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El escenario lentamente era desmontado de los equipos de sonido al igual que decoraciones usadas como fondo, las centenas de sillas esparcidas en un orden perfecto frente a ésta eran recogidas al verse abandonadas por el público.

Los ahora recién graduados y ex compañeros hablaban entre si despidiéndose o llorando por la triste separación de sus vidas individuales.

—Que dramáticos, aún tenemos toda la noche para la fiesta— observabas desde una ventana en la segunda planta de el edificio educativo, rodaste los ojos al presenciar la patética escena de dos chicas llorando a cantaros tomándose de la mano —Se supone que esas dos son vecinas, no es como si no se volviera a ver luego de esto— resoplaste cansada comenzando a caminar por el baldío pasillo, se supone que estaba prohibido que estuvieran dentro de la instalación pero a quien le importa —Estos tacones me están matando.

Te apoyaste en una de las paredes para quitarte el calzado sin peligro a caerte, agradeciste mentalmente la sesión de spa que tuviste con tu hermana el día anterior y la hermosa pedicura que te hicieron. Ahora con la túnica y el sombrero de graduación en colgando de tu brazo y en la otra tus tacones aguja.

El suelo estaba frio pero preferías eso a seguir con el calzado tortuoso. Solo a ti se te ocurre usar tacones nuevos un día en el que tendrás que ir de aquí para allá, subiendo y bajando escaleras.

Estando a la vuelta de las escaleras escuchaste risas masculinas que te detuvieron al instante, en caso de que fueran alguno de tus compañeros te negabas rotundamente a que te vieran así. Volviste a ponerte tu tortura encarnada en unos bonitos tacones y regresaste a la andanza. Claramente al escuchar el peculiar sonido de éste golpeando en el suelo, los jóvenes detuvieron toda conversación entre ellos mirando hacia la segunda planta de donde se acercaba. Los cuatro hombres y la chica soltaron un suspiro al versen las caras y reconocerse.

—Kobayashi-san ¿Qué hace por aquí?— Pregunto el platinado de bonito rostro despreocupado.

—Nada, solo me burlaba de mis ridículos compañeros— bajas los escalones hasta el descanso a mitad de éstas donde ellos se encontraban parados —Sin ofender— aclaraste al ver sus caras ofendidas, aquel grupito de pandilleros eran de los pocos que soportabas de tu clase e Instituto en general, aunque tampoco eran cercanos ya que preferías mantenerte lejos de los problemas que siempre estaban metidos.

—¿Iras a la fiesta de mas tarde?— Akashi le dio una calada a su cigarrillo ofreciéndote uno que con algo de duda aceptaste.

—Probablemente, tengo ganas de emborracharme y follar con algun desconocido— te encogiste de hombro al verlos sorprendidos.

—¿Qué hay de tu novio entonces?— curioseó el gran Arashi con afán llamando tu atención, repentinamente los cuatro se veía interesados en tu respuesta.

—Termine con ese hijo de puta hace una semana— bufaste con enfado dándole una gran calado al cilindro entré tus labios.

Pudiste ver como Akashi le daba un codazo poco disimulado en las costillas a Sano que estaba a su lado y no había hablado en ningún momento, preferiste ignorar esa acción y no sacar conclusiones apresuradas aunque creías saber por donde iban los tiros. Shinichiro Sano no sabía disimular sus enamoramientos.

—Por como lo dices no creo que terminaron bien— Se burlo Imaushi.

—Aquí donde me ves soy uno de los renos de santa, apenas puedo pasar por una puerta con los cachos que me cargo— ironizas sacándole risas a los amigos.

—Que imbécil ¿Cómo se atrevería a serle infiel a Kobayashi?— se quejó Akashi.

—¡Verdad!— le diste la razón —Como se atreve a hacerme algo así a mí con lo divina que estoy— contoneaste tu cabello hacia atrás con soberbia haciendo que rieran nuevamente y pronto te les uniste.

La charla continuo hasta que acabaste por completo tu cigarrillo y revisaste tu imagen para salir de allí, miraste a los chicos, más específico al alto pelinegro que mantenía la mirada perdida y no habló nunca, quizás…

—Oye Shinichiro, te espero esta noche en la fiesta— estabas a punto de bajar los escalones por lo que solo lo visto por sobre tu hombro y le sonreíste.

Que sea lo que tu libido quiera.

N/a: No se cuantas partes vaya a tener esto

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N/a: No se cuantas partes vaya a tener esto.

One Shot Shinichiro SanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora