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Era el comienzo de clases después de las vacaciones de verano, Jay quien no había podido disfrutarlas del todo llegaba mal humorado, odiaba los inicios de clases.

—Hey Jay —saludó su amigo el cual corrió hacía el chico.—¿Qué tal tus vacaciones? —le preguntó sonriente.

—Del asco, el verano no es para estudiar —musitó, tan sólo de recordar que pasó su verano en clases de recuperación lo molestaba.

Su amigo rió levemente y ambos caminaron hacía el que sería su nuevo salón.

Mientras tanto por otro lado se encontraba llegando a la escuela una chica con un montón de libros en sus manos.

—¡Jeongin! —chilló una castaña acercándose a ella y tomando la mitad de sus libros.

—Ellen es lindo verte otra vez —exclamó dulcemente.—¿Qué tal tus vacaciones? —le preguntó.

—¡Increíbles!, volví a mi país a visitar a mis abuelos —soltó con entusiasmo.— ¿y tú? ¿siempre si hiciste tus estudios extracurriculares en el verano? —cuestionó con curiosidad.

Jeongin asintió con la cabeza y ambas entraron al salón, se acercaron a los casilleros y Jeongin ponía sus libros en el suyo.

—Si los hice, tuve que lidiar con un montón de vagos pero me dieron el certificado de haberlos hecho —vociferó entre risas.

Ambas chicas se sentaron en pupitres juntos y siguieron hablando de sus vacaciones.

Durante ese mismo momento un chico totalmente desorientado entró a la escuela.

—Disculpa, ¿sabes dónde queda la oficina de profesores? —le preguntó a un chico que se encontraba a su lado el cual negó con la cabeza.

—También estoy perdido, recién hoy es mi primer día —confesó nerviosamente.

Ambos preguntaron a un maestro el cual pasó y el los llevó a ambos los cuales tenían que esperar hasta que consiguieran un guía.

—Para matar el tiempo deberíamos de conocernos, mi nombre es Jake —mencionó suavemente.

—Soy Riki —enunció.— perdón si no hablo muy bien aún, mi coreano no es muy fluido —agregó con una pequeña risa nerviosa.

Los chicos siguieron hablando para conocerse en lo que el timbre sonaba y les asignaban un guía.

Ese mismo día en el mismo momento Sunoo se encontraba invitando a sus amigos a una fiesta que haría por el inicio del año escolar.

—Ya tengo todo solo falta comprar lo que beberemos —chilló con emoción.

—¿Ese chico es nuevo en el salón? —preguntó su amigo al ver entrar a un chico que se miraba tímido.

—Iré a hablarle —anunció Sunoo y se dirigió al chico el cual ya había tomado asiento.

—Hola, ¿eres nuevo en esta clase verdad? —cuestionó y el chico el cual estaba a punto de ponerse sus audífonos asintió con la cabeza.—Soy Kim Sunoo, ven y siéntate con nosotros para que no estés solo —sugirió amablemente.

El chico lo pensó y momento y después se paró, Sunoo sonrió.

—Aún no me has dicho tu nombre —le dijo mientras caminaban a un asiento libre a un lado de él.

—Soy Park Sunghoon —exclamó.

En ese mismo momento y en el pasillo de la entrada una chica se encontraba viendo la pizarra de anuncios, quería inscribirse a un club de deportes antes de que se llenaran los cupos.

RenacientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora