Leona se encontraba sentada en la silla del escritorio de su cuarto, frente a ella una ventana mostraba a la lejanía la luna llena de ese día, la cual iluminaba de una forma tenue su cuarto y por ende el papel que tenía apoyado en el escritorio frente a ella.
Días enteros habían pasado desde que unos pensamientos no la dejaban concentrarse, aún cuando hacía lo imposible para intentar no darles importancia. Después de un tiempo, al ver que estos no desaparecían, había decidido el ponerlos en palabras, pensando que esa sería la única manera de "superarlos" o algo por el estilo, varías páginas de su diario se llenaron de esta manera.
Lamentablemente no importaba cuanto escribía y cuanto de sus pensamientos ponía en cada palabra, sentía que necesitaba algo más "¿Quizás dirigirlo a ella haría la diferencia?, después de todo hablarle siempre fue reconfortante" fue lo que reflexionó, pero se rio de su propio pensamiento, al menos los primeros días, pero ahora allí se encontraba, a punto de dedicarle una carta a aquella que chica que no dejaba de dar vueltas en su cabeza.
Un suspiro de resignación fue lo primero que se escuchó en aquella habitación, seguido del sonido del lápiz hundiéndose en la tinta, segundos pasaron... luego unos cuentos minutos, había caído en cuenta que no sabía como dirigirse a ella después de todo lo que había pasado
"Amante"
"Enemiga"
"Antigua amiga"
Fueron algunos de los nombres que le pasaron por la mente, pero rápidamente fueron descartados por no parecerle apropiados, hasta que llego a uno que le gusto bastante, y teniendo ya eso pudo empezar su carta:
"Querida Diana:
Hace mucho tiempo creía en el sol y la luna como dos entidades totalmente diferentes, dos entidades que representaban 2 extremos totalmente opuestos, opuestos que eran incongruentes. Pero todo eso ha ido cambiando desde que te conocí. Bendito el día donde mis ojos encontraron los tuyos, bendito el día que decidí pedirte ayuda en oratoria, incluso a día de hoy no puedo arrepentirme de aquella decisión.
Quizás debería haber pasado más tiempo contigo, físicamente hablando, ya que algunas veces las cartas no se me hacían suficientes a la hora de comunicarme contigo. Quizás debí haber ignorado a los maestros... acercarme a ti igualmente a pesar de todo...me gustaría decir que de haber tenido otra oportunidad lo habría hecho, que de haber sabido lo que pasaría lo habría hecho, pero no estoy del todo segura y no quiero mentirte, no a ti.
No a ti, la única que me maravillaba de esa forma. No a ti, con quien compartí tantas cartas. No a ti, con quien compartí tantos momentos y sentimientos. Aquella amiga y luego amante que incluso en su ida su memoria me persigue cada momento desde que no estás a mi lado. Recordando esos tiempos no puedo evitar preguntarme ¿Realmente tenemos que terminar de esta manera?
Si bien la mayor parte del tiempo te tengo presente a ti y tus palabras estos días tu presencia en mi mente solamente ha aumentado... eso desde que tuvimos el incidente de los amantes ¿Lo recuerdas?... después de todo estuviste allí también..."
Al llegar a aquella parte no puedo evitar perderse brevemente en el recuerdo, sus cabellos plateados, sus ojos... seguía siendo realmente hermosa.
"... Aquella Lunari, con aquel chico Solari... Él la saco de la cárcel de nuestro pueblo y empezaron a escapar de nuestra seguridad, al final los dioses los terminaron compensando por su amor y osadía, dejándolos descansar en el cielo como constelaciones. ¿Eso es sinónimo de que ellos aceptaron su amor?... ¿Llegaste a pensar algo similar?..."
Sus ojos se perdieron en la luna, llevándola al momento donde después de lo sucedido habían compartido unos segundos de contacto visual, intento con mucha fuerza recordar si los ojos de aquella chica mostraban algo de lo que pasaba por su cabeza, pero nada llegaba a ella.
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¿Es posible?
FanfictionDesde su último encuentro con Diana, luego de la ascensión de los amantes. Leona no deja de tener pensamientos un tanto herejes que la hacen distraerse en sus deberes, así que termina decidiendo que le escribirá una carta, justo como en los viejos t...