Pasaron unos días, nada nuevo sobre el trabajo actual de Amelie. Ella realmente no quería involucrarse como actriz, por lo que convenció a Valentino para que siguiera su misma rutina en el bar del estudio, siempre y cuando él eligiera quién podría ofrecer los servicios.
Durante las mañanas solía merendar café caliente acompañado de ricas galletas de canela, nunca debían de faltar.
Estaba lista para darle un mordisco a su galleta hasta que Vox entró sin previo aviso.
-Mujer, este es su horario para hoy. No ha cambiado mucho, pero aún así...-. dijo revisando una de las hojas donde venía anotado las próximas presentaciones hasta que levantó la mirada y presenció a Amelie quien casi se atragantaba con la galleta por el susto.
Cómo pudo, intento limpiarse rápidamente las migajas en su rostro. -Oiga ¿Qué a usted no le enseñaron a tocar la puerta antes de entrar?-.
-Si pero éste lugar es de mi propiedad y puedo entrar a cualquier lado cuando quiera- terminó dejando las hojas frente a la mesa.
-Sabe, a veces tiene esos dotes de caballero aunque en ocasiones su egocentrismo lo abunde ¿No es así?-.
-Escucha mujer, no todos tenemos la virtud de obtener lo que uno desea y tú bien lo sabes- se acercó cara a cara, notando rastros de la galleta pegadas a sus labios de la mas bajita.
-Supongo que todavía no consigues lo que anhelas ¿Cierto?- limpió esas sucias migajas pasando suavemente su dedo pulgar en los labios de Amelie provocando que se tensara por tal acto.
-Llega a tiempo a la presentación, cientos de demonios te esperarán - dicho eso, se alejó para cruzar la puerta sin antes ser sorprendido por Velvet que entró rápidamente.
-¡No puedo creerlo! ¿Amelie trabajando aquí? ¡Esto es una locura! ¿Me darías tu autógrafo?- sacó una hoja y lápiz quien fue aceptado.
-¡Claro que sí!- firmó la hoja.
-Impresionante es saber que tu estés aquí, era verdad que te encantan las galletas de canela- sostuvo una de las galletas en el plato para solo mirarlas
-Si que me fascinan, son tan dulces y crujientes ¿A quien no le gustan?-.
Vox siendo ignorado, salió y no dijo nada más mostrando el ceño medio fruncido cerrando la puerta con fuerza.
-¡Oh! Parece que alguien no soporta no ser el centro de atención. Muchas gracias por el autógrafo-.
-No hay de que, nos veremos pronto- Velvet, feliz con la firma, igual salió del camerino.
-¿Qué es lo que trama...?- se preguntó Amelie así misma.
Velvet, recorriendo el pasillo pudo toparse con Vox que daba la espalda.
-¿Tienes algún problema, Vox?-.
-Ninguna ¿Por qué me lo preguntas?-.
-Bueno, acabas de salir del vestidor sin decir nada. Algo te está molestando- dijo con la intención de fastidiarlo o por lo menos sacar algo de información.
-Puede que yo tenga la respuesta- Valentino se presenció caminando hacia ellos.
-Ahg, no puede ser- fastidiado habló esperando la reacción de Val.
-Vamos, Vox. No todas la veces tendrás la atención de todos, lo siento por eso- su sarcasmo golpeó un poco el ego de Vox.
-Cierra la boca, no me interesa el crédito de quién lo tenga. Además, ella es más que otra empleada-.
-Lastimosamente tienes razón, pero una cosa si, uno no sabe lo que sucede en un futuro. El recorrido a veces te da varias sorpresas- dijo Val mientras avanzaba dejando atrás al dúo "V".
-No te preocupes, Vox. Al final tú eres el quien la ha comprado, tienes un punto por eso- terminó dándole la galleta de canela que tomó del camerino de Amelie a Vox desconcertado.
¿Podría tomarlo como una indirecta? Si que para él es bastante raro tener este tipo de pláticas con ellos. Quizás no debería darle importancia, las cosas no pasan de un día para el otro, a menos de tengas la mala suerte de eso suceda.
En la noche, era momento de dar la presentación. Amelie, preparada ella ya está lista para dar su show, últimamente a escrito una que otra canción si tenía la suficiente inspiración para hacerlo.
Se posicionó frente al micrófono entonando sus letras, su voz es suave y reconfortante, que es por lo que la han conocido, aparte de su escultural cuerpo.
Feliz es saber que al menos ya no será subastada pero esa felicidad se esfumó al recordar que ahora fue comprada, tiene un dueño, y ese dueño es Vox. Los pensamientos la carcomen de no tener idea de que cosas sería capas de hacer hacia ella, ni obtener nuevamente lo invertido, no podría zafarse de él.
Terminando de cantar, Amelie levantó la mirada y la sorpresa fue que alguien alto y con cabeza de pantalla la miraba desde la barra de licores, no pudo evitar sonreír un poco, puede que sea su dueño pero tener la oportunidad de ir a verla era fascinante. Esa sonrisa se desvaneció transformándose en algo de incomodidad ¿Por qué? Un empleada llegó trás de él haciendo señales eróticos.
Amelie bajó del escenario e ir trás bambalinas y evitar más ese momento incómodo.
-Amelie, es fue una gran presentación- la voz de Valentino se hizo presente.
-Muchas gracias jefe, solo hago mi trabajo- diciendo eso, miró de reojo a Vox quien se iba yendo junto con esa otra chica.
-¿Hmm, ocurre algo?- Val miró a la misma dirección entendiendo todo.
-Ya veo... Ese hombre si que es un caso perdido- rió entre dientes.
-¿A qué se refiere con eso?-.
-Una frase. La debilidad de Vox... Las mujeres, todas ellas caen rendidas a sus pies- fue retirándose del lugar.
Era de esperarse, alguien como Vox tiene la prioridad de tener lo que desee y las mujeres no eran de olvidar.
La lujuria lo carcomía, a lo lejos podrías verlo como el hombre firme y con aspiraciones, por favor, es el infierno, es obvio que nadie se cree eso.
Siempre que ve la oportunidad de fornicar lo aprovecha y no lo duda, ¿Por qué lo hace? La satisfacción de ser idolatrado y estar frente a sus pies por quienes lo llegan a ver y conocer hacía que su orgullo subiera y hacerles pensar que ganarían algo con ello.
El sufrimiento ajeno... Una bebida tan dulce y amargo a la vez, una buena combinación para él... ¿Qué es lo que vendrá después?
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𝐒𝐓𝐈𝐂𝐊𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐒𝐓𝐎𝐍𝐄𝐒 ©┆ 𝗩𝗼𝘅 & 𝗧𝘂́
Fanfiction╰── ▸ 🧾 𖥻 "Me dijeron que los palos y rocas no llegan a romper mis huesos"... ───╌ ▞▞▞▞ • |🕷️| • ▞▞▞▞ ────╌ Bajo un abismo de adicción es lo que cree salir de sus pensamientos aunque, la actitud de alguien lo hace rebajar per...