fame; lit killah

5

Mauro

—Pasá la sal.— dijo Martín, extendiendo la mano. Saque la vista del celular. Me estiré, pasando la mano por en frente de tiago y le pase el condimento.

El movimiento general se escuchaba en el entorno; cubiertos chocando, el ruido del microondas y el erizante sonido de los cuchillos cortando sobre los platos.

—¿Entonces cuántos son hoy?.— preguntó Rusher, masticando lo que habia juntado de tallarines con el tenedor.

—No hables con la boca llena, gordo.— le dijo Mari, pasándole una servilleta.

El microondas pitó cuando terminó su trabajo y Tiago saco su plato del aparato para mirarlo.

—¿Para que preguntas vos, traidor?— Soltó, mientas se sentaba en la cabecera con su porción de lasagnia recalentada.

—Saliste rencoroso vos, eh.—

—Y después dicen que son amigos...— negó el semiteñido.

—Aprende a elegir mejor a quien dejas entrar a tu casa.— negó el demente cuando terminó de tragar.

Deje el celular sobre la mesa y clave el tenedor en mi comida para llevarme un bocado a la boca.

—Volvio al mundo. —Exageró Enzo. Negué con la cabeza y le pegue un zape en la nuca. —Dejame adivinar, estabas hablando con Abril.— soltó con voz chillona al final.

—Abril.— lo imitó Tiago, con el mismo tono.

María los miro a ambos.

—Contexto por favor.—

—¿No sabías?.— dijo Enzo. —El lit tiene wacha.—

Los volvió a mirar confundida.

—Abril, abril.— repitió, haciendo énfasisla segunda vez, como preguntando si hablaban de la misma persona—¿Cómo pasamos de "abril la pibita de los covers a "abril la wacha de lit" en una semana?.— Hizo una mueca con la boca.—Mira vo' de lo que uno se pierde.—

—No es mi wacha.— negué. —Es mi casi wacha.— La mesa rompió en chiflidos y aplausos. —Jodaaa.—

—Mira vo' el lit casado.— asintió Mari casi incrédula.

El semiteñido hizo un gesto con la boca, como dando el visto bueno.

—Re piola termino siendo la piba. —asintió Tiago luego de unos segundos, como si no se lo creyera. —Una bien metiste.— dijo, ahora mirándome a mí.

—Ah pero mira vos lo hijo de puta que me saliste...—

Varios soltaron risitas.

—Dejalo al pobre, ¿no ves que va en serio por una vez en su vida?.— Martin dijo.

—¿Vo' de dónde la conoces?.— le pregunto Mari, asomnado la cabeza para poder ver a Tiago.

—Del concierto de pilar.— dijo, comiendo un pedazo. —El mismo día que aquel gato la conoció.—

María hizo ese gesto que suele hacer, alzando ambas cejas y dejando la boca un poco abierta.

—¿Fue al concierto?.— se mordió un poco el labio. —No me la contes que justo ese día no estaba amigo.— negó.

—¿Viene hoy?.— preguntó Enzo. —Cierto que ustedes no están.— se rió después de rescatarse de ese detalle. Mari hizo una mueca.

—Cierto gato.— recordó Tiago, agarrando su celular. —pera que la pongo en la lista que me remil olvidé. —