[YA VOLVEMOS!!! ]
Dónde describo escenarios en los que te involucras con los personajes de Arcane/LoL
[Historias fuera del canon original de Arcane y el videojuego LoL]
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[¡𝗣𝗘𝗗𝗜𝗗𝗢𝗦 𝘾𝙀𝙍𝙍𝘼𝘿𝙊𝙎 𝙃𝘼𝙎𝙏𝘼 𝙉𝙐𝙀𝙑𝙊 𝘼𝙑𝙄𝙎𝙊!]
(ᴀᴄᴛᴜ...
ADVERTENCIA: Este shot contiene... lenguaje altisonante, representación LGBT y escenas +18
¡Disfruta! ____
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No soportas a esa mujer. Su presencia te molesta y trabajar a su lado es un karma pero con toda la molestia, te quedas callada pues no ganas nada quejandote con Silco. A él no le importa que clase de rivalidad tengas con Sevika, ese no es problema suyo y hará caso omiso a tu descontento.
Cómo sea, mantienes la calma y la compostura al lado de esta mujer para no acabar dándole un puñetazo en la cara como muchas veces habías soñado, pero gracias a la gran altura y fuerza de la mayor, no se ha hecho realidad.
Su tarea de hoy, es salir a vigilar por ahí cosa que han estado haciendo durante toda la estadía de la pequeña Jinx que no lleva mucho tiempo viviendo con ustedes bajo toda protección de Silco. La niña es un poco extraña pero como no suele molestarte no le tomas mucha importancia.
Cuidan de ella como niñeras cuando Silco se los ordena y no hay mucha complicación, es fácil mantener ocupada a la niña con un libro para colorear o sus manualidades hechas con cariño para Silco, que las acepta con el mismo apreció con el que fueron hechas. Pero esto no se trata de la relación padre e hija que mantienen estos dos...
No puedo creer que Silco me haya vuelto a emparejar con esta loca... No, espera ¡Sí lo creo!
Cómo siempre, te preguntas que clase de maldición tienes como para tener que volver a pesar la tarde con la mujer a tu derecha que disimuladamente te mira, analizando tus expresiones, claro que ella no sabe que dentro de tu cabeza hay un montón de pensamientos pesimistas acerca de la situación, así que para ella es como si te estuviera viendo hacer caras sin una explicación aparente.
¡Maldito Silco! Si volvemos a pelear estará obligado a cambiarme de compañera o sino voy a obligarlo con mis propias manos...
—¿Qué traes? —la voz de tu "queridísima" compañera te alerta sacándote a la fuerza de tus pensamientos. Apenas van saliendo del edificio así que es posible que puedas volver y quejarte, pero claro, Silco había salido. No hay escapatoria.
—¿Y a tí qué te importa? —una sonrisa burlona aparece en el rostro de la morena. Su estúpida expresión te hierve la sangre y una vena hinchada aparece en tu sien, apunto de explotar.
