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Frío

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Frío.

Frío era aquello que el azabache sentía, tenía a dos personas muy importantes en su vida, por un lado Mahiru; su primer amor desde ya una muy temprana edad, la belleza entre todas las mujeres, su largo y hermoso cabello, sus facciones y movimientos tan finos, su mirada tan tentadora y a la vez tan inocente, sus curvas, solo ella le hacía sentir amado, ella le daba el mejor placer que podía imaginar, pero claro, el detalle era que ella aparecía y desaparecía cuando le daba la gana, lo lastimaba, y después llegaba como para seguirse burlando de sus sentimientos, aún así no podía dejarla, la amaba... ¿La amaba?

Por otra parte, Shinya; un varón de cabellos albinos y piel lechosa, con preciosos ojos azules y que al igual que Mahiru poseía la gracia de verde elegante y fino a su peculiar forma, incluso si fingía ser un vago desinteresado, quería a ese tonto, le hacía sacar de sus casillas con sus burlas, pero si se ponía a pensar el albino no era molesto, al menos no del todo. Su compañía era única, amaba la calidez que le daba con solo estar a su lado, no necesitaba de besos, caricias, o inclusive recurrir al sexo, no, por supuesto que no; y eso era lo mejor. Pero obvio, toda la belleza y perfección de ese hombre en carne y hueso también lo lastimaba, pues este parecía como si quisiera irse, no lo culpaba, lo buscaba prácticamente cuando Mahiru de iba, era el sustituto básicamente, pero aún así, odiaba que se fuera de esa manera, y que al verlo, se mostrará como si a él no le doliera lo que le hacía... Eso era lo que le lastimaba.

A veces buscaba más culpa de la que poseía, como si al verlo Shinya pudiera decir que lo odiaba, que lo lastimaba, o que si seguía de iría. Pero fingía tan bien, que a veces olvidaba su sentir, y por ello le seguía la culpa.

Mahiru lo lastimaba, Shinya no, pero aún así, no sabía a quién quería más sobre el otro.

No sabía elegir.

—Guren, ¿En qué piensas?

La encantadora y fina voz de la mujer que tanto lo dañaba lo volvió a la realidad, ambos estaban sobre el sillón de la casa de la mujer, ya le había sacado la parte superior de la ropa, mientras que ella se encontraba en su particular y sexy ropa interior, mirandole confundida mientras sostenía sus mejillas.

—En nada.

—No me mientas, no estás prestando atención a lo que estamos haciendo.

La voz de la mujer sonaba molesta, y es que pensó en algo; ¿Y si estaba pensando en el?

—... Creo que sería mejor que me retire.

Guren por primera vez no estaba interesado en los chantajes de la mujer. La saco de encima y tomo sus prendas del suelo para ponerse las.
La mujer se ofendió, ¿Cómo se atrevía a dejarla así como así? ¡Solo ella podía!

—¿A dónde crees que vas?

Dijo mientras se levantaba, Guren camino hacia la puerta; solo unos cuantos pasos. Entonces se detuvo y la miro.

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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Elige, ¿Ella o yo? [Gureshin] [Re Subiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora