Los caldos pueden curar cualquier enfermedad física o mental, bueno, al menos ésa era la creencia de SeokJin y JiMin, que por mucho tiempo no le había dado el crédito suficiente.
Ahora no podía menos que aceptarla como cierta al probar una cucharada del caldo que Jin le preparó y le llevó a la casa del doctor Kim Namjoon, JiMin había recobrado toda su cordura.Estaba recargado en el cristal, viendo a través de la ventana a YooRim, la hija de Namjoon, en el patio, corriendo tras unas palomas.
Escuchó los pasos de Yiren subiendo las escaleras, el alfa Kim había salido fuera del pueblo desde hace 2 días, el omega esperaba con ansia su regreso. Las palabras de Namjoon eran su único enlace con el mundo. Si pudiera hablar y decirle lo importante que era para él su presencia y su plática. Si pudiera bajar y besar a YooRim como la hija que no tenía y jugar con ella hasta el cansancio, si pudiera recordar como cocinar tan siquiera un par de huevos, si pudiera gozar de un platillo cualquiera que fuera, si pudiera... volver
a la vida.El olor que percibió lo sacudió. Era un par de olores ajenos a esta casa y el de la lima y manzanilla eran inconfundibles.
Yiren abrió la puerta y apareció ¡con una charola en las manos y un plato con caldo de colita de res! ¡Un caldo de colita de res! No podía creerlo.Tras Yiren entró SeokJin bañado en lágrimas.
El abrazo que se dieron fue breve, pues Jin quería evitar que el caldo se enfriara. Cuando dio el primer sorbo, SeokJin llegó a su lado y le acarició la cabeza mientras comía, como lo hacía cuando de niño se enfermaba y lo besó repetidamente en la frente. Ahí estaban, junto al omega mayor, los juegos de su infancia en la cocina, las salidas al mercado, las tortillas recién cocidas, los huesitos de chabacano de colores, las tortas de Navidad, su casa, el olor a leche hervida, a pan de natas, a champurrado, a comino, a ajo, a cebolla.Y como toda la vida, al sentir el olor que despedía la cebolla, las lágrimas hicieron su aparición.
Lloró como no lo hacía desde el día en que nació.
Qué bien le hizo platicar largo rato con SeokJin.
Rieron al revivir esos momentos y lloraron al recordar los pasos a seguir en la preparación de esta receta. Por fin había logrado recordar una receta, al rememorar como primer paso, la picada de la cebolla.Yiren interrumpió estos recuerdos al entrar bruscamente en el cuarto, alarmada por las risas estruendosas y el llanto, pero sobre todo por la plática entre los dos omegas.
Cuando se dio cuenta de que JiMin estaba charlando y animado de nuevo, la joven beta agradeció a SeokJin y a su caldo de colita por haber logrado lo que ninguna de las medicinas del doctor Kim: que JiMin llorara de esa manera. Apenada por la intromisión, se dispuso a retirarse, pero JiMin la detuvo.—No Yiren, quédese y sirvase un plato, le juro que tiene que probar, nadie prepara el caldo como SeokJin—
—Solo tú mi niño— dijo el omega de cabellos obscuros apretando la mano de JiMin —EunJi me lo contó todo, esta preocupada por ti, le diré que te encuentras mucho mejor ahora—
Jin le contó a Yiren mientras comía un poco de caldo que Park ShinHye le tenía prohibidas las visitas a JiMin. En la familia Park se podían perdonar algunas cosas, pero nunca la desobediencia ni el cuestionamiento de las actitudes de los padres. ShinHye no le perdonaría jamás a JiMin que, loco o no loco, la hubiera culpado de la muerte de su nieto.
Y al igual que con Taehyung, tenía vetado inclusive el que se pronunciara su nombre. Por cierto, Noyeon había regresado hacía poco con noticias de el.
Efectivamente lo había encontrado trabajando en un burdel. Le había entregado su ropa y el omega le había mandado una carta a su hermano JiMin. Jin se la dio y el pelicastaño la leyó en silencio:Querido Jiminie:
No sabes cómo te agradezco el que me hayas enviado mi ropa. Por fortuna aún me encontraba aquí y la pude recibir. Mañana voy a dejar este lugar, pues no es el que me pertenece.
Aún no sé cuál será, pero sé que en alguna parte tengo que encontrar un sitio adecuado para mí.
Si caí aquí fue porque sentía que un fuego muy intenso me quemaba por dentro, el alfa que me encontró en el campo prácticamente me salvó la vida.
Ojalá lo vuelva a encontrar algún día. Me dejó porque sus fuerzas se estaban agotando a mi lado, sin haber logrado aplacar mi fuego interior.
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Como Agua para Chocolate - Adaptación Yoonmin (Omegaverse)
Fanfiction"El amor no se piensa, se siente o no se siente." ★Adaptación de una historia mexicana ★Ficcion ★JiMin-Omega // YoonGi-Alfa ★Parejas secundarias // Menciones Namjin & KookV (+18) ☢︎︎Como todas mis adaptaciones la historia puede irse modificando y...