Cuando te hacen daño, abres los ojos y la mirada, te das cuenta de cosas que antes ni se te pasaban por la cabeza, de lo locos que estamos en este lugar llamado mundo o planeta, como digas. Te das cuenta que aqui no estas solo pero sentiras que los estas y más si te falta un ser querido pero no quiero llegar a eso,no, aún no. Quiero llegar a que la vida es un juego en donde crees que juegas con ella pero no, estais muy equivocados, la vida juega con nosotros a cada instante, pendemos de un fino hilo que cuando otra vida quiere jugar con tigo, lo corta, volviendo a nacer.
Soy Sonia Diaz, y mis padres murieron cuando tenia tan solo 4 años de vida. Murieron en un accidente de tráfico, venian de una reunión de amigos, yo me quedé en casa de mi abuela, por eso no me pasó nada. Mi padre iba un poco...agusto y madre la pobre estaba dormida en el asiento de atrás, chocaron con otro coche y nunca los volví a ver.
Mi abuela me lo conto cuando cumplí los diez, también me contó que, contra quien chocaron se quisieron hacer cargo mio e incluso dar una cifra de dinero para que mi abuela pudiese mantenerme, claro está se negó rotundamente, ella dice que ellos no tubieron la culpa y no los metió en juicios, pero yo, los odio. Gracias a Dios, salieron vivos, siempre pienso que porque no se los llevó a ellos antes que a mis padres. Ahora tengo veinte años, estudio medicina en la universidad de Granada, bueno en realidad voy a empezar mañana. Soy morena con el pelo medio largo, liso , ojos marrones oscuros, labios medianos, rosas y nariz perfilada y tengo la piel morena, mi mejor amiga dice que no me hace falta ir a la playa pero paso de ella mi cuerpo lo considero, en forma, buena talla de busto, soy muy plana de vientre , glúteos perfectos , osea me doy asco yo misma. Despierto cuando huelo el cáfe matutino de por la mañana temprano, me lavanto de la cama y me pongo las zapatillas de casa.
-¡Buenos días, abu!-le digo a mi abuela con una enorme sonrísa en la cara, ella me la devuelve con el mismo entusiasmo.
- Buenos días mi niña, se te ve contenta hoy, se ve que estas deseando ir a la universidad- pálidezco de momento no me acordaba de eso, Dios, ¿ qué hora es ? ¿ qué ropa me pongo? mi abuela acaba de darme el día, nota que estoy nerviosa y pregunta:
-¿ No te acordabas, cierto?- niego con la cabeza y ella asiente y me dice:
- suerte la tuya, es temprano, desayuna tranquila, se nota que hago un desayuno excelente, te has levantado muy temprano-me sonrie y giña el ojo, le devuelvo la sonrisa y me relajo visiblemente.
Después de desayunar, subo a mi habitación a vestirme, es mi primer día, pienso y sonrío, tengo que marcar estilo sea universidad o no.
Abro el armario y cojo unos jeans baqueros ajustados con la rodillera rota, un top blanco y unos tacones negros. Cuando termino de vestirme, me maquillo, pero solo un poco, no me gusta exagerar como he exagerado antes en la ropa, en realidad voy sencilla, me hago una pequeña línea encima de cada ojo, me echo rímel y un poco de brillo labíal, me suelto el pelo liso y recojo mi bolso y ya estoy lista para mi primer día de universidad. Al bajar mi abuela me dice que tenga cuidado como de costumbre, se hace pesada pero en el fondo la entiendo, se despide con un beso y me dirijo hacia mi auto, un deportivo rojo.
Saludo a mi vecina y derrepente oigo el rugir de una moto, miro y veo que mis oidos no me fallan, una moto viene a una velocidad increible, no para , esta muy cerca mia, pasa por mi lado y chillo, la adrenalina corre por mis venas a más no poder, ese imbécil casi me atropella y va es dirección prohibída, no resisto y grito:
-Gilipollas, ¡casi me matas!- creía que no me iba a oír pero sí, reduce la velocidad , gira la cabeza para mirarme de arriba a bajo.
No le veo la cara por el casco, solo los ojos, son verdes, preciosos, de repente siento que sonríe y dice: