Como Agua para Chocolate - Adaptación Yoonmin (Omegaverse)

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De nuevo llegó el otoño y con él, el bautizo del sobrino de JiMin, el primer hijo de YoonGi y Rose. Este acontecimiento ameritaba un enorme banquete.
Para la ocasión se había mandado hacer una vajilla de barro especial con el nombre de Min Jihoon, que así se llamaba el agraciado bebé, quien no paraba de recibir las atenciones y los regalos de familiares y amigos. En especial de parte de JiMin, quien en contra de lo que se esperaba, sentía un inmenso cariño por este niño, olvidando por completo que era el resultado del matrimonio de su hermana con YoonGi, el amor de su vida, su alfa destinado.

Con verdadero entusiasmo se dispuso a preparar con un día de anterioridad el banquete para el bautizo. YoonGi lo escuchaba desde la sala experimentando una nueva sensación para él. El sonido de las ollas al chocar unas contra otras, el olor de las almendras dorándose en el comal, la melodiosa voz de JiMin, que cantaba mientras cocinaba, habían despertado a su lobo y su instinto por marcar y proteger a esa familia que tango deseaba, poco a poco liberaba feromonas inconsciente o consciente ahí estaban esos aromas inundando la gran casa de los Park.
Y así como los amantes saben que se aproxima el momento de una relación íntima, ante la cercanía, el olor del ser amado, o las caricias recíprocas en un previo juego amoroso, así estos sonidos y olores, sobre todo el del ajonjolí dorado, le anunciaban a YoonGi la proximidad de un verdadero placer culinario.

Las almendras y el ajonjolí se tuestan en comal después se muelen en metate junto con las especias y el maíz para darle sazón al platillo final.
JiMin, de rodillas con una camisa bastante holgada y con tela casi transparente, inclinado sobre el metate, se movía rítmica y cadenciosamente mientras molía las almendras y el ajonjolí.

El movimiento de sus caderas casi era hipnotizante, JiMin siempre usó pantalones de pana delgados, para poder andar libremente de aquí para alla, de su cuello escurrían gotas de sudor que rodaban hacia abajo siguiendo el surco de piel entre su pecho, sus gluteos se marcaban debido a la posición y continuaban moviendose de adelante hacia atras.
Min YoonGi no pudiendo resistir los olores que emanaban de la cocina, se dirigió hacia el,
quedando petrificado en la puerta ante la sensual postura en que encontró a JiMin.
JiMin levantó la vista sin dejar de moverse y sus ojos se encontraron con los de el alfa. Inmediatamente, sus miradas enardecidas se fundieron de tal manera que quien los hubiera visto sólo habría notado una sola mirada, un solo movimiento rítmico y sensual, una sola respiración agitada y un solo deseo.

Permanecieron en éxtasis amoroso conectados alfa con omega por medio de la mirada hasta que YoonGi bajando la vista y recorriendo la espalda del omega con sus ojos negros clavó su vista en los glúteos de JiMin.

Éste dejó de moler, se enderezó y orgullosamente irguió el pecho y flexionando levemente la espalda y dejando ver su cuello en una pose de completa sumisión para que YoonGi lo observara plenamente. El examen del que fue objeto cambió para siempre la relación entre ellos. Después de esa escrutadora mirada que penetraba la ropa y la posición en la que el cuerpo del omega le gritaba sin voz al alfa que lo quería a él, ya nada volvería a ser igual.

JiMin supo en carne propia por qué el contacto con el fuego altera los elementos, por qué un pedazo de masa se convierte en tortilla, por qué un cuerpo sin haber pasado por el fuego del amor es un cuerpo inerte, una bola de masa sin ninguna utilidad. En sólo unos instantes YoonGi había transformado el cuerpo de JiMin de casto y virginal a voluptuoso y lleno de lujuria, sin necesidad de tocarlo. De pronto YoonGi sintió un tirón en su abdomen y un fuerte calor inundó su pecho, un gruñido en el fondo de su pecho se hizo presente, el Alfa estaba entrando en celo.
Los ojos de JiMin se abrieron enormemente, aun en la misma posición no quería respirar no quería moverse ni emitir ningún sonido, se sentía como una cria de cervatillo siendo acechado por un león. Min YoonGi podría devorarlo ahí mismo y el se lo agradecería.