Día 9: Hanahaki

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El aire se escapaba de sus pulmones. Daba fuertes bocanadas en un intento desesperado de poder respirar.
Todos lo miraban, algunos preocupados, otros alarmados.

De un momento a otro todo se volvió oscuro ante sus ojos.

Al despertar, se encontraba en el hospital. La horrible sensación de tener algo atorado en su garganta, la horrible sensación del dolor en su pecho se había ido; pero a pesar de tener ese alivio, se sentía extrañamente vacío, como si algo le faltara.

La puerta de la habitación se abrió, dejando ver al español (el cual se notaba que había estado llorando, pues en sus mejillas aún se podía ver el rastro de las lágrimas.

ㅡ¡Nueva España! Me alegra que hayais despertadoㅡ sin pensarlo dos veces, el ibérico le dio un abrazo a su hijoㅡ Estaba muy preocupado por ti, decían que la planta dentro de ti era muy grande y estaba muy aferrada.

México comenzó a ponerse nervioso. Se suponía que lo de su enfermedad era un secreto. Ya habían acordado que solo él y Japón sabrían de esto.

ㅡ¿Planta? ¿De que hablas? Seguro se equivocaron de pacienteㅡ trataba de mentir el mexicano.

ㅡNueva España, ya no puedes mentir. Todo este tiempo tuviste hanahaki, ¿y no me lo pudiste decir?

ㅡ¿Hanahaki? Ni sé que es eso, ¿es algún anime o algo así?

España frunció el ceño, aquello le provocó un escalofrío en la espalda al latinoamericano. Esa mirada de enojo le recordaba a los tiempo del virreinato.

ㅡEstá bien, si tuve hanahaki. Pero está bien, ya me sacaron la planta, ya no me tendre que preocupar.

ㅡ¿Acaso sabes lo que verdaderamente significa que te hayan sacado la planta?

ㅡ¿Es acaso algo malo? Porque ahora que ya no la tengo, pues me siento bien.

El español suspiró resignado, ¿es que acaso su hijo no se preocupo por su propio estado de salud como para investigar sobre la enfermedad?

ㅡNueva España, que te hayan sacado la planta significa que no podrás volver a amar jamás.

ㅡEs una broma, ¿no?ㅡ rio un tanto nervioso.

ㅡNo es broma. Para curar el hanahaki solo hay dos opciones: que te declares a tu amor no correspondidi y este te corresponda o por medio de una cirugía quitar la flor que crece, pero este último tiene un costo y ese costo es que ya no podrás amar.

Aquello se sintió como un balde de agua fría; ¡nadie le había dicho eso!
La noticia le dolía, él no quería dejar de amar; puede que haya tenido muchas decepciones amorosas, ¡pero eso no significaba que quisiese dejar de sentir amor!

Comenzó a hiperventilar. El monitor que checaba sus signos vitales mostraba que su pulso iba en aumento. Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y sus manos temblaban fuertemente.
España salió corriendo de la habitación en busca de ayuda.


Despertó de golpe, sudando frío y sintiendo el corazón en la boca.
《No debí leer sobre eso antes de dormir》se dijo a si mismo.
Decidió levantarse para ir por un vaso de agua, pues al haberlo despertado ese sueño, también se despertó en él la sensación de hambre, pero no quería comer nada por el momento (las pesadillas soluen causarle nauseas)

Ya estando en la cocina bebiendo su vaso de agua, comenzó a reflexionar sobre su pesadilla.
Si esa enfermedad (hanahaki) existiese en la vida real, seguramente ya estaría enfermo quizá ya hubiese perdido la capacidad de amar.

Angstruary 2022 [México]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora