El renacido

Prólogo

Lugar: México

Hora: 8:35 pm

*suspiro*

Narrador

Se veía un chico acostado en su cama la una mirada perdida dirigida al techo de su cuarto, y ustedes se preguntaran...

¿Por qué este chico se encuentra en este estado?

Bueno pues en este momento se les resolverá su duda

Pensando

Estoy cansado, cansado de esta vida tan... aburrida

En mis 16 años de vida no he hecho nada productivo, nunca he tenido novia con la cual pasar mi tiempo, tengo amigos con los que divertirme; pero simplemente las cosas ya no son como antes, ya no soy un niño mimado con el poder de divertirme con solo mi imaginación.

Lo único que quiero en este momento es salir a la calle y disfrutar de la vida.

Fuera del pensamiento

— ¡HIJOOO DEJA DE ESTAR HACIENDO NADA Y LLEVA ESTE PAQUETE A LA CASA DE TU TIA! — Grito mi madre de forma amorosa.

*Me levanto y salgo de mi cuarto*

*suspiro* —Esta bien... ¿pero porque tengo que llevarlo yo? No puede venir ella y recogerlo?— Pregunte de forma aburrida

— En este momento ella no se encuentra en su casa pero no te preocupes su hija esta enterada que se lo llevaras — Dijo con una sonrisa mientras cruzabas los brazos

— Si aja y me imagino que me llevaras en el auto no? No creerás que iré caminando hasta su casa — dije harto

— Dije que yo iba? — Pregunto con cara confundida

Unos minutos después

— Como se le ocurre mandar a su hijo sin compañía a entregar un estúpido paquete ligeramente sospechoso a las 9 de la noche, mas aparte la casa de mi tía esta a 7 cuadras de mi casa... mínimo logre salir — Dije murmurando

Después de un rato caminando por las calles de piedra pase cerca de un "parque" y decidí sentarme en una banca que encontré por ahí. Puse el paquete a mi costado y me sente.

Descanse mi cabeza hacia atrás. Cerré los ojos y pude sentir un gota caer entre mis ojos para después abrirlos y mirar al cielo, note que el cielo se veía nublado.

—Maldición esta nublado y no traje paraguas— Dije un poco molesto

—Tengo que apurarme a entregar esto...

*Pasos de alguien corriendo*

—eh...

— ¡MALDITO LADRON REGRESA ACÁ!— Grite exaltado viendo como el hombre no paraba de correr alejándose de mi

— Maldición... No te escaparas— Mientras corría, su sudadera se levantaba por la velocidad con la que tipo iba y pude ver algo deslumbrar metido entre su pantalón y ropa interior. Pero no le tome importancia ya que al final no lo vi bien.

Así es, un tipo en medio de la noche le robo a un chico de preparatoria, un paquete que no se sabe lo que contenía pero al parecer le inundaron las ganas de tomarlo.

Mientras corría empezó a caer pequeñas gotas de lluvia que subían de ritmo y a su vez se escuchaba sonidos de truenos retumbar por la zona.

Pensando