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Ha llegado San Valentín, aquel día que u odias o amas, todo dependiendo de si has encontrado ya a la persona que hace tu corazón latir con fuerza. En el caso de Yeosang no era siquiera necesaria una pregunta o respuesta sobre aquello. Sus ojos rodando cada vez que veía alguna muestra de afecto demostraban que no era especialmente fan de aquel día en el que las parejas estaban demasiado acarameladas.

Es jueves y quedan aún tres horas para terminar las clases, él y todos sus amigos se encuentran en su merecido descanso y Yeosang nota el ambiente, efectivamente, más romántico que de costumbre.

Con un rostro algo asqueado –no por nada sino por la pequeña envidia que está sintiendo en aquellos momentos al no poder encontrarse de esa forma junto a su alma gemela– aparta la mirada de Wooyoung, su mejor amigo, quien no para de mirar cariñosamente a San. Por los demás lados de la mesa que los ocho amigos están usando, las cosas no son muy distintas. Por un lado Seonghwa acaricia con delicadeza el cabello rojo de Hongjoong y Mingi da tiernos besos a Jongho.
Yeosang no puede evitar suspirar. Definitivamente San Valentín era el peor día del año, todas las parejas eran demasiado cariñosas y Yeosang tenía muy poca paciencia para soportar los desagradables ruidos de besos.

—¿Qué tenéis pensado hacer hoy? —pregunta Hongjoong mientras se acomoda mejor sobre Seonghwa.

—Jjong y yo vamos a cenar a un restaurante. —dice Mingi sonriente. —No está mal una vez al año.

—¡Woo y yo también! —exclama San mientras mira con sus ojitos brillando a su novio.

En aquel momento las parejas comienzan su propia conversación que poco tiene que ver con lo que Yeosang hará aquel día. Se evade de aquello, pues sabe que lo único que va a sentir es que su vida no es tan buena como la de sus amigos.
Vuelve a suspirar con fuerza y toma un poco de aquel café que ha comprado en una de las máquinas del recinto.
No sabe en qué momento ha comenzado, pero cuando vuelve a recobrar la conciencia y mira a su izquierda, Yunho, uno de sus buenos amigos y razón por la que muchas veces siente la sangre subir a sus mejillas, lo está mirando mientras suelta una pequeña risa.

—Te estás manchando, Yeossie. —dice. Parece que estaba esperando el momento exacto en el que diese un sorbo a su café para poder decir aquella frase.

Yeosang toma tímido un trozo de papel de su bolso y limpia su boca, sin embargo, vuelve a ser Yunho quien toma las riendas de la situación y le indica lo que debe hacer.

—Más a la derecha. —dice esperando a que lo limpie correctamente. Yeosang le hace caso pero aún así lo que recibe es una risa.

—¿T-tengo más? —pregunta.

Yunho no necesita más de dos segundos para tomar con su diestra el papel y deslizarlo con cuidado por las zonas oportunas, susurrando un "ya está" cuando parece ser que el rostro de Kang está libre de suciedad.

—Esto es aburrido, ¿no crees? —pregunta mientras señala a las parejas que aún hablan de sus planes para la tarde/noche.

—Lo es. No hay duda. —corrobora Yeosang.

Definitivamente está cansado de aquellos días. Escucha durante horas los planes de sus amigos y luego debe pasar todo el día encerrado en casa sin poder tener un mínimo de contacto con nadie. Bueno, con nadie salvo con Yunho, –el único de su grupo además de él que aún no ha encontrado pareja– aunque Yeosang se volvió tan tímido en el momento en que confirmó que estaba enamorado del alto que si por algún casual se lleva a cabo una interacción entre ellos siempre es Yunho quien debe darle comienzo. Kang no se ve capaz ni siquiera de mandarle un estúpido mensaje de texto sin pensar que le está molestando.

San Valentín   ↑Yunsang↓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora