Parte 1

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Y aquí vuelvo con un PruAus destructivo,para no perder la línea. Supongo que todo tiene un final y esta es la única forma de representar más mejor todo esto. Agradecimientos a todos los lectores

BSO: High Hopes( Pink Floyd/Division Bell)

High Hopes (Grandes Esperanzas) (PruAus)

El albino se detuvo un momento ante la sala de música cuya puerta se encontraba entreabierta y de la cual se escapaba el sonido de las teclas de un piano. Gilbert, pensativo se disponía a continuar su rumbo y no prestar atención pero algo había despertado su interés. Alguien cantaba acompañando a la triste melodía que salía del instrumento como las lágrimas que caían rebotando en un frío suelo de piedra.

–Ese estúpido aristócrata y su música tan amarga, tan poco agradable. Me pregunto por qué no se dará por vencido. Está perdiendo el tiempo buscando una melodía que nunca tendrá. –Desesperado por hacer que parara, entró en la sala, sobresaltando al austriaco que pegó un brinco sobre su asiento y se giró para descubrir al intruso que había interrumpido su momento más íntimo.

–Si no detienes este absurdo ahora, juro que te arrancaré las cuerdas vocales y me haré un cinturón con ellas –amenazó Gilbert entre serio y esperando la reacción exageradamente escandalizada de Roderich.

–¿Cómo te atreves? Estaba componiendo...

–¿El qué? ¿Otra marcha fúnebre? ¿Mi próximo dolor de cabeza? Déjalo ya, Dummkopf;  ya no hay nada que hacer... –Se pasó una mano por su pelo platinado y sin ningún tipo de vergüenza, se sentó en el taburete al lado de su amigo–.  Esas melodías no harán que perdone tu traición.

Directo en la diana. Roderich ahogó un suspiro y bajó la cabeza, quedándose completamente paralizado.

–Oh sí una traición que jamás me perdonarás...–El austriaco sonrió con un gesto entre melancólico y burlón que sacó de quicio a Gilbert y le hizo enfurecer.

–Eres un ser despreciable, Edelstein. Te recreas en tu propia falta y apenas sientes ni una pizca de remordimiento por lo que hiciste. No se siquiera para que pierdo el tiempo contigo, un engendro que no puede mostrar comprensión por mis sentimientos...

–¿Que sabrás tú de empatía, Beilschmidt ? Tú, que alardeas de las murallas que protegen tu maravilloso mundo interior de los seres inferiores que te rodean y te incomodan. ¿Alguna vez has podido sentir amor por alguien que no fueses tú mismo? Ese es tu dilema, Gilbert. No lo necesitas pero en el fondo deseas saber como es el sentirte completo por otro. Y yo ya lo he intentado por todos los medios posibles pero no quieres darte cuenta de lo que hecho por ti, por los dos.–Roderich se atrevió a desafiar su mirada escarlata, a fin de parecer seguro pero en realidad estaba tan fuera de control como su querido acompañante.

Gilbert no pudo contenerse y le arreó una bofetada que hizo trastabillar al austriaco y estuvo a punto de caerse de espaldas al suelo. Blanco por la ira el aristócrata fue a arremeter con un golpe directo a la mandíbula del albino pero este fue más rápido y retuvo su muñeca.

–Me das pena, Edelstein. Todo tú me provocas náuseas. Veo en ti un fantasma que dejó de existir en esta dimensión hace mucho tiempo porque se encerró a si mismo y no quiso mostrarme quien era en realidad. No eres ningún santo.

–Tú tampoco lo eres. Pero yo al menos no he confundido la mente de aquel que se supone que amo. No he querido manchar mi conciencia de podredumbre como cada vez que me humillabas en público o en privado con tus palabras hirientes. Yo se muy bien lo que he querido y a quien he querido. Has sido tú el que se ha adentrado en el mar de la confusión y la constante indecisión. Has sido tú quien no ha sabido comprometerte con nada de lo que propusiste. Y te has perdido tú sólo. –Se levantó del banco un segundo–.  ¿Vas a volver a pegarme? ¿Has visto que tengo razón y no puedes rebatirme salvo con la violencia física? ¿Hasta cuándo voy a tener que seguir maltratado por tu persona?

Grandes Esperanzas (PruAus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora