Pasado 3

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Narrador Omnisciente 

La nieve adornaba todo Londres, el mundo mágico estaba casi solitario. El frío hacía que todos se quedaran en su casa, la navidad se acercaba y todos disfrutaban de esa fecha con sus familias, todos menos una, no estaban completos      

-¿Cissy?- La señora Malfoy miro la puerta de la habitación prohibida  

-Hola- murmuro desde la cama con un retrato en mano 

-Hola- su esposo avanzó hasta ella -¿Estas bien?- le preguntó tímidamente tomando la foto de sus manos 

-Sí, estoy...bien- él le sonrió reconfortante 

-Ella esta bien- Aún que en el fondo, él sabía que no lo estaba. Ella estaba con esa familia tan... despreciable -Algún día...-

-¡No habrá nada algún día, Lucius! ¡Ese día nunca llegará! ¡Date cuenta. Toda la vida estarán con ella! ¡Y esta foto es la única vez que la he visto desde hace cinco años! ¡Cinco años que no la veo!  ¿¡Te imaginas lo horrible que es eso!?- la mujer se levantó de la cama

-Lo sé, también es mi hija- Lucius Malfoy sabía que su esposa estaba sensible, no debía corresponder a sus provocaciones a pesar de que quería gritarle que él también sentía eso, él también la extrañaba, la quería con ellos lo antes posible. No podía. No debía. No debía responder a los gritos de ella, Tal vez ella lo esté pasando peor, después de todo ella fue la que la tuvo durante nueve meses en su vientre, ella sufrió por Lyra, quizás y solo quizás...No, él sufría igual que ella. Siempre lo hacía

-¡No! ¡Tú no entiendes lo horrible que es!- Bien, quizás sí debía corresponder a sus provocaciones. Su paciencia se agotó en segundos

-¡Claro que lo entiendo, Narcissa!- su tono subía a medida que se levantaba del sofá -¡Lyra, también es mi hija! ¡Mi hija está con una familia que no es la suya! ¡¿Y sabes cómo mierda me siento?! ¡Me siento tan culpable! ¡Culpable porque la inspección fue hacía mí! ¡La culpa fue, es y siempre será mía! ¡¿Con qué cara crees que le diré algún día que por mi culpa no estuvo siempre con nosotros?!- Su esposa se sorprendió. No era muy seguido que escuchaba palabras como esas salir de la boca de su esposo

-Lucius...- sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas 

-¡No! ¡¿Esto era lo que querías?! ¡¿Querías que te dijera todo eso para que dejarás de pensar  que a mi no me dolía?! ¡¿Crees que no me dolía?!- las peleas en el matrimonio no eran comunes -¡Me duele más que a ti, Narcissa!-

-¡Eso no es cierto! ¡Es mi hija!- 

-¡También es mía! ¡Se suponía que estaría para ella desde que naciera! ¡Se suponía que ella estaría con nosotros desde siempre! ¡Y no fue así! ¡Todo fue mi culpa! ¡El que no llora como tú cada noche no significa que no sienta nada!- él la miro fríamente antes de salir azotando la puerta del la habitación. Ella nunca lo había pensado de esa manera, por más egoísta que sonora, nunca se había puesto en el lugar de su esposo. Esa era una realidad en la que acaba de caer. Una en la que nunca había estado

-Mami ¿es este?- La niña rubia junto a su familia estaba de compras 

-Sí, Lyra. Échalo al carrito- la pequeña echó una salsa de tomate antes de volver a dar saltitos, el mundo muggle era buen sitio de compras para las fechas

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-¡Mami!- el rubio corrió a los brazos de su madre, ella, con gusto, lo abrazo 

-Hola, cariño- ella besó la mejilla del menor 

-Narcissa- miro arriba de él para ver a su esposo -Ven conmigo- su tono frío demostraba le pelea que aún se sentía en el aire en la mansión. Los meses habían pasado y ellos no habían recuperado su buena relación 

¿Una Weasley?   (Harry Potter) escenas extrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora