Capítulo único.

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Aspés podía ser un pueblo pequeño, olvidado en lo más recóndito por el resto de la humanidad, pero era un lugar felíz

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Aspés podía ser un pueblo pequeño, olvidado en lo más recóndito por el resto de la humanidad, pero era un lugar felíz.

Sus tradiciones enorgullecian a cada uno de sus habitantes y cada cierto tiempo la población crecía más, lo cuál llenaba de gozo a todos en el lugar. Sin embargo, quizás lo más alegre de Aspés eran los niños.

Ya sea despertando en las mañanas, llendo a hacer las compras en el diminuto mercado o simplemente paseando por el lugar se escuchaban las voces de los niños, siempre jugando en grupos, eufóricos por las cosas que harían ese día, viviendo cada momento de forma alegre como si fuese el último.

Ese día, a Minho lo despertaron sus padres y su hermana mayor, lo llenaron de besos y abrazos, cocinaron su merienda favorita y pasaron toda la mañana con él.

Sonaron las campanas de Aspés, anunciando con ellas la llegada de la tarde. El pequeño Minho se vistió con la ayuda de su madre y ambos bajaron, tenía que apurarse o no llegaría a jugar con Hyunjin, Changbin y Jisung.

Antes de salir volvió a despedirse de su familia, que volvió a abrazarlo aúnque él intentase alejarlos riendo para escapar de sus brazos, solo se divertiría y volvería sano y salvo hasta la casa.

Así él lo prometió.

Sus tres pequeños amigos lo esperaban al inicio del camino. Hyunjin, el más alto de todos, lideraba el camino mientras fingían ser soldaditos marchando hacia el bosque. De vez en cuando se miraban entre todos, espectantes del juego que tendrían hoy, y se detuvieron en el bosque. Minho miró atrás, su familia lo miraba sonriente, no solo ellos, podía ver a lo lejos a los padres de sus amigos también, a todos, podía verlos a todos. Como si lo contagiasen, una sonrisa se instaló también en su rostro, y empezó a correr.

Cuatro niños corren, uno detrás del otro, sin mirar a nada que no sea el frente mientras se adentran en el bosque, aquel que rodeaba el pequeño pueblo donde vivían, así continuaron hasta que uno se detuvo. Sus pies dolían, ya no divisaban la luz al inicio del bosque, solo verde por todos lados. Jisung tomó la mano del mayor, Changbin hizo que todos se juntasen en un abrazo, este juego ya no era divertido. Minho miró con una sonrisa nerviosa a los otros tres infantes antes de empezar a cantar.

- "Juguemos en el bosque mientras que el lobo está, el lobo está, ¿Lobo que estás haciendo?"

Silencio. Un llanto se escuchó a su lado, probablemente el del menor, Jisung. Luego algo se rompió atrás de ellos. Soltaron sus manos y volvieron a correr. No importaba cuánto dolieran sus pies.

En la capilla de Aspés, el pueblo entero cantaba sonriente, el jefe del pueblo miró a las cuatro familias, besó sus frentes y esperó pacientemente una respuesta.

- Todos están jugando en el bosque.- Habló con una sonrisa el señor Seo, padre de Changbin.

El jefe le devolvió la sonrisa, el pueblo empezó a salir de la capilla y a preparar sus casas con alegría. Todo salía de acuerdo al plan, cuatro puestos nuevos, para los nuevos visitantes que vendrían. Sí, sin duda lo que traía más felicidad en Aspés eran los niños.

Solo dos semanas más tarde se escuchó un llanto desesperado a las afueras del bosque.

Cuatro cuerpos pequeños estaban enfilados uno al lado del otro, pálidos, sin vida, con los ojos abiertos y ninguna chispa de alegría en ellos.

Hyunjin, Changbin y Jisung fueron entregados a sus padres. El jefe del pueblo se acercó al último cuerpo, el más pequeño de todos, se veía putrefacto, sin duda llevaba más tiempo que los otros 3. Sin embargo, su rostro aún era reconocible para su familia. Yang Jeongin, que había desaparecido hace ya casi 2 meses, volvía a los brazos de su madre, quién abrazaba con fervor el pequeño cuerpo.

Minho no volvió.

El jefe miró a la familia Lee, la madre y hermana lloraban, el padre miraba con tristeza y decepción al bosque, el pequeño había mentido. Hablaría con él cuando volviese.

Solo se escucharon las últimas palabras del hombre más sabio ahí antes de que todos volvieran a sus casas.

- Vaya, no creí que cambiaríamos de lobo tan pronto.

- Vaya, no creí que cambiaríamos de lobo tan pronto

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Amo mucho el juego de "juguemos en el bosque" aúnque casi en todas las veces he estado apunto de caerme de cara al piso mientras corro por mi vida.

© soogelic

縷 𝐉𝐔𝐆𝐔𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐁𝐎𝐒𝐐𝐔𝐄 • l.mh ۟ ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora