Su alarma sonó sin falta una vez más, a las 8 en punto. El frío del exterior no podía traspasar sus sábanas, lo cual era reconfortante para todo su cuerpo. El ambiente era tan cómodo que no quería levantarse de su cama pero, tenía que mirar al amor de su vida como ya era costumbre.
Por la mañana, antes de comenzar su rutina, solía mirar a la nada mientras se perdía en sus pensamientos y recuerdos, que en su mayoría eran junto a Louis siendo feliz.
"-¿Dónde estamos Harry?-preguntó el ojiazul al sentirse un poco perdido. No reconocía el lugar hacia el que iban, solo lograba mirar la pequeña línea azul que indicaba que se acercaban al océano, pero seguía sin saber con exactitud en qué parte del mapa se ubicaban.
- Queti-respondió Harry, quién tenía su mirada fija en el camino de tierra que había tomado.
- Grosero pelado-dijo con falso enojo-. Estoy viendo como poco a poco aparece el azul del océano -prosiguió Louis con tono de: 'entonces ya se hacía donde vamos.'
- Cállate.
- Cállame-respondió el chico con tono pícaro.
- Ya casi llegamos, no molestes amor.
- Me voy a callar solo porque me dijiste amor, ¿está bien? No porque te haga caso.
- Haz lo que quieras entonces pero no me pongas más nervioso.
Ante esas palabras el chico de ojos azules tomó la mano de Harry y entrelazó sus dedos. Esta simple muestra de cariño y caricias era capaz de relajar al contrario para calmar su estrés o nerviosismo.
- Cariño...
- No te pongas de cursi ahora, espera a que lleguemos al lugar.
- ¿Falta mucho?
- No.
- ¿Ya merito llegamos?
- No.
- ¿Entonces?
- ¡Louis!
- Está bien, me callaré para que tu sorpresa salga como la deseas.
- Gracias, te amo.
Cada vez que su chico decía esas dos palabras, se llenaba de felicidad y emoción.
- También te amo corazón.
Los chicos llegaron por fin al lugar de destino, el cual les había quedado lejos porque venían desde la escuela donde fue la graduación de Louis. El chico había concluido su entrenamiento como marine después de varios años de esfuerzo y dedicación.
- Amor...
- ¿Qué pasa?-preguntó Harry mientras se bajaba del coche.
- ¿Me trajiste aquí como sorpresa porque me iré al mar por cinco días?-comenzó a decir-. Aunque tal vez estamos aquí porque... ¿Es mi regalo de graduación?
El mayor de los novios tendría que cumplir con su primera misión como protector del mar y la ciudadanía. Se dice que la primera vez que te alejas de tus familiares como parte del ejército de la marina puede ser difícil y aterradora, porque no siempre sabes cuando te encontrarás con una amenaza que pueda terminar con tu vida.
- Es por las dos cosas cariño... Estoy feliz y muy orgulloso de ti, aunque se que te extrañaré mucho.
Louis se rodeó el carro y se acercó hacia su amado para tomarlo nuevamente de la mano.