Melodías de cambios Parte 1 (Toros x OC humana)

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En la casa del toro se encontraba sentada en una paca de paja una adolescente de 15 años afinando un poco su guitarra en el corral donde se encontraban los cuatro pequeños terneros quiénes miraban con emoción a la joven Marisol Moreno, así es como lo leyeron la hija del señor Moreno.

Marisol a pesar de que una parte de su familia se dedicaba a la crianza de toros de lidia, no estaba de acuerdo con la tauromaquia, ella no veía nada de agrado como los animales eran llevados a un coliseo y ser sacrificados injustamente, ella creía que esos animales no son peligroso si se les diera la oportunidad de conocerlos verían la verdad, esta forma de pensar la había heredado de su madre quien había fallecido cuando Marisol tenia 8 años.

La madre de Marisol era mexicana, ella venia de una familia dedicada a la charrería, así que tanto la practicaban como también se dedicaban a la crianza de caballos y pocos toros pero con fines menos crueles como la tauromaquia, así es como la madre de Marisol obtuvo ese pensamiento de respeto y apreciación a esos animales a pesar de que la gente le dijera que podrían salir lastimada si bajaba la guardia.

-Y listo creo que ya quedo, ¿Qué canción quieren que toque? -la chica pregunto a los becerros, aunque solo recibió como respuesta mugidos y movidas de orejas -Jajaja ok esa va a ser.

Mientras la chica tocaba y cantaba con pasión los terneros solo se dedicaron a apreciar la dulce melodía y a la joven, a los terneros les agrada tener a la chica a su lado, les encantaba sus caricias, sus cuidados, su música, todo de ella les encantaba... era perfecta.

Algo está claro los terneros aman a la joven humana, pero claro saben que es un amor imposible, pero no perdían nada con que aveces tratarán de llamar su atención para pasar tiempo con ella.

-¡Marisol! -el grito hizo que la chica se asustara y dejará de tocar la guitarra -¡Cuantas vez te he dicho que no te metas al corral de los toros!

-Perdón papá... -se disculpa la chica mientras salía del corral con su guitarra en mano.

-Ahh... escucha Mari ya habíamos hablado de esto, tienes que mantenerte al otro lado del corral -dijo Moreno con firmeza y preocupación -Estos animales son muy peligrosos y te pueden lastimar.

-Pero papá son solo unos terneros no les puedes hacer daño a nadie -explico Marisol mientras se acercaba a acariciar la cabeza del ternero Valiente.

-Lo se pero tarde o temprano van a crecer y se convertirán en toros peligrosos, no dudarán en atacar a cualquier -dijo Moreno mientras agarraba a su hija de los hombros.

-¿Cómo estás segura de eso? -pregunto la adolescente con el ceño fruncido -Yo los conozco muy bien y se que ellos no me harían daño y no creo que a otros si solo se les dieran la oportunidad de conocerlos.

-Eres igual a tu madre -Moreno comento con una mirada nostalgia mientras acariciaba la mejilla de su hija pero después su mirada se convirtió en tristeza -Por eso es mejor que te mantengas alejada por un tiempo de la casa del toro.

-¡¿Qué?! -exclamo la chica y los terneros, aunque estos últimos no les entendíeron los humanos.

-Mira hijita se que es repentino pero te voy a mandar a México con tus abuelos será lo mejor para ti y empieces a entender que no es bueno encariñarse con los toros.

-¡Pero papá, yo no quiero irme! -exclamo mientras se separaba de su padre -¡Esto injusto porque no me dejes ser yo misma, es por lo que le pasó a mamá!¡Cierto!

-¡Basta! ¡Mañana te irás por la mañana y no quiero más escusas! -Moreno mando con firmeza.

La adolescente con lágrimas en los ojos salió corriendo para adentrarse a su casa a encerrarse en su cuarto, Moreno solo suspiró con frustración y se iba a otro lugar, los terneros solo pudieron ver con tristeza la dirección donde había ido su amiga.

Al atardecer los terneros ya se encontraban en sus puestos excepción de los toros adultos que se encontraban en el otro patio entrenando, los becerros esperaban que Marisol viniera a verlos como todos los atardeceres y eso paso las puertas principales fueron abiertas por la joven Moreno.

Marisol entro como todos los días con su bolsa donde traía unas manzanas para sus amigos becerros, la chica fue pasando por cada uno de los puestos dándoles una manzana y acariciando a los becerros, pero la joven lucía decaída que preocupo a los becerros.

-Creo que ya saben la noticia de que mañana me voy a ir de aquí -explico como si esperaba que le entendieran los becerros, se recargo entre el establo de Ferdinand y de Huesos -No quiero irme... no quiero dejarlos -sin más se deslizó hasta llegar al suelo mientras las lágrimas volvían a salir.

Ferdinand el ternero de pelaje negro al ver a chica que aprecia triste salió de su corral como pudo y se acerco a la humana para consolarla, los demás terneros se le unieron a Ferdinand y a Marisol, la chica abrazo los cuatro y les dio un beso en la frente a cada uno como agradecimiento.

-Muchas gracias por animarme... a veces pienso que de verdad pueden entenderme -la chica un poco más calmada miro a los cuatro terneros -No se cuando vaya a volver, pero... para entonces espero que se conviertan en unos grandes toros y no dejen de ser ustedes mismos.

Cuando Marisol termino de hablar los terneros, éstos se recostaron a los lados de la chica, ella pensó que para relajar el ambiente y que los terneros tuvieron un agradable sueño era cantar la canción especial que le cantaba su mamá cuando era pequeña.

Una vez que Marisol termino de cantar volteo a ver que los terneros para ver que se habían quedado dormidos, ella pensó que era hora de irse antes de que le sea más difícil dejar el lugar y que su padre la regañe por estar en el establo cuando entren los toros adultos.

-Los quiero... -susurro una vez estando en la salida, dando una última mirada a los terneros y cerro las puertas del establo.

A la mañana siguiente como era de esperarse la presencia de la joven Moreno desapareció de la casa del toro, los terneros tristes sin más que hacer aceptaron que Marisol se había ido y era hora de concentrarse en convertirse en toros de lidia para enfrentarse al matador algún día. Una semana después se da el evento del escape de Ferdinand y su inicio de su aventura, pero en esta ocasión no será el único que regresara a la casa del toro.

Ferdinand One shots, preferencias y escenarios (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora