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Decir que no estaba más interesado en lo que fue su relación con Junghwa sería una verdadera mentira, decir que no le dolía el pecho cada que recordaba la escena que había visto con sus propios ojos sería una mentira, todo sería una grave mentira, Yoongi no lo admitiría en voz alta, pero estaba totalmente decepcionado por lo que había tenido que pasar. Para él, había muchas cosas que no valían nada, la escuela le parecía una perdida de tiempo en muchos sentidos, y más cuando se trataba de aprender algunas cosas que ni siquiera le servirían después, le parecía absurda la puntualidad, además de que consideraba que la política era un asco, pero había cosas que para él valían cada maldito segundo, como dormir, disfrutar de una buena comida, mirar el atardecer desde una superficie alta, beber y hablar con su mejor amigo y por supuesto Junghwa se había convertido en parte de esa lista.

Aunque ahora considerarlo parte de su lista le daba asco, al igual que estar en aquella casa, "disfrutando" de la fiesta, rodo los ojos, disfrutar de la fiesta estaba demás en su contexto, porque en realidad en lo único que pensaba era en largarse de allí.

—¡Aquí estás! —una voz ya tan conocida para él lo hizo mirar detrás suyo, Park Jimin tenía el cabello alborotado, su sonrisa absurda y ese pequeño tambaleo en su andar le indicaba que su amigo ya había sobrepasado su limite inquebrantable de bebidas alcohólicas—. Pensé que ya me habías abandonado.

Por más que Yoongi quisiera escuchar la voz clara de su amigo, no podía, parecían más balbuceos absurdos y sin sentido que salían por su boca, apretó sus labios con fuerza para evitar burlarse de Jimin. Era natural que su amigo diera pronto con él, estaban en uno de los tantos edificios cercanos a la escuela, uno en donde algunos estudiantes vivían para poder llegar a tiempo a sus clases y no perder el tiempo en el transporte público, Yoongi no había llegado a la fiesta por casualidad, simplemente Jimin le ofreció asistir a ese lugar porque conocía a un amigo que tenía una amiga que estaba de insistente en que invitará mucha gente para su fiesta bulliciosa.

¡Y vaya que era bulliciosa! La música apenas y era totalmente silenciada por la puerta cerrada de aquella habitación oscura en la que Yoongi se había enclaustrado para evitar seguir escuchando la música que provenía de la fiesta, necesitaba un lugar tranquilo, uno en donde no pudiera tener que ver a Junghwa, porque sí, su exnovio estaba en la misma fiesta, que suerte.

—No puedo abandonarte, aunque lo quisiera —respondió Yoongi, su amigo con sus pasos tambaleantes se fue acercando hacia su dirección—, ¿cuánto has tomado, Park?

—Perdí la cuenta... desde el ultimo shot de vodka —Yoongi rodo los ojos—, pero descuida —choco por accidente con la cama que estaba cercana, soltó un quejido pequeño—, estoy bien.

—Si tú lo dices —Yoongi soltó una suave risa al ver como su gran amigo ebrio caminaba los últimos pasos para darle alcance hacia el balcón en donde se encontraba él—, de haber sabido que ibas a embriagarte, no habría venido.

—¡Vamos, Yoon! —Jimin coloco sus manos sobre el brandal metálico, su cuerpo se inclino un poco y Yoongi casi sentía que alma se le iba del cuerpo debido a ese movimiento, pero Jimin volvió a su sitio de nuevo—. Es fin de semana, podemos hacer lo que queramos el fin de semana.

—Maldición, Park —mascullo Yoongi—, eso no significa que puedes pasarte bebiendo como un sin control —Jimin volvió a inclinarse un poco y Yoongi lo tomo por la espalda, arrugando la tela de la camisa en el proceso—, y deja de hacer eso, joder.

Jimin no tardo en soltar un estruendosa carcajada al escuchar a su amigo, no era que quisiera sacarle un susto, Jimin estaba de lo más consciente posible, pero aún así se sentía levemente mareado y con las extremidades tan blandas como la gelatina, pero eso no quitaba el hecho de que pudiera saber lo que pasaba, miro a Yoongi quien soltaba un bufido, fastidiado por las acciones de Jimin y volvía la mirada hacia el frente, con sus brazos cruzados sobre su pecho y sin alguna expresión característica en su rostro, Jimin paso una mano por sus cabellos antes de soltar un largo suspiro.

