Parte única

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                                     .El hombre vuelve a la mujer y el espíritu a la tierra.


Pequeña Nota:

Yaoshou: "Yao" Los Yao son unos espíritus animales malvados considerados también algunos seres celestiales caídos, tienen poderes mágicos adquiridos a través del Taoísmo, su meta es lograr la inmortalidad y la posterior deificación.Llámalo demonio o espíritu.Pueden cultivar y mientras mas alto su nivel, mejor será la forma humana que tomen.

Ahora sí: ¡espero te guste!




Cuando tenía doce años, Lan Wangji encontró un conejo en las praderas heladas.



Era blanco, esponjoso y hermoso. Sus ojos brillaron emocionados e incapaces de esconder del todo la marea de sentimientos intensos y revueltos que el joven había experimentado por primera vez en su corta vida.


Era la primera criatura que veía, era como un peluche de esos niños de la ciudad de Caiyi, alguna vez su hermano se ofreció a comprarle uno, pero se sintió tan ofendido que no volvió a preguntarle.




- ¡LAAAAAN ER GONZI! ¡SEGUNDO JADEEEE! ¡LAAAAAAN WANGJI! ¡MÍRA AQUÍ!
El conejo entre sus manos saltó fuera asustado por la repentina aparición de la bulla y gritos infantiles de otra segunda criatura.


Y sus pequeños instintos de supervivencia animal le alertaron de que no era un amigo, era otro depredador feroz de la naturaleza, por lo tanto, saltó muy lejos del regazo del lindo cultivador y se perdió entre los frondosos arbustos.
- ¡HERMOSO SEGUNDO JADE LAN!- gritaron ahora más cerca, Lan Wangji tuvo que rechinar los dientes para controlarse al último instante de voltearse a la provocación y golpear con su recién adquirida Bichen a la conocida molestia.- ¡LAN WANGJI! ¡WANGJI XIONG! ¡¿Cómo estás hoy?!


Lan Wangji tuvo que darle cara y asentir un poco al menos, se lo debía a las enseñanzas de su tío, esta molesta criatura al menos, hoy día, lo estaba saludando únicamente y estaba solo parado a menos de un metro y con las manos detrás de la espalda.

Con una pequeña cola puntiaguda y dos cuernos diminutos del tamaño de dos caracolas pegadas a su desordenada cabeza de pelos despuntados, y revueltos en un improvisado y patético moño, el pequeño Yaoshou (un Yao, un demonio mítico, Lan Zhan aún no sabe de qué especie ni tipo es) que no ha dejado de seguirlo desde hace tres días, deslizó por un segundo en sus traviesos rasgos infantiles un ápice de duda.


- ¿Qué?- murmuró enojado, realmente Lan Wangji estaba avergonzando a su tío, se jactaba ante todo el mundo de que su segundo jade era tan noble y cortés... sin embargo, ahora mismo estaba siendo grosero.

El pequeño demonio no estaba respondiendo y se había quedado paralizado porque...
- ¡Yay! ¡LAN WANGJI!- gritó y se lanzó a los brazos del segundo jade enroscando sus manos detrás de su nuca y frotando sus mejillas juntas a pocos centímetros de los labios de Lan Wangji.- ¡SOY TAN FELIZ! ¡WANGJI XIONG ME SALUDÓ! ¡MUAAAA!- estampó un sonoro beso en su cachete redondo y suave como un melocotón.

MI QUERIDO WEI YINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora