Amor después de la vida

Capitulo 1

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de DanMachi ni de ninguno de los personajes originales de Omori, ni obtengo ningún beneficio de mi escritura.

Tenkai era hermoso, de eso estaba seguro.

Eso no cambió el hecho de que no quería estar aquí. Se suponía que debía estar en la superficie, entre amigos, persiguiendo a un ídolo desesperado. No lo era.

Un suave suspiro escapó de sus labios mientras contemplaba las cascadas que fluían desde los acantilados y los grandes edificios ornamentados. Ciertamente golpeó las paredes blancas y cavernosas del trigésimo séptimo con los ecos inquietantes de criaturas de hueso y gruñidos.

"¿Bell ... ?"

Bell se estremeció ante la voz. Por favor ... cualquier cosa menos-

Se volvió lenta, vacilante, y se enfrentó a la chica que estaba a su lado en el centro de Primitia Plaza. Una niña elfa que parecía muy furiosa al verlo.

"Ryuu ..."

Abrió la boca para responder, pero lo que fuera que había estado a punto de decir fue rápidamente ahogado por la marea de chicas que se estrelló contra su costado. Bell parpadeó como una lechuza ante la multitud de casi una docena de chicas jóvenes, cada una de ellas luciendo más diferente que la anterior. Allí estaba la osa pelirroja abrazando a Ryuu, la mujer del lejano oriente parada solo un paso detrás de ella con una sonrisa radiante. A pesar de su tamaño, era difícil extrañar a la pequeña niña de cabello rosa con la sonrisa tímida y ... ¿ esas eran bombas? Realmente esperaba que no.

Atrapó la mirada de la elfa cuando ella se dio la vuelta en el aplastante abrazo y le ofreció una suave sonrisa combinada con una mirada que simplemente decía 'vete'. Sabía cuánto significaba esto para ella, cuánto extrañaba a cada persona de su familia. ¿Cómo podría no hacerlo? Simplemente habían luchado y matado a la misma bestia que se los había robado.

Y lo hizo de nuevo.

No era lo suficientemente fuerte para mantenerla a salvo. El intentó. El fallo.

Murieron en esa caverna, una muerte por mil cortes. Se desgasta lentamente a medida que los conflictos se acumulan y se acumulan, uno encima del otro. Él había regresado para salvarla cuando ella se sacrificó en el coliseo, la había dejado para enfrentar a la bestia sola para que ella se mantuviera a salvo. Ella todavía cayó a su lado cuando había acudido corriendo en su ayuda. De nuevo.

Era culpa suya que estuviera aquí.

Fue su culpa que Ryuu muriera.

Solo se necesitaba una de sus almas, ese era el costo.

Bell no pudo evitar sentir que había pagado el peaje del ferry al cielo con la vida de Ryuu.

Incluso si ella lucía absolutamente eufórica ahora, ¿qué tan seguro podría estar de que duraría? Tenía otra familia en Dungeon City, tenía personas que la querían, la amaban. Syr. Chloe. Anya. Lunoire. Mayo. Desaparecido en combate. ¿Sentiría ella lo mismo cuando esto pasara? ¿Se quedaría así de feliz?

No lo sabía, todo lo que sabía era que si ella no lo sabía, era culpa suya. Toda su culpa.

Entonces, mientras Ryuu saludaba a cada una de sus hermanas con una pequeña sonrisa que apenas ocultaba su deleite interior, Bell se escabulló.

O lo intenté al menos.

Que es bastante difícil de escapar a la multitud cuando inmediatamente pillan en un abrazo.