Solo un beso

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“Solo un beso”
Escrito por: Figueroa Aguilar Juan Pablo.

Desde que conocí a Gonzalo me siento atraído por él, no por su físico, lo digo por su manera en la que se expresa. Ya que siempre se la pasa hablando de historia universal y de literatura gótica y clásica. Cada que habla de algún libro lo hace con mucha emoción, se puede sentir como si él fuera parte del mismo. Su voz me envuelve por completo. Para alguna chica no estaría mal decir esto, pero para un hombre lo es. ¿Pero que está mal? ¿Que un hombre ame a otro hombre  o una sociedad homofóbica? Realmente me pregunto esto a diario, ya que cuando veo a Gonzalo mi deseo de tocarlo crece. Y se desvanece cuando entre amigos, dicen que está mal que un hombre sea gay, porque eso es pecado, que está mal, que es imperdonable. Lo que realmente está mal es que nos digan eso, porque el amor es entregarse en cuerpo y alma y no en prejuicios. Es por eso que quiero lanzarme a los brazos de Gonzalo, quiero decirle, que me gusta, que realmente no me importa lo que digan los demás, solo lo que él me diga cuando le confiese esto que siento por él. Pero tengo miedo, un miedo que recorre todo mi cuerpo. Siento como si un fuego recorriera mis venas con tan solo pensar que lo puedo besar, si es que le confieso lo que siento.
Hoy es viernes y debo decirle a Gonzalo lo que siento, ya que no creo aguantar el fin de semana, y sobre todo dos años pensando esto, ya me hace sentir que estoy por explotar, puede que por emoción o por la rabia de que me acobardo por no poder decírselo. Hoy tengo que hacerlo o jamás se lo podre decir.  Se lo diré en la clase de literatura, aprovechando que es la última clase. 
La clase de literatura avanza de manera lenta, esto está mal y bien, ya que el día de hoy Gonzalo ha pasado a leernos “De Profundis” de Oscar Wilde. Nos contó un poco de la historia de esta carta que hizo el mismo autor desde la cárcel para su amante. Cuando termino de contar la historia de “De Profundis”. No hice más que sentirme nostálgico. Mientras lo escuchaba un fragmento del texto hizo resonancia en mí. “No hay ninguna razón para que un hombre muestre su vida al mundo. El mundo no entiende las cosas”. Es algo increíble, como las cosas se acomodan conforme  nuestros sentimientos. Jamás pensé que escucharía esto, y mucho menos que lo dijera el hombre que es mi perdición y mi paz. El continuaba leyendo. Yo lo veía como el poeta recitando y yo me sentía la musa de su recital. Realmente me gusta, y en ello no hay nada de malo. Lo único malo es vivir pensando que amar a otro hombre está mal o como escribió José Emilio pacheco “El amor es una enfermedad en un mundo en que lo único natural es el odio. “ ¿Por qué dirán que amar a otro hombre es pecado? Lo que está mal es odiar a otro por su orientación, volviendo a citar a José Emilio Pacheco. “Querer a alguien no es pecado, el amor está bien, lo único demoníaco es el odio”. Gonzalo termino de leer y todos aplaudimos, ya que como siempre volvió a brillar, cada que nos lee es algo tan mágico, tan envolvente para su escucha. Y para mi es tocar el cielo, porque me deleita oírlo e imaginar que solo me lee a mí. Me hace sentir el hombre más feliz.
El timbre sonó anunciando el fin de clases, pero el inicio para mí, ya que hoy será el día que le confesaré mi amor a Gonzalo. Todos guardaron sus cosas en sus mochilas y salían rápido para huir de la escuela. Yo guardaba de poco en poco mis cosas, ya que Gonzalo es el último en salir, esto a que el profesor le tenía tanta confianza y le pedía que cerrara el salón, ya que el siempre salía corriendo por su hija al kínder.
Solo quedamos Gonzalo y yo en el salón, los demás ya han salido. Ambos terminamos de guardar nuestras cosas, él ya está listo para marcharse, solo que el espera que yo me saliera para poder cerrar la puerta del salón. Algo en el denota felicidad, puede ser su sonrisa que tiene en el rostro, sus ojos llenos de emoción, tal vez puede ser su forma de verme, una manera que nunca había visto, parece a la del deseo. O solo yo me estoy creando un escenario imaginario.
-Gonzalo tengo algo que decirte.-Dije yo, con un tono nervioso-.
-Yo también tengo algo que decirte Adán.-dijo el con tono firme-.
-por favor déjame decir…-.
-Escúchame primero, porque en verdad quiero aprovechar que estamos solos para decirte que no aguanto cuando me miras, cada que lo haces, me llenas de ganas de besarte, de hacerte mío, quiero que lo dejes de hacer aquí en la preparatoria. Porque aquí jamás comprenderán lo nuestro, así que te pido que dejes de hacerlo aquí.
Realmente jamás espere que me dijera eso, sus palabras me atravesaron. Las sentí como un golpe, pero comprendiéndolas, les di ese toque de amor, un amor que puede llegar a sentir masoquista. Ya que su tono es tan firme y a su vez es demasiado cautivador.
-Comprendo tu miedo y es normal, ya que a cada rato lo siento cuando te miro, siento miedo cada que te pienso. Porque mi cuerpo y mis ojos delatan lo que sienten por ti. También tengo miedo de que cuando lleguen a saberlo nos rechacen o nos golpeen por ser diferentes.
-Adán si tan solo supieras que mi cuerpo también me delata, realmente esto que sentimos es mutuo. Pero debemos de esconderlo por lo menos de aquí hasta vacaciones. Para que podamos salir de la escuela sin la necesidad de sufrir.
-Lo comprendo y si eso es lo que quieres hagámoslo, pero por favor júrame que  cuando inicien las vacaciones, lo nuestro también empezara.
-Lo nuestro empezó desde el momento que nos vimos a los ojos, inicio cuando empecé a recitar poesía. Que parecía ser recitada a la nada, pero realmente era recitado para ti. Solo dejemos que lleguemos a vacaciones y juro que jamás volveremos a tener miedo por amarnos, ya que tendremos el tiempo ´para afrontar al mundo entero.
-Gonzalo solo te pido un beso, un beso que me haga sentir vivo y me permita llegar hasta el día en el cual podamos estar juntos sin que tengamos miedo.
Gonzalo me miro con ternura, con una ternura que te hace sentir seguro. Realmente cumplirá mi única petición, una que nos premia a los dos por ser valientes al mostrar nuestros sentimientos a pesar de que morimos de miedo al qué dirán y a una sociedad tan avanzada en la tecnología pero no en la vida. Gonzalo acerco su rostro a unos cuantos centímetros del mío, sus labios se entreabrían de poco a poco, como las puertas del paraíso. Un paraíso que quiero surcar de manera rápida y lenta. Nuestros labios se tocaron y como piezas de rompecabezas encajaron a la perfección. Su lengua batallaba por con la mía de manera ruda, era un combate en el cual no habría ganador, ya que era un empate. Sus manos subieron hasta mi nuca y las mías tomaron su espalda. El beso continuaba de manera apasionada. Pero el timbre sonó nuevamente y nos separamos rápidamente, me atrevo a hablar por ambos y puedo decir que ya no hay miedo, lo único que hay es amor, un amor que peleara contra el odio.
Nos acomodamos la rapo y ya listos salimos del salón, el me dejo pasar primero, y acto seguido salió y cerró la puerta. El camino a dirección para dejar las llaves y yo camine a la salida. Ambos estamos felices lo sé. Pero ahora no sé qué pasara. No fue hasta que oí su voz decir.-Te veo el lunes Adán-. 

“Fin”

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2022 ⏰

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