenga que ver con economía o informática- le responde pero decide cambiar de tema ya que es algo que no le gusta pensar -¿Y que te está pareciendo Liebe?-
-¿Amor?- pregunta ella entre risas y el asiente sonriendo -Pues... por los 20 minutos que llevo aquí- se hace la pensativa -Me agrada. Parece un lugar tranquilo. Aunque no tengo a nadie que me de una recorrida por el pueblo para conocer lugares- dice mirándolo dulcemente para que él se ofrezca, como no le contesta, sigue hablando -¿Tu conoces a alguien que me muestre el lugar?-
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