I [NAMES]

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—Hee está aquí — dijo Jay mientras el pasillo se inundaba con el aroma del pan recién horneado. Sonrió cuando su amigo entró a la oficina donde él y Sunghoon estaban sentados en una mesa de conferencias desayunando.

—¿Cómo está la maravilla de cabello rosado esta mañana?

Heeseung frunció el ceño al cantante —No sé de qué estás hablando. — Metió la mano en la bolsa que colgaba de su brazo y sacó dos muffins de arándanos, entregando uno a Sunghoon y tirando del otro hacia atrás tan pronto como Jay lo alcanzó —Te dije que dejaras de llamarlo así.

Jay le arrebató el muffin de la mano a Heeseung y sonrió —Pensé que no sabías de lo que estaba hablando.— Rápidamente saltó fuera del camino, mordiendo su muffin mientras Heeseung lo pateaba en forma de regaño.

Sunghoon suspiró y puso los ojos en blanco —Aunque Hyung, ¿Cuándo vas a invitarlo a salir ... o al menos preguntarle su nombre? Han pasado casi dos años.

Heeseung se dejó caer en una silla y miró fijamente su propio muffin mientras lo giraba lentamente —No suelo conocer chicos de esa forma ... ¿Nunca? Quiero decir, es tan ... dulce. Siempre tiene una sonrisa en su rostro. ¿Por qué un un tipo como ese querría tener algo que ver conmigo?

—Genio, multimillonario, playboy, filántropo — citó Jay —Ya sabes, menos las partes de multimillonario y playboy. — El sonrió dulcemente.

Heeseung se encontró respirando para suspirar y sosteniéndolo, sabía que sus amigos solo querían lo mejor para él. —No soy exactamente un genio cuando se trata de relaciones.

Sunghoon resopló —¿cómo lo sabes? No has tenido una cita desde que Jake trató de arreglarte con ese tipo del estudio y terminaste diciéndole que se fuera a la mierda antes de que la mesera pudiera traer un aperitivo.

—¡Exactamente! En mi defensa era un idiota, ¡pero aún así! ¡Eso fue hace tres años y ni siquiera llegué a los quince minutos de la cita! — miró suplicante a sus amigos. —No puedo estropear esto chicos. Él es demasiado ... demasiado ...

—¿Perfecto? — sugirió Sunghoon.

—¿Hermoso? — colaboró Jay. 

—Inocente. — concluyó Heeseung. —Es tan inocente. ¿Y si ni siquiera se da cuenta de mí? ¡Trabaja en servicio al cliente por el amor de Dios! ¡Probablemente trata a todos de la misma manera en la que me trata a mí y yo simplemente estoy sacando las cosas de contexto!

—Eso no es cierto y lo sabes, Hyung. — Jay frunció el ceño a su amigo. —¿Recuerdas cuando te encontré en la panadería la semana pasada cuando llegabas tarde?

Heeseung asintió y recordó. Se había despertado tarde y había corrido a la panadería, rezando para no perderse el turno del chico de cabello rosado. Jay lo había estado esperando allí y se rió histéricamente cuando atravesó la puerta principal, sin aliento y despeinado solo para encontrar a su panadero favorito detrás del mostrador, discutiendo con un chico alto y rubio.

Jay continuó —Bueno, lo escuché decirle a su amigo, ya sabes, el alto de cabello rubio, que se fuera cuando trató de hacerse cargo de la caja registradora. Estaban discutiendo sobre quién podía usar la caja registradora cuando llegaste allí. Quería ser él quien te echara un vistazo — Jay vaciló. —Ya decides tú si quieres seguir siendo ignorante o creerme.

Heeseung pareció contemplar la historia de su amigo por un momento. —Probablemente solo quería trabajar al frente ese día. No sabemos qué parte del trabajo le gusta más, tal vez solo le gusta la interacción con el cliente ...

ʙᴏʏ ɪɴ ᴘɪɴᴋ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora