-¿Volvió a pasar?
-Si... Tatsumi, no creo que pueda aguantar mucho más tiempo, el cuerpo se hace débil, la piel parece querer caerse como si fueran granos de arena sobre mí.
Hubo un silencio, el niño Tatsumi bajó la cabeza, lagrimas corrían por su rostro y, en general, se sentía tan inútil como lo era en la vida real. Siempre ignorante, nunca aceptaría que, en realidad no había final feliz para los que no tienen dinero, sin embargo, él continúo luchando.
El primer día trajo hierbas medicinales que, tenían una gran reputación entre los aldeanos, el segundo día trajo una liebre a modo de sacrificio para los dioses paganos, el tercer día trajo con más hierbas raras, el cuarto día intento con remedios caseros, sin embargo, nunca trajo a un médico.
Esto continúo repitiéndose hasta el día de hoy, dos semanas después.
-Aizen, ¡Juro que encontrare alguna forma en que...
Sin embargo, el hermano gemelo con el que nació dejó de responder, la mano que antes agarraba la suya se enfrió, y cayó al suelo sin vida.
Dejando las palabras en su garganta, Tatsumi perdió a su hermano del alma.
Habían pasado cinco años.
El pequeño Tatsumi que perdió a su hermano en su infancia ahora estaba entrando en la adolescencia, aunque tenía una sonrisa en su rostro, caminaba con un poco de carne de ciervo al carbón que sobró del desayuno de la mañana, hoy era el día en que viajaría al imperio.
Entro en la cabaña donde murió Aizen y, ahí estaba.
El cadáver se había podrido hace tiempo, ahora solo era un montón de carne y huesos pegados que, apenas lograban mantener su forma.
Desperdiciar comida fue un pecado, sin embargo, Tatsumi no estaba desperdiciando comida, esta era parte de su porción de la mañana.
Descansó el plato favorito de Aizen en lo que debería ser su pecho y, volvió a dirigir una sonrisa a su hermano muerto.
Hubo un silencio largo. Solo aquel que ha perdido a su razón de vivir en la vida podría saber lo que sentía Tatsumi en estos momentos, ese silencio, mirando a los restos de aquel por quien daría la vida, hermoso, cálido, reconfortante... triste.
Salió de la cabaña que, aun se mantuvo bien en las noches de invierno.
-Adiós, Aizen.
Un alma despertó por fin, se sentía como una hoja en los vientos tormentosos, dejándose llevar, su consciencia se desvanecía y tenía leves momentos de lucides.
Pronto, el alma empezó a recordar, una vida pasada normal, después, una ambición, una meta, fue el más poderoso a su debido tiempo y, derrotado con una simple técnica de un advenedizo común con pelo naranja.
Se sintió enojado en esos momentos y, no recordó más, si, aquel shinigami sustituto lo había desintegrado hasta no dejar rastro de él, pero... ¿Qué hacía aquí?
Como antes, los recuerdos de esta vida volvieron, su vida con Tatsumi y su muerte, de nuevo.
Ahora sus sentimientos estaban confusos, sin embargo, la madurez de un adulto y la inteligencia que fueron sus símbolos más grandes en la anterior vida actuaron, él abrió los ojos en una cabaña oscura.
Al analizar su estado, reiatsu y situación en general, rápidamente llegó a una conclusión.
-Cinco años para que mi poder se reestableciera, y que mi espíritu vuelva a estar tan poderoso. Pero, aun así, ¡Lo he logrado!
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Aizen en Akame Ga Kill
FanfictionAizen como hermano gemelo de Tatsumi, formara una nueva sociedad de almas