Kedy, un chico pelirrojo particular que vive un poco alejado de las ciudades o pueblos quedando en un vecindario no tan grande, teniendo una vida sin ningún evento o hecho desafortunado, o al menos eso pensaba, y por eso tendrá que valerse por si mi...
En una estación de autobús, se encontraba la señorita Breyn con una mirada gacha llevando en una de sus manos un papel acerca de un diagnostico, El bus llegó con ella subiendo a paso lento y sentándose para sacar su teléfono que tenia como fondo a ella misma junto a Kedy hace años atrás.
La imagen se veía muy bonita y tierna, ya que estaba Kedy de pequeño llevando una chaqueta con la mayor teniendo un vestido hermoso con una sonrisa en sus labios mientras formaba un corazón con sus manos alrededor de su sobrino, en lo que una audiencia vitoreaban con emoción con los focos iluminando a los dos, lo particular es que Kedy tenia una marca en su ojo derecho
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Miraría unos momentos con mucha nostalgia y melancólia tal imagen que le sigue tan encantada, fija su mirada consternada en un papel que llevaba mientras recarga unos de sus brazos en la ventana de su asiento con sus ojos entrecerrados
Breyn: - suspiró con pesadez marcando un número - (Bien, aquí voy. . .)
Breyn: . . . Hola Kedy
Breyn: Oye descuida estoy bien. . . solo estaba en el hospital ayudando a. . . un compañero - con una voz serena diciendo lo último mas triste -
Breyn: Aclarado eso. . . Yo necesito hablar contigo, quisiera verte en casa tan pronto como puedas - sintiéndose rara tose un poco fuerte tapándose la boca, y esta tenia un poco de sangre -
La mayor siente un fuerte dolor en su pecho y con su respiración mucho mas cortada, a lo que cae al suelo inconsciente al lado de un constructor con este soltando un frasco de vidrio rompiendose, la llamada de Breyn colgó mientras el hombre que estaba a su lado la mira muy exaltado y sorprendido.