—¿Te pasa algo? —pregunto Jimin.

Yoongi no estaba seguro de si sería una buena idea decirle lo que le pasaba, son amigos, grandes amigos, pero eso no quitaba el hecho de que a veces Yoongi gustase de guardarse muchas cosas para sí mismo, miro a Jimin de soslayo, quien tenía su total atención en él, con ese semblante serio y esa mirada levemente adormilada.

Soltó un suspiro, dejo de mirarlo para volver a fijar su vista en un punto sin importancia.

—Junghwa está aquí —respondió Yoongi.

—¿Y?

—Y eso es —volvió a mirar a Jimin—, es una porquería —apretó sus labios con fuerza—, me quiero largar de aquí.

—Que te importe una mierda que él esté aquí —comento Jimin—, estás conmigo, no deberías de amargarte la noche sólo porque él está aquí.

—Esta con ella —Jimin elevo una ceja—, con Misuk...

—Lo sé —dijo Jimin mientras daba dos asentimientos, llevo de nuevo su mano hacia sus cabellos haciéndolos para atrás—, no importa.

—¿Qué no te importa? —Jimin dejo de mirarlo—. Santa mierda, Park, estuviste con ella casi por medio año y me dices que no te importa.

Jimin se encogió de hombros.

—Sí, no me importa —volvió a mirar a Yoongi—, así como a ella le importo lo nuestro, a mi me importa que este aquí —Jimin tenía razón, Yoongi lo sabía, pero no podía dejar de pensar en todo lo que paso, y mucho menos querer dejar pasarlo por alto—, no debería de importarte que estén ellos aquí.

—Eso quisiera —soltó un bufido—, el amor es un asco.

—No lo es —menciono Jimin—, es hermosamente doloroso.

Yoongi rodo los ojos.

—Mentira, el amor es una porquería que debería ser comparada con la mierda de un elefante —Jimin no evito soltar una pequeña risa al escuchar las palabras de su amigo—, es lo que es, una mierda.

—Puede que el amor sea una mierda —miro a Yoongi mientras le dedicaba una sonrisa—, pero podemos mejorarlo.

Yoongi elevo ambas cejas, estaba sorprendido, ¿mejorarlo? Nadie puede hacer algo como eso, el amor es lo que es, un asco, una mierda, una tontería, una cosa que solamente dura poco y que puede llegar a ser más dolorosa que nunca, escuchar a Jimin decir que puede ser mejorado es como querer hacerle cirugía plástica a un chimpancé, algo que definitivamente no le ayudaría en nada al animal a verse mucho más agraciado, las palabras de Jimin eran totalmente ridículas, llenas de falsedad y con las que quisiera darle una bofetada muy fuerte en el rostro.

—Patrañas —mascullo Yoongi por lo bajo.

—Vamos, Yoongi, el amor no es tan malo, si lo compartes con la persona correcta —Jimin se acerco un poco más a Yoongi hasta chocar sus hombros, Yoongi lo noto, pero no dijo nada, esa cercanía era normal entre ellos—, y creo saber quien puede ser tu persona correcta.

Yoongi giro su rostro para encarar a Park, y allí lo vio, sus rostros estaban demasiado cercanos, el aroma del alcohol podía percibirse en los labios de Jimin, sus miradas se conectaron por breves momentos, haciendo que Yoongi se sintiera levemente incomodo por la mirada de esos ojos marrones oscuros sobre los suyos.

—¿Qué intentas decir con eso? —pregunto Yoongi en voz baja, y sin querer sus ojos viajaron hacia los labios de su amigo, percatándose de la sonrisa ladina en su rostro.

—Pensé que no lo preguntarías —Jimin se relamió los labios levemente—, ¿has escuchado de los amigos con derechos?

En ese momento, Yoongi pensó que su mejor amigo había bebido demasiado.

Love Sucks!  ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora