Poder (#1 Los 7 Elementos)

CAPÍTULO 1

ADAM

Lunes 13 de Abril, 6:00 a.m.

Salgo de mi casa y empiezo a correr como todas las mañanas. No he podido dormir bien por el moretón que mi padre me dejó en la cara.

Ayer, mi padre escuchaba muy alto la televisión, entonces le pedí por favor que baje el volumen.

Mi padre como en muchas ocasiones, me respondió -¿Esta es tu casa o mi casa?

Y cometí un error al responderle.

-Esta es nuestra casa- dije con una voz firme.

El se rió como si hubiera hecho un chiste y me dijo -Bueno, te cuento que estas equivocado- se paró del sillon y camino hacia mí - ¡Esta es mi casa!

Me golpeó la cabeza con la palma de su mano.

-¡¿Entendido?!- gritó muy cerca de mi oído.

-Sí- dije tímidamente, casi susurrando.

-¡Más fuerte!

-¡Sí!- dije

-Entonces regresa a tu habitación- me digo señalando las escaleras y luego se volvió a sentar en su sillón.

Me dirigí hacia las escaleras como él lo indico y cuando estaba por pisar el primer escalón susurré -Idiota.

Él se paro de su silla y dijo -¿Qué dijiste?

No respondí y corrí hacia mi cuarto, él empezó a perseguirme.

Llegué al final de las escaleras y mi habitación era la ultima puerta a la derecha.

Corrí hacia la puerta, pero antes de llegar mi padre me alcanzó y me tiró contra la pared, caí al piso y vi su cara, una cara que no transmitía nada más que odio.

Me tiró una patada en el abdomen. Grité de dolor pero eso no lo detuvo.

Después de dos patadas más le dije -Para, para por favor. Lo siento, me retracto.

Se agachó y me miró a los ojos por un buen rato.

Agarró el cuello de mi camiseta y lo envolvió en su puño.

-Espero que esto no vuelva a pasar-me dijo.

Antes de que pudiera responder el alzó su otro puño y lo estrelló contra el lado izquierdo de mi cara.

Me retorcí de dolor y empecé a llorar, el liberó su puño de mi camiseta y me dejó tirado en el piso.

Me dolía todo el cuerpo, en mi cara estaba apareciendo un moretón.

Me quedé tirado en el suelo, llorando silenciosamente por unos minutos, luego me puse de pie, y el cuerpo me dolía más, entré a mi habitacion y busqué entre mis cosas un recipiente con pastillas para el dolor -siempre tengo un par por precaución-, es la cuarta vez que las uso y la cuarta vez que me golpea.

Limpié mis lágrimas con el talón de mi mano.

Encontré las pastillas y las pasé con saliva, fue mas difícil pasarlas pero no me iba a arriesgar a bajar por un vaso de agua y regresar con más dolor u otro moretón en el cuerpo.

Me miré en el espejo y ví el moretón, iba a ponerse peor en la mañana.

Admiré mi reflejo, veía a un chico de piel blanca, ojos marrones claro, pelo corto castaño claro, y una nariz chica. Mi cuerpo es fornido.

Me eché en mi cama, y el dolor fue disminuyendo, luego le envié un mensaje a Johnny -mi mejor amigo-.

De: Adam