capítulo xviii.

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Advertencias: segunda parte de Kilig, por lo tanto, para entenderla, debes haber leído previamente esa historia. ChanLix.

Hyunjin estaba batallando con Jeongin, cuando Seungmin despertó al recibir un golpe en una de sus piernas

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Hyunjin estaba batallando con Jeongin, cuando Seungmin despertó al recibir un golpe en una de sus piernas.

—¡Seungmin! —lloriqueó Jeongin, tratando de impedir que Hyunjin lo sostuviera de los brazos—. ¡A... ayuda...!

—¿Qué ocurre? —preguntó confundido, con su voz ronca por el sueño.

Hyunjin gritó al recibir una mordida en su mano, el omega gruñendo entre quejidos.

—No quiere tomarse el anticonceptivo —explicó Hyunjin—. Su omega quiere un bebé, pero yo sé que Jeongin no está hablando en serio, y tengo que obligarlo cada maldito celo a tomarse la pastilla para que no quede preñado.

—¡Bebé! —exigió Jeongin, tratando de girarse y escapar del agarre del alfa—. ¡Quiero bebés!

—¡No, no los quieres! —bufó Hyunjin—. ¡Vamos, Seungmin, ayúdame! ¡Sostenlo de los brazos!

—¡No! ¡No! —sollozó Jeongin al ser agarrado por el alfa menor—. ¡Malos! ¡Malos!

Hyunjin agarró su mandíbula, obligándolo a separar sus labios, y puso una pastilla en su lengua, tapándole la boca para impedir que la escupiera. Jeongin terminó tragando la pastilla entre llantos, y Seungmin se sintió mal al escucharlo llorar de forma desquiciada.

—Quiero mis... mis bebés... —hipó el omega, tocándose el estómago.

—Ya, Jeongin... —comenzó a decir Seungmin, queriendo calmarlo—, más adelante... ¡AH!

El omega lo mordió repentinamente en el hombro, enfurecido.

Hyunjin tiró del chico, empujando una almohada en su boca para que no mordiera a nadie más, y Jeongin abrazó el cojín, sollozando sin control alguno.

—No le creas —dijo Hyunjin al ver la expresión de Seungmin—, está fingiendo porque espera que le demos bebés con su llanto.

Las lágrimas de Jeongin se detuvieron. Hyunjin sonrió con burla.

—¡Los... los mataré...!

—Jeonginie, no seas malo —regañó Seungmin, antes de recibir un golpe de la almohada—. Vamos, ¿te calmarás si follamos entre nosotros?

No sabía de dónde sacó la valentía para decir eso.

Jeongin los miró con sorpresa, con sus mejillas coloradas y ojos brillando, y asintió con ferocidad.

Hyunjin observó a Seungmin. Seungmin observó a Hyunjin.

El menor levantó sus manos.

—Sólo bromeaba...

—¡No, no! —gritó Jeongin, enderezándose—. ¡Follen! ¡Follen!

—¡Creaste un monstruo! —acusó Hyunjin.

yuanfen² › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora