Único

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Wei Wuxian estaba emocionado y nervioso. Su boda estaba a la vuelta de la esquina y él se sentía flotar sobre las nubes completamente feliz.

Se iba a casar con el amor de su vida.

Y aunque lo conocía apenas tres años, creía que era suficiente tiempo para tomar el gran paso. El amor de ellos era tan fuerte y real, como un relámpago golpeando la tierra. Fuerte y directo. En cuanto aceptaron que se amaban, no habían dudas ni tiempo que perder.

Aún así, se tomaron dos años años para conocerse como pareja, después de estar uno como mejores amigos.

Sabía que estaban listos.

Ya tenían una casa en la mira para comprar e iniciar su vida juntos, pues querían mudarse del apartamento de soltero en donde vivían. Querían tener una gran familia.

Hoy día, Wuxian estaba frente al espejo, riendo junto a su amigo, Nie Huaisang, mientras se admiraba con su traje de novio en la sastrería que le habían recomendado.

Era negro con diseños y adornos rojos, encaje y seda. Completamente perfecto.

Y hacia juego con el de su novio, blanco con detalles celestes.

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Una semana antes del gran día, Wangji estaba teniendo una cena con su familia, su prometido no había podido asistir por ayudar a su hermana con su sobrino.

Sin embargo, las felicitaciones y halagos por su tan esperada boda no hacían falta. Incluso su tío, ese hombre tan firme y serio, había aceptado su unión al llegar a conocer y amar a su Wei Ying. Estaba realmente extasiado, no podía esperar para llamar esposo a su alma gemela.

Sin embargo, salió de sus pensamientos de golpe cuando escuchó una discusión en la entrada del gran salón de la Mansión Lan, en donde la elegante fiesta se daba.

Confundido, sin querer problemas y dramas en la celebración de su compromiso, camino hacia el lugar del disturbio para detener y —posiblemente— echar a los culpables.

Más se sorprendió cuando reconoció a las personas que hacían el escándalo.

-¿Hermano? -Llamó confundido, en un susurro que los dos hombres no escucharon-

-¡Es tu culpa! ¡Tú tenías que arruinar todo! ¡Como siempre lo haces!

-¡¿Disculpame?! -respondió la contraparte, bastante enfadada- ¡Eres tú quien descuidó nuestra relación! ¡Acéptalo Xichen! ¡Hace años estamos en la ruina!

-¡Lo intente! ¿Bien? ¡Intente que funcionará! Cada cena, cada comida ¡Cada día¡ ¡Pero has preferido cogerte a otro hombre a intentarlo tu!

-Claro -susurró sarcástico- ahora culpame a mi de todo, porque el perfecto Lan Xichen, nunca se equivoca

-¿En serio? ¿Esa es tu excusa?

-¡Olvídalo! ¡Solo dame el maldito divorcio y vete a la mierda!

-¡Con gusto! ¡Puedes ir a cogerte a tu amante! ¡A mi déjame en paz!

Y sin decir más, se giró y camino de regreso al salón, apenas sorprendiéndose al ver a su hermano menor parado frente a él, viéndolo confundido y preocupado. Escuchó a su esposo decir algo, pero en su furia lo ignoro y pasó junto al otro Lan, chocando levemente sus hombros.

-Piénsalo bien Wangji, el matrimonio es una mierda -susurró con ira y enojo, para después desaparecer entre toda la demás gente del salón, que ignoraba el escándalo que se había armado-

Wangji lo siguió con la mirada sorprendido por el vocabulario utilizado, algo que nunca había visto en su recto y educado hermano. Sin prestar atención a si su cuñado seguía afuera, entró detrás de su hermano mayor, regresando a la fiesta. Una incómoda sensación apretando en su pecho, incómodandolo.

Cause I Mess You Baby, I Don't Wanna Miss Thing •WangXian•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora