Lo que esconde el destino. ーXingyun.

ー Parte Única.

Chongyun se había enamorado.

Algo inesperado para el joven exorcista que llevaba apenas diecisiete años de vida. Pero cuando hubo conocido al joven heredero; Xingqiu, su corazón golpeó en su caja torácica como nunca antes.

Su encuentro había sido al igual de oportuno que enamorarse de él, un acontecimiento marcado por el destino,  que Chongyun llamó casualidad.

En un prado de Liyue, una tarde ventosa, el de ojos celestes empapado en sudor por estar entrenando pudo divisar a la distancia al de cabello azul sentado detrás de un gran árbol leyendo un libro el cual Chongyun no supo distinguir. Veía como su melena revoloteaba y las hojas comenzaban a acumularse alrededor de ese chico de ropa elegante y fina como la seda.

De pronto, los ojos color miel pertenecientes al chico de piernas descubiertas se posaron en él, dejando a Chongyun totalmente hipnotizado.

ㅡ Buenas tardes, mi nombre es Xingqiu. ㅡLo saludó cerrado su libro pero dejando un dedo posado en la página que estaba leyendo.ㅡ Los libros son muy hermosos ¿no crees? Casi como el atardecer que se está formando ¡Mira! El sol se comienza a ocultar. ㅡLe dijo señalando que el sol efectivamente se escondía en la noche.

Esa tarde, Xingqiu le relató un poco de la historia que estaba leyendo. Era de fantasía, guerreros y ficción. Entonces empezó una rutina para ellos, cuando se empezaba a poner el sol, se juntaban en aquel prado, donde nadie los interrumpiría y donde Xingqiu le leía historias a Chongyun.

Poco a poco empezaron a ir juntos a todos lados, y el de cabello claro se enamoraba más y más de aquel fiel lector. Se dio cuenta que amaba la suavidad de su toque, sus labios rosados y sus mejillas ruborizadas cuando se abrazaban.

Definitivamente lo amaba, y ese amor era evidente para los que los rodeaban. Ya que el exorcista, no sé cansaba de hablar de que Xingqiu era el mejor y de que se había enamorado de él.

Tres años después, decidieron volver a ir aquel prado para admirar el atardecer, como los viejos tiempos. La escena era como una pintura antigua pero extrañamente familiar, sólo que ahora Xingqiu tenía el cabello un poco más largo de lo habitual, su estatura era diferente y sus ropas eran más parecidas a las de su padre (pantalones holgados y largos que cubrían sus bellas piernas). A diferencia de Chongyun que mantenía su misma fachada pero su cuerpo era un poco más amplio de cuando era un adolescente.

Lo único que no cambiaba para Chongyun, era lo mucho que amaba al dueño de sus suspiros y su aroma a flor de seda; el heredero y escritor, amante de las bromas y su mejor sueño. Aunque por supuesto, tampoco cambiaba el semblante de Xingqiu con un antiguo, el más extraño y polvoriento libro que pudieras encontrar en la biblioteca de Liyue en sus manos.

Se habían sentado a leer. Más bien; Xingqiu le leía a Chongyun mientras este se acostaba en sus piernas y el de cabello azul marino se tomaba el trabajo de acariciar el cabello claro del exorcista.

ㅡ "Te amo" le dijo. ㅡLeyó Xingqiu notando como la respiración de su amigo era lenta, dándole a entender que se había quedado dormido.ㅡ Chongyun, no seré el protagonista de esta historia pero definitivamente yo te amo a tí.

Xingqiu reprimió su deseo de darle un beso, ya que no sería correcto si lo hacía mientras el otro dormía. Pero se limitó a observar y darle mimos con ternura al rostro del chico recostado en sus piernas. El libro hecho a un lado, ahora sólo se escuchaba silencio, la respiración lenta de Chongyun y se veía el reflejo de los rayos de sol cayendo en el atardecer. El de cabello marino se preguntaba cómo terminaría la historia mientras suspiraba suavemente.

Hasta que Xingqiu se sorprendió cuando de pronto, Chongyun rió levemente, y un sonrojo cubrió ferozmente las mejillas del heredero, dándose cuenta de que su mejor amigo había escuchado su confesión, con gran pánico de un rechazo.

Pero el exorcista alzó sus manos hacia el rostro del chico de cabellos largos, amando con locura el carmesí de sus mejillas y el brillo de sus ojos ámbar.

ー Yo también te amo, Xingqiu. Te amo mucho.

Sus palabras habían bastado para que empezaran a besarse con timidez, y luego con pasión, buscando cada vez más contacto y su felicidad nublando sus pensamientos.

Ese día olvidaron el libro que estaban leyendo en el prado y nunca supieron el final de la historia de romance que leían, ya que al volver a buscarlo, ya no estaba ahí.

Pero pensándolo bien, ese beso que ambos disfrutaron no estaba tan lejano a la conclusión de la historia que Xingqiu no terminó de leerle a su actual novio...