Ángel Caído.

Nosotros

"Yo no creo en él , he vivido en este , pero si tú representas él , llévame hasta allí."

ChanYeol simplemente suspiro mientras entraba al infierno, al menos Dios tuvo la decencia de no tirarlo directamente a esa pocilga, si no que al menos bajo en una nube sagrada. De todas formas, sigue sin creer que Dios tenga un gran corazón.

Apenas llego un chico bajito con mirada felina lo recibió, no recordaba ningún demonio con buena apariencia, en fin, el chico lo hizo esperar ahí por alguna extraña razón, bueno no es tan extraño, si su sentido común no falla es porque ángeles caídos no hay muchos.

Toda una estrella en el infierno, así se hace ChanYeol.

Suspiro cómo por décima vez desde que llego hasta que vio un grupo de demonios. Eran aproximadamente cuatro. Dos altos casi de su misma altura y dos bajitos a uno lo reconocía, al otro no, es que vamos, quien no conoce a Lucifer.

BaekHyun se acercó en compañía de sus hombres más cercanos y bueno, MinSeok ya estaba ahí.

Se acercó a paso seguro y con mirada intimidante, aunque claramente se dio cuenta que esa mirada no intimidaría a ese ex ángel, no, no a Park ChanYeol, mejor conocido como el arcángel San Miguel.

— Que grata sorpresa. — Comentó cantarín el señor del infierno.

— Pues yo no puedo decir lo mismo. — Le respondió con una mirada desinteresada.

— Eso es duro ChanYeollie. —

— No me digas así. —

— Te gustaba que te dijera así. —

— Eso fue antes de que yo mismo te desterrara. — Le respondió y luego miró al bajito que lo recogió. — ¿Nombre? —

MinSeok lo miró con burla.

— ¿Quién te crees...? — MinSeok comenzó altanero.

— Solo respóndele. — BaekHyun le ordeno con la mirada fija en el recién llegado.

La tensión era palpable.

— Belcebú, pero puedes llamarme MinSeok. — Respondió a regañadientes.

— Bien, ahora llévame lejos de él. — Le dijo el ex ángel mientras señalaba a BaekHyun.

— Ah no, tú eres mi responsabilidad. — BaekHyun intervino inmediatamente.

ChanYeol lo miró y sonrió altanero.

— La última vez que fui tu responsabilidad salió muy mal para ti. — Le reto.

BaekHyun se acercó y lo miro fijamente.

— Déjame recordarte que este no es tu edén y que ya no tienes el privilegio ni la protección de ser un ser divino corazón, apenas pisas el infierno te conviertes en un impuro y pierdes tus dotes divinos, y ahora me debes lealtad a mí. — Sentencio y se alejó un poco. — SeHun, llévalo a mi despacho, es inofensivo, hasta que no evaluemos sus acciones no se le dará su posición y poder. — Sentencio y comenzó a devolverse por sus pasos junto con los otros dos demonios.

— Sí mi señor. — Respondió SeHun.

MinSeok tomó distancia y miró a SeHun.

— Llévatelo estorba en mi trabajo. —

— No pienso pisar una sala con BaekHyun. —

— Pues debes. — SeHun le respondió y lo miro de pies a cabeza. — Que desperdicio, tan poderoso y tan estúpido. —