Una pequeña niña

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Esta es la historia de una pequeña niña hermosa, pero que, desde su nacimiento supo que estaría condenada para toda su vida, llanto tras llanto, desconsolada y sin poder todavía ver el mundo con claridad, en sus ojitos negros, brillaban las ansias de comerse el mundo. Tres años pasaron y comenzó su condena, el mar, era su mas preciado deseo, ver el mar no solo de lejos cuando pasaba, ella ansiaba poder sentirlo, el sonido de las olas contra su cuerpecito, bañando su preciosa piel, era tan solo un hermoso momento que, a tan corta edad, su imaginación proyectaba, hermoso fue el día en que pudo tener el mar a sus pies, fue una sensación que no había sentido jamás, un sentimiento que estaba experimentando por primera vez, y las risas cargadas de energía, eran el sonido más lindo y melodioso que las personas a su alrededor escucharon, su corazón latiendo con mucha fuerza, porque por fin había logrado cumplir su primer sueño, el primero de muchos, y fue hermoso porque llovía, y a ella le fascinaba la lluvia, se preguntaba; ¿Cómo puede caer agua del cielo, como es posible? Más y más preguntas pasaban por su cabecita cada día, y con cada semana, mes, con cada año sus sueños fueron aumentando, ella quería descubrir nuevos sentimientos, sensaciones, lugares, ella quería hacer todo lo que pudieran hacer los demás, pero sobre todo, ella quería crear nuevas cosas, que el mundo supiera que ella estaba ahí para cumplir todas las metas que se propusiera, pero la pequeña había olvidado algo, algo muy importante, que querer y poder, eran dos cosas muy diferentes, y que sí, ella quería hacer de todo, pero...¿Podía? Ahí estaban sus problemas, ella no podía hacer todo eso que quería, y la vida se empeñaba en recordárselo todo el tiempo, porque ella no podía hacer cosas que otros sí, porque ella no era como los demás, no, ella era diferente y no podía olvidar ese detalle. Mientras su vida se hacía más difícil, ella encontró un punto de escape, algo que la sacaba de su vida y la elevaba al universo, la música, amaba la música, pensaba que sin melodías y sin ritmo, nada tendría sentido, le gustaba colocarse los audífonos a todo volumen y olvidarse del mundo, para ella no importaba el género que fuese, amaba que las letras de las canciones la llevaran a crear millones de historias en su gran imaginación, porque si algo caracterizaba a esa pequeña niña, era la hermosa capacidad de imaginar hasta lo inimaginable. Según le contaba su madre, ella cantaba desde muy pequeña, cuando estaba empezando a hablar, cuando vivía unas de las más oscuras etapas de su vida a una edad muy corta, etapas que en la actualidad poco recuerda pero sabe que estuvieron ahí. Mientras la niña seguía creciendo se daba cuenta que no podía detener el tiempo, que no podría volver atrás, y se negaba a seguir creciendo, porque se daba cuenta de que mientras más grande se hacía ella, más problemas había, llegaron las inseguridades que estaban escondidas en lo más profundo de su ser, los trastornos mentales no faltaron, pero ella no era una persona cualquiera, ella era una niña fuerte, capaz de superar hasta lo insuperable, rebasó todos los tormentos que la acompañaron par de años, se volvió más fuerte con cada tropiezo, y cuando esa pequeña niña estaba segura de que nada ni nadie podía destruirla, la vida decidió que no era suficiente, a ella se acercaron personas en las que en algún momento confió y la hicieron caer nuevamente, eso que ella había jurado ya superar, había vuelto, pero esta vez más fuerte, y se hizo pedazos nuevamente, pensó que nunca se recuperaría, pero ella era fuerte, siempre lo fue. Encontró una nueva pasión, el baile, descubrió que a través de movimientos del cuerpo podía transmitir melodías y mensajes, no se detuvo, nada ni nadie podía detenerla en ese entonces, las coreografías que practicaba cada día la hacían sentirse dueña del mundo, quería llegar lejos, ella quería volar hacia nuevos horizontes, porque no le gustaba conformarse, decía: "¿Porqué debería conformarme con lo que conocí hasta ahora? Todavía existen millones de cosas esperando por mi". Pero cuando más alto estaba volando, su cuerpo la hizo caer, para recordarle nuevamente que ella no era como los demás, le dijo indirectamente que se olvidara de ese amor por el baile, pero ella era fuerte, podía con todo y no iba a dejar que su propio cuerpo la apartara de sus sueños,  eso nunca, esa pequeña niña estaba dispuesta a todo por conseguirlo, lo podías ver en sus ojitos aun inmaduros, no se detuvo y siguió adelante. Leer se convirtió en su pasatiempo favorito, algunas personas le cuestionaban que pasara demasiado tiempo encerrada entre cuatro paredes leyendo un simple libro, querían que saliera a socializar como antes, lo cierto era que ya no hablaba con casi nadie, pero no era su culpa, la vida tenía la culpa, pero ya no le importaba porque cuando leía un libro y se colocaba sus audífonos, su imaginación volaba muy lejos, no hacía falta socializar con personas de su edad si podía conocer nuevos mundos a través de la lectura. Pero siendo sincera con ella misma, sabia que no estaba bien, a pesar de ser fuerte esa pequeña niña no se encontraba bien, sus ojitos brillaban pero no como antes, poco a poco estaban perdiendo la esencia que los caracterizaba y ella estaba más que consiente de eso, y no quería que eso sucediera, pero tampoco podía evitarlo, esa niña hermosa que soñaba con comerse el mundo, había dejado de soñar, y eso no estaba bien, cuando sintió que había tocado fondo, algo cambió. La pequeña se volvió a enamorar, pero de alguien a quién no podría tener, era un amor puro y honesto, a ella llegaron unas palabras que la hicieron volver a soñar, a recuperar su esencia: "Vivir sin pasión, es como estar muerto". Desde entonces no lo olvida, y se recuerda cada día que debe seguir adelante, por ella y por las personas que ama, no se detuvo, comenzó a luchar por sus sueños nuevamente, esta vez por mucho que la vida se interponga en su camino, no se detendrá, luchará hasta lograr sus objetivos y pueda estar orgullosa de si misma. Pronto se dio cuenta de que esa "pequeña niña" ya no era tan pequeña. Pero aún le quedaba todo un futuro por delante y se prometió a sí misma que si caía volvería a ponerse de pie, no se rendirá. ¿Qué será de esa pequeña niña, esa niña fuerte que siempre fue, podrá alcanzar sus sueños?
Por supuesto que lo hará, porque esta dispuesta a todo por ser feliz, y ese amor imposible que la hizo levantarse, también lo conseguirá, porque para ella los límites no existen, y pase lo que pase lo conseguirá, como consiguió tener el mar a sus pies.

Nada en esta vida es imposible, y los límites los pones tú.
:)

Una Pequeña NiñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora